La firma de indumentaria escolar, de seguridad, de profesionales y deportiva, Danyo, vive por estas horas momentos decisivos después del agresivo incendio que sufrió el pasado 2 de mayo y que destruyó por completo el local comercial. Hasta el momento son cerca de 25.000 prendas las que podrían haberse perdido y su propietario, Armando Guerrero recibe la ayuda de muchos sector para sobrevivir.
En este caso, la solidaridad llega también de la mano de sus empleados, 12 personas que lejos de buscar iniciar caminos en otro lado, se propusieron unirse más que nunca para sacar a flote el negocio. Una de ellas es Carla, la encargada de taller y vecina de la zona, a quien los propietarios la conocen "desde que estaba en la panza de su mamá", y que hoy su trabajo cambió considerablemente.
"Ver todo esto es una gran pena porque, a pesar de trabajar acá, soy vecina y los conozco a ellos desde chiquita, cuando mi papá venía a hacer las instalaciones. Me da mucha pena porque se expandió mucho el fuego en poco tiempo, ver todo quemado es terrible. Yo fui a un colegio privado y me vestía con ropa de acá", comenzó revelando la joven mamá a Diario La Provincia SJ, en medio del desastre que dejaron las llamas.
La empleada hace poco tiempo fue mamá y las responsabilidades la llevaron a volver "con todo" a su trabajo, en medio de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, nunca imaginó que en poco tiempo sus tareas se iban a ver transformadas por el incendio.
"Ellos están muchísimos años con esto y han empleado muchísima gente del barrio, siempre buscaron darle trabajo a los cercanos", resaltó la joven en consonancia con la conmoción que aún viven los vecinos del lugar, quienes también prestan colaboración por lo ocurrido.
"Tuve miedo de qué iba a pasar porque tengo un hijo chiquito por quien volví a trabajar ahora. Cuando ocurrió todo había salido a la esquina y vi la explosión, los escuchaba gritar a ellos pero no los encontraba, fue de terror pero tratamos de salir adelante lo más pronto posible", contó sobre la traumática experiencia del incendio.
Es así que desde el día después, la joven junto a sus compañeros, trabajan incansablemente en la limpieza del lugar y recuperación de prendas que se salvaron de la agresividad de las llamas, y que aún esperan por sus dueños. Según cree Guerrero, el foco pudo haber iniciado en un depósito de stock y por eso, Carla clasifica las prendas sanas de las que se vieron afectadas.
"Estuvimos hablando con mis compañeros y trataremos de mejorar en cuanto a equipo de trabajo, corregir errores que se tenían de antes en cuanto a la producción pero sí de colaborar entre todos para comenzar a funcionar de nuevo. Inclusive han venido chicos que ya dejaron de trabajar y que llegaron para ayudarnos a limpiar, se nota bastante el apoyo", finalizó con emoción en medio de su labor.
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