Desesperada, con la voz entrecortada por el dolor. Así se expresó Sonia Andrada, una mujer de 48 años de edad que atraviesa un difícil momento. Cuando el pasado lunes salió a trabajar como todos los días, su perrito chihuahua Noah se escapó y desapareció.
Desde ese día lo busca intensamente y pese a los esfuerzos constantes por encontrarlo, no sabe dónde está. Y esa pérdida le parte el alma. Es que no es un animal más, es un miembro de su familia y quien con su amor la ayudó a salir de un difícil momento en su vida.
"Tiene 2 años y está conmigo desde los 45 días de vida. Es un perro que está acostumbrado a mi y se ha criado siempre dentro de la casa. Por ahí si abríamos la puerta salía detrás de nosotros y lo guardábamos. Esta vez parece que se salió y no hay forma de encontrarlo", contó Sonia a Diario La Provincia SJ.
El perrito es muy pequeño de tamaño y siempre llamó la atención de los niños y de los vecinos. Sin embargo, él nunca se dio con la gente y "atinaba" a querer morder cuando lo querían agarrar los desconocidos.
"Es muy apegado a nosotros, es un integrante más de nuestra familia. Noah llegó en un momento muy especial a mi vida, atravesaba una depresión y me ayudó a salir de eso. Imaginate cómo amo a ese animal, cómo estamos en este momento. Ha sido incluso un impacto físico para mi porque estoy enferma", agregó.
Sonia es personal de salud, trabaja en el área de Ginecología del hospital Marcial Quiroga y a su vez es docente de la carrera de Enfermería en la Universidad Católica de Cuyo. Con todo el dolor por la pérdida del perrito, sigue cumpliendo con sus funciones pero la "procesión va por dentro".
A Noah, se lo regaló una amiga que atravesó el cáncer en el sur del país y para traerlo a San Juan, Sonia tuvo que viajar a San Rafael, Mendoza. Tener el perrito fue un gran sueño y se convirtió en una ayuda emocional importante en su vida.
Este 6 de mayo, Noah cumplió 2 años de vida y si bien no está con ella, espera que pueda regresar a su casa. La familia lo espera en la villa 17 de agosto, ubicada en calle Vidart y Superiora, en Rawson.
