Una reliquia del beato Carlo Acutis, el joven que pensó Internet como una herramienta para visibilizar la fe y los valores, que fue entronizada el 18 de abril en el Colegio de la red Fasta "Villa Eucarística" de Córdoba, llegará a San Juan.
Será en el marco de una gira pastoral para dar a conocer al “ciberapóstol de la Eucaristía” y la fecha establecida para ser exhibida en San Juan es del 6 al 8 de junio en el colegio Federico Ozanam (Red Fasta), en Capital. La gira pastoral programada hasta el 6 de agosto contempla también en su recorrido los colegios ubicados en las ciudades de San Martín de los Andes, Buenos Aires, San Francisco, Lobos, Mendoza, Jujuy, Salta, Mar del Plata, Tucumán, Coronel Suárez y Catamarca.
La reliquia de primer grado está compuesta por un fragmento de piel del beato, destacó el portal católico AICA. Fue solicitada a la Asociación Amigos de Carlo Acutis de Italia a través de una carta firmada por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, y por el presbítero Pedro Giunta Lange, capellán del colegio.
Con esta celebración comenzará una Gira Pastoral que recorrerá distintas ciudades y tiene por finalidad acercar al “ciberapóstol de la eucaristía” a los jóvenes y llevará como lema “Influencer de Dios, apóstol de los jóvenes”. La misión será coordinada por “Jóvenes de Fasta”, organismo del movimiento que nuclea a miembros de los centros juveniles, alumnos y egresados de los colegios de su Red Educativa y de la Universidad Fasta, a jóvenes familias y docentes, en colaboración con Misión Fátima y la Fundación de la Santa Faz.
La gira llevará la presencia del beato y la Exposición Internacional de los Milagros Eucarísticos que él mismo recopiló y diseñó a distintas ciudades de nuestro país y comenzará formalmente el domingo 18 de abril, con la misa de entronización de la reliquia.
Quién fue
Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres, Inglaterra. En ese momento sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, trabajaban en esa ciudad. Meses más tarde se mudarían junto a su hijo a Milán.
Aunque sus padres no eran especialmente devotos, Carlo mostró desde muy pequeño, un especial amor a Dios. En varias entrevistas su mamá afirma que antes de Carlo sólo había participado en las misas de su primera Comunión, Confirmación y Matrimonio.
Carlo fue un gran devoto de la Virgen y rezaba el rosario todos los días. Solía decir: “La Virgen María es la única Mujer de mi vida”. Luego de recibir el sacramento de la Eucaristía asistía con frecuencia a misa, se confesaba una vez por semana y hacia hora santa luego de las celebraciones.
Su testimonio de fe logró la profunda conversión de su madre. Carlo fue capaz de acercar a sus familiares a la misa diaria y a recibir a Jesús todos los días en la Eucaristía. Además, fue voluntario en comedores sociales por las tardes solía salir a llevar comida y bebidas calientes a las personas sin hogar.
Durante su corta vida, pidió a sus padres que lo llevaran de peregrinación a los santuarios y lugares de los santos, especialmente, a los sitios donde se producían los milagros eucarísticos. La muestra sobre los milagros lo mantuvo ocupado durante mucho tiempo y la inició cuando tenía once años.
Se dedicó a promoverlos, por medio de un sitio web que él mismo diseñó y le decía a la gente que “mientras más frecuente sea nuestra recepción de la Eucaristía, más seremos como Jesús y en esta tierra podremos pregustar el Cielo”. Existen muchos testimonios de personas que se han acercado nuevamente a Dios y que han descubierto la importancia de la Eucaristía gracias a esta muestra.
El joven beato fue un adolescente de nuestro tiempo, aficionado a los videojuegos y a la programación, le encantaba el fútbol y amaba la Eucaristía. Siendo muy chico le diagnosticaron leucemia y ofreció sus sufrimientos “por el Señor, el Papa y la Iglesia”.
Cuando Carlo enfermó, su vida de fe aumentó y ofreció su sufrimiento por la Iglesia, el Papa y la gente enferma.
Murió el 12 de octubre de 2006, día de la Virgen del Pilar. El 10 de octubre de 2020 fue beatificado en Asís, la tierra de San Francisco, debido al gran amor que le tuvo al santo franciscano.
