Día de la Hipertensión Pulmonar

Es sanjuanino y vive con una rara enfermedad: "vivo el día a día como si fuera el último"

Sergio Castro tiene 38 años de edad y hace 8 le diagnosticaron Hipertensión Pulmonar, una enfermedad poco común. Hace pocos días se enfrentó a un duro desafío: enfrentar el coronavirus.
miércoles, 5 de mayo de 2021 18:00
miércoles, 5 de mayo de 2021 18:00

Falta de aire, fatiga, síncopes, dolor de pecho, hinchazón de los pies, ojos rojos. Esos son algunos de los síntomas de una rara enfermedad: la Hipertensión Pulmonar, cuyo día se conmemora hoy en todo el mundo. Quienes la padecen, en su mayoría fue de manera hereditaria y no lo saben hasta que se expresa en su momento más crítico. 

Sergio Gustavo Castro Mercado es sanjuanino y tiene 38 años de edad. A él se la descubrieron cuando tenía 30 años después de sufrir una serie de descomposturas y arritmias cuando trabajaba como portero en la Escuela Albergue Domingo French, en la localidad Las Lagunas, en Sarmiento.

"Hace 8 años que convivo con la enfermedad. Empecé a sentir cambios en mi cuerpo, pensé que era gordura pero era retención de líquido, tobillos hinchados, hinchazon de estomago", comenzó relatando a Diario La Provincia SJ. 

Él es operado del corazón a los 5 años de edad y cuando empezó con esos síntomas, decidió ir al cardiologo pensando que era este órgano el que le estaba fallando. 

"Fue muy duro porque fui teniendo recaídas con arritmias. Me tuvieron que poner un marcapazos porque caía con arritmias. Era terrible porque para relajarme o establecerme me tenían que hacer electro-shock y así volver a la normalidad. Me dio 6 o 7 veces y me pusieron un marcapaso para controlar todo. Con el electr-oshock no quedaba normal", expresó.

Tras una serie de estudios, le detectaron hipertensión pulmonar y si bien ha tenido recaídas con arritmia, la medicación logró compensarlo casi al 100%. Ahora está medicado con una bomba gástrica y tiene concentración de oxígeno en la casa por cualquier cosa que necesite.

En este contexto, la vida le puso otro desafío: enfrentar el coronavirus. Sin saber cómo, se contagió de la enfermedad que causa estragos en el mundo y le tocó atravesar diferentes instancias desde el miedo hasta los síntomas que éste produce y más en su condición de salud.

"Me contagié y la puedo contar. La pasaron mi esposa, mis hijos. El susto de mi familia fue grande, de mis padres, mis hermanos. El primer día le dije al doctor que me atiende por la Hipertensión Pulmonar que tenía nauseas, con vómitos y me dijo que me hiciera el hisopado. Le decía a mi mujer que no creía que era para tanto pero me asusté porque pasó un día de eso y perdí el gusto. Ahí no más me hice el hisopado y me dio positivo", relató. 

A partir de ahí todos quedaron aislados y su mayor temor fue también por sus seres queridos ya que un día antes había estado con su padre. Por suerte, pudieron salir todos adelante y el 20 de abril recibieron el alta médica.

"Fue duro porque es una sensación que te molesta estar sentado, acostado. No queríamos que llegara la noche porque te agarraban todos los síntomas malos en la noche. Cuando me faltaba el aire el médico me dijo que usara al oxigeno. Fueron 2 noches muy difíciles", agregó reconociendo que le quedó "miedo y terror" y más allá de haber salido del covid-19 el pánico surge por la posibilidad de volver a contagiarse y que sea peor por la enfermedad pre-existente que tiene.

La Hipertensión Pulmonar es una enfermedad que afecta a las arterias en los pulmones y el costado derecho del corazón. La afección empeora con el tiempo. Sin embargo, los medicamentos y la oxigenoterapia pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

"Cuando me enteré que tenía Hipertensión Pulmonar al principio no me dio miedo porque no tenía ni idea lo que era, no tenía la magnitud. Pasando el tiempo me di cuenta que es una enfermedad complicada, difícil de llevar. Paso a paso la llevo pero es difícil. Vivo el día a día como si fuera el último. Se trata de disfrutar de mis hijos, de mi mujer, de un abrazo de mi mamá. He aprendido a convivir con la enfermedad, he pasado momentos duro, he tenido mucho miedo y he pensado en que me iba a morir", confesó.

Hoy está jubilado y tiene 3 hijas, la mayor de 18 años y la menor de 8 años que por suerte hasta ahora ninguna heredó la enfermedad. Su esposa trabaja en la escuela en la que él fue portero y pasar por ahí le genera mucha melancolía. 

"Además llevo a mi hija que está en burbuja y me da ganas de volver, estar. El trabajo es muy lindo, uno se distrae, a veces uno tiene conflictos pero el trabajo es salud", agregó añorando viejos tiempos.

Finalmente confesó que se siente "orgulloso" de la familia que Dios le dio y recomendó a todos que ante los primeros síntomas se consulte al médico para evitar complicaciones a futuro.

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