Hacerle frente a los desafíos, no bajar los brazos e ir siempre para adelante. Alejandra Tobares es mamá y emprendedora. Durante la pandemia se enfrentó a múltiples desafíos, como muchos sanjuaninos y argentinos, y si bien algunos costaron afrontar, le puso el pecho y salió adelante.
Ella es mamá de dos chicos y tiene su emprendimiento familiar, “Algiuben”, dedicado a los dulces y conservas. Durante el 2020 le tocó enfrentar las dificultades de vender a un destinatario que se vio reducido notoriamente: el turístico, y que aún sigue en baja a raíz de los límites puestos a nivel nacional e internacional.
Algiuben es un nombre compuesto por fragmentos de los nombres de ella y de sus dos hijos: Giuliana (11) y Benjamín (22). De ahí surge esta denominación que hoy es su marca y que, a lo largo de los años, se convirtió en la identidad de sus productos.
"Empecé en el 2017 porque estaba desocupada y ahora la pandemia nos retuvo un poco. Veníamos trabajando en el mercado provincial muy bien y pusimos el producto en Córdoba, Rosario, Buenos Aires y Usuhaia. Pero la pandemia nos frenó", comenzó explicando Alejandra a Diario La Provincia SJ.
La emprendedora, hace una línea gourmet de alimentos. Se dedica a dulces y conservas, y en su amplia variedad de productos tiene conservas de diferente tipos, incluso 13 variedades de aceitunas rellenas, por ejemplo con nuez, almendra, pasa de uva, rockefort y salame, entre otros.
"La pandemia nos afectó bastante y si bien era alimento, vendía lo nuestro en negocios regionales, donde no se vendían productos de primera necesidad. Ellos trabajan con el turismo y debido a la pandemia su clientela se redujo notoriamente y tuvo un impacto en toda la cadena", lamentó.
Pese a todo se mantuvo con el boca en boca y las redes sociales. Fue buscando la forma de "mutarse" y encontrar las "alternativas" para seguir llevando el dinero al hogar de la mano de su emprendimiento. No es fácil pero la lucha se lleva con toda la energía desde que abre los ojos a primera hora de la mañana y hasta que finaliza el día.
Junto a su capacidad laboral lleva su trabajo en el hogar como madre. Su hija menor tiene Síndrome de Down y es la luz de sus ojos por eso le dedica todo lo que puede para darle lo mejor.
"Ella es todo un desafío por su condición. Me dedico a su rehabilitación, fonoaudiología, psicopedagoga, va a la escuela, a natación y a taller de pintura", enumeró la joven madre quien aclaró que está sola en la crianza pero está agradecida a la vida por los dos hijos que le dio.
"Son 2 trabajos de mucho sacrificio pero tiene muchas satisfacciones tanto con mi hija como siendo emprendedora", finalizó subrayando también la fuerte colaboración que recibe de su hijo y su tía quienes la ayudan en el envasado de los productos que hace para la venta..
