El coletazo de los efectos de la pandemia en los ingresos de las familias beneficiarias del IPV sigue haciéndose notar como así también la situación de los deudores crónicos. Es que la recaudación del organismo no repunta porque hay morosidad en las cuotas y se analizan acciones puntuales.
"La situación de morosidad promedia el 55% y afecta a adjudicatarios que recibieron su casa hace 20 años y a los que la tienen hace 3. Los montos de las cuotas no se acercan a lo que una familia paga por el alquiler de una casa y eso realmente preocupa", destacó el director de IPV, Marcelo Yornet a Diario La Provincia SJ.
Quienes accedieron a una vivienda abonan hasta $7000 por cuota, lejos de los $20.000 que demanda un alquiler. "Este es un sistema solidario en el que quien paga su cuota ayuda a otros sanjuaninos a tener sus casas. Los procesos son complejos y no se busca quitar viviendas, sino que se paguen las cuotas y se las habite como casa única", puntualizó.
En eso, desde IPV comenzaron a enviar intimaciones a quienes tienen importantes deudas y se analizan los procesos a seguir con los denominados "deudores crónicos" de cuotas. "La ley que nos rige habilita los procedimientos administrativos y legales para actuar y se siguen los pasos correspondientes que incluyen la intervención de Fiscalía de Estado. El paso último, si no hay solución, es la revocación de la adjudicación por situaciones irregulares", marcó.
De acuerdo a los registros actuales, hay 43.000 familias en espera de una casa en San Juan y están empadronados en IPV. "Ese panorama cambia ya que cada día se forman nuevas familias que necesitan una solución habitacional", señaló el funcionario.
