Historia

Era proteccionista de animales y decidió convertirse en veterinaria para ayudar a las mascotas

La joven sanjuanina se recibió recientemente de veterinaria en Córdoba y de vuelta en su provincia natal, sueña con tener su propia clínica.
sábado, 24 de abril de 2021 08:50
sábado, 24 de abril de 2021 08:50

Este 24 de abril, alrededor del mundo se celebra el "Día del Veterinario", profesión que en San Juan crece cada vez más con mayores e innovadoras propuestas, para atender la salud de los integrantes "peluditos" de las familias. En este caso, la joven veterinaria Noelia Galiana, quien se recibió hace 2 años en la Universidad de Río Cuarto, pisa fuerte en la provincia tras vivir experiencias que la llevaron a elegir ese camino. 

“Llegué acá y empecé a trabajar en una veterinaria, cuando empezó la pandemia me di cuenta que había mucha gente que no quería salir entonces empecé a hacer domicilios. Cada vez me fueron llamando más ya que hay personas que no pueden transportar a sus mascotas; compre drogas para poder medicar a las mascotas en sus casas y no solamente hacer la consulta”, comenzó relatando Noelia, a Diario La Provincia SJ.

Sin embargo su historia comenzó mucho antes, cuando era tan sólo una adolescente y tuvo su primera relación fuerte con los animales. Al momento de salir de la secundaria, decidió viajar a Río Cuarto, en Córdoba, para convertirse en médica veterinaria y regresar a su San Juan natal, llena de sueños.

“Quise hacerlo cuando me metí a una sociedad protectora de animales y ahí me empezó a llamar la atención. Habré tenido 17 años y estuve dos años en esa protectora, me interesó mucho estudiar a los animales, después me fui a Río Cuarto y me enamoré de la carrera, la hice al día. Creo que es muy apasionante la profesión y con el tiempo me di cuenta que como todos los trabajos, tiene su parte difícil, y que es que no podemos salvarlos a todos”, recordó. 

Y añadió que "como proteccionista estuve en la Sociedad Sarmiento con mi hermana mayor, nuestra tarea era buscar movilidad para llevar los animales al veterinario y de ahí seguir sus instrucciones para curarlos. Hacíamos antisepsia de heridas, dábamos la medicación a horario, llevábamos perros para dar en adopción a la Feria de Las Pulgas y también hacíamos el seguimiento"

En este aspecto, reconoció que para poder llevar la carrera al día, necesitó mucho de la ayuda de sus padres ya que estudiar en otra provincia requiere de un esfuerzo económico elevado. "Adquirí un hábito de estudio para poder llevarla al día porque vivir afuera tiene sus altos costos y me perdí de muchas cosas para lograr aprobar materias", refiriéndose a eventos familiares importantes ya que no siempre pudo visitar su provincia. "Con esfuerzo y sin perder de vista el objetivo llegué a la meta y con miedo e incertidumbre decidí darle una oportunidad a San Juan". 

Noelia eligió especializarse en pequeños animales que es a lo que finalmente se dedica, atención clínica a perros y gatos con una nueva etapa por comenzar. Es que en mayo, la joven iniciará un posgrado en piel de pequeñas mascotas.

En este sentido, señaló que “no siempre es fácil pero a mí me encanta y me hace muy feliz. Hay que saber llevarla, a mí me gustaría tener mi propia clínica, tengo esperanzas de que pueda en un futuro, por eso también comencé a hacer domicilios, porque es complicado abrir una veterinaria, tengo un auto y por eso elegí la opción pero creo que no va a ser para siempre”. 

La joven se maneja en su auto particular, mientras que también trabaja en equipo con uno de sus colegas que hace ecografías a domicilio y otras médicas que toman muestras y las analizan. A partir de su iniciativa de atención a domicilio en medio de la pandemia y con una actitud de cuidado entre la gente, muchos la llaman por cuadros de gastroenteritis en sus mascotas, enfermedades de piel, y hasta por eutanasias. Lo último lo practica si coincide el caso clínico con que el animal está sufriendo y ya no se puede hacer nada para salvar su vida. 

“Trabajo todos los días, inclusive los domingos, aunque no hago urgencias ya que considero que no se pueden hacer en los domicilios porque no tenemos los suficientes equipos, por eso las dejamos más para las clínicas. La gente se vio muy agradecida y está bueno porque después, si hace falta volver, se cobra medio control, no una consulta entera, y continuamos con seguimientos por WhatsApp o vía telefónica”, contó. 

“A mis colegas me gustaría decirles hoy que entre todos intentemos hacer que se valore más nuestra profesión ya que por ahí nos hacen consultas y piensan que es gratis o nos hacen preguntas a cualquier hora y tenemos que responder porque amamos a los animales, pero no se dan cuenta que es nuestro trabajo y que le hemos dedicado muchos años y tiempo de estudio”, dijo respecto a la situación de los médicos veterinarios en San Juan. 

En referencia a lo que significa para ella haber tenido la oportunidad de estudiar lo que más ama, finalizó señalando: “Para mi es lo mejor que me pasó, lo más lindo de mi vida es mi profesión. Le dedico todo el día, me encanta y no me veo haciendo otra cosa. Yo siempre, al igual que todos mis colegas, intentamos salvarlos a todos pero hay muchos factores que influyen y lamentablemente no siempre se puede, pero todos nos quedamos con que hicimos lo mejor que pudimos y el poder salvarlos es una satisfacción que nos hace muy feliz”. 

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