Historia

Lucha contra el Parkinson hace 10 años, de la mano de las artesanías

Beba Ruiz es una sanjuanina a la que la enfermedad le cambió la vida. Sin embargo, cada día decide seguir y luchar por lo que más le gusta hacer.
sábado, 10 de abril de 2021 15:10
sábado, 10 de abril de 2021 15:10

Durante toda su vida fue ama de casa y en su cotidianeidad supo mantener siempre ese temple que apacigua situaciones, y que tanto caracteriza su forma de ser. Sin embargo, hace 10 años, un momento de suma tensión y preocupación, cuando se dedicaba al cuidado de su padre, la llevó a recibir un diagnóstico que jamás imaginó, "tenés Parkinson", le dijo un médico y su mundo se pintó cada vez de menos colores. 

Se trata de Beba Ruiz, una sanjuanina que lucha contra la enfermedad que la lleva a que su cuerpo adopte una rigidez que no le permite hacer nada, y que en la antesala del Día Mundial del Parkinson, este 11 de abril, cuenta su historia para visibilizar lo que muchas veces se sufre en silencio. 

"Me levanto y casi siempre no puedo dar un paso, me cuesta arrancar, pero tomo el medicamento y a los 15 minutos ya soy otra", contó a Diario La Provincia SJ, desde la comodidad de su hogar pero en medio de un momento complicado ya que la enfermedad no la dejó moverse. "Esto de la pandemia me hizo muy mal porque todas las semanas nos juntábamos con el grupo de la Asociación Civil Unidos por Parkinson, ahí todos somos iguales, nos reunimos, hacemos ejercicio, bailamos. Cuando me dijeron que tenía Parkinson, el médico dijo que iba camino a usar bastón, y después a quedar en silla de rueda. Estaba muy mal, hasta que uno de mis hijos me llevó a la asociación, yo no quería, le respondí que no quería ver mi futuro, pero cuando llegué me encontré con lo más lindo que me pasó", agregó. 

Beba tiene 3 hijos y 8 nietos a quienes ama con su corazón. Precisamente ellos son uno de sus motivos por el cual no se rinde en su lucha, y por quienes aún aprende, a diez años de su diagnóstico, a manejar la enfermedad que ya la llevó a usar bastón. El segundo motivo es que es artesana, y el tercero, su querida asociación. 

Beba junto a sus hijos

"Hago artesanías con flores secas que si bien no vendo, siempre tengo para regalar, aprendo de una prima que hace", dijo orgullosa como una de las principales técnicas para poder combatir esa rigidez que la atrapa en ciertos momentos, y no la suelta. "Con todo esto ya no nos juntamos y eso se extraña pero siempre trato de hacer algo, me invento cosas para olvidarme de mi enfermedad. Cuando iba y terminábamos todos bailando, una de mis hijas se sorprendía de lo que podía hacer y me preguntaba "¿Mamá, dónde aprendiste eso?"", recordó. 

Hace pocos meses, Beba comenzó a transitar su enfermedad con fuertes dolores en su cuerpo. Asegura que si tuvo coronavirus, pudo no haberse enterado porque los síntomas son muy parecidos. Sin embargo, y por su edad, ya recibió la primera dosis de la vacuna y por eso se muestra esperanzada y ansiosa de que "todo pase rápido". 

En compañía de sus nietos

"Coqueta" como ella se define, en su proceso sufrió de muchos golpes y caídas debido a que no se puede mover. Eso es lo que más a agobia, ya que "aún no asumo la enfermedad que tengo". "Es muy difícil el Parkinson, es feo, es algo que uno no puede controlar, es espantoso. Sé que hay que hacerse amiga de al enfermedad, yo todavía no puedo, pero tal vez lo logre", finalizó con emoción. 

 

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