Historia

Resistir y resurgir: Manolo el "paellero" que no bajó los brazos y trabaja feliz en Semana Santa

Manuel Fernández transita por los pasillos del Súper desde hace 50 años de domingo a domingo y el año pasado por primera vez vio la soledad en el lugar. Hoy vive la alegría de la reactivación en Semana Santa.
martes, 30 de marzo de 2021 09:22
martes, 30 de marzo de 2021 09:22

En el 2020, las sillas estaban apiladas, las mesas vacías y la poca iluminación develaba la ausencia de los comensales. La cuarentena estricta obligaba a estar encerrados a los argentinos. En su rincón del Súper de calle General Acha, trabajando con su equipo, se encontraba Manuel Fernández, más conocido como Manolo. 

El gastronómico preparaba sus tradicionales paellas y pezcados a la espera de los clientes que pasaban a buscar sus porciones para Semana Santa. Por aquel entonces sus ojos reflejaban tristeza por la soledad que allí "aturdía". 

Hoy el escenario cambió y en su rostro se refleja mucha alegría. La sonrisa se dibuja en su cara de manera extensa y si bien todavía se está en época de pandemia, los tiempos han cambiado. Bajo estricto protocolo, los comensales ocupan las mesas para deleitarse con alguno de los platos que allí sirven y la vida que allí se palpita, le suman mucha adrenalina.

"Ahora está como en los viejos tiempos. El año pasado no estábamos con el servicio de mesa, la gente podía salir poco. Sufrimos mucho la pandemia nosotros, nuestros empleados. Gracias a Dios se recuperó y si bien no vuelve a ser el 100% como antes pero se está trabajando", expresó Manolo a Diario La Provincia SJ.

El local fue el único que quedó en pie, en el área de comidas hechas del Súper, durante el 2020. Sus colegas no continuaron trabajando pero él sí para conservar el trabajo suyo y de su gente. Luego con la flexibilización de la cuarentena tuvo que readaptarse para poder continuar trabajando. Así fue como hoy ofrece la capacidad de ocupación del local al 60% por sector, lo que significa de 10 a 15 mesas menos que antes. 

"Ahora estamos un poco más feliz. Vivimos la adrenalina del día a día, poder vender el servicio a la gente, el cliente de años viene conversa. Es otro panorama, menos tristeza, más alegría", expresó Manolo y confesó que cada cliente afronta también sus problemas personales producto de la pandemia.

"Algunos ya no están por la pandemia y han fallecido, otros clientes son muy grandes y siguen comunicándose con nosotros pero tiene miedo de salir por ser gente mayor. Tenemos clientes que son amigos", contó.

En este camino también les tocó perder clientela por ser víctimas del coronavirus. A la memoria de Manolo se vino la de una clienta que perdió su marido y su suegra por la enfermedad. "Hay mucha tristeza en algunos clientes que vienen y vuelven a venir", relató.

En este escenario, se prepara para vivir la Semana Santa con movimiento y siempre con los protocolos. Para el viernes ya tienen planificado vender paella a 450 la porción, el filet de merluza a 700 pesos el kilo y el 1/4 rabas en 500 pesos.

 

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