Deportes y oportunidad

Espartanos: una "guinda" unió los dos mundos en el Penal de Chimbas

Se trata de un proyecto que lleva adelante la Fundación Espartanos para reinsertar en la sociedad a los presos a través del rugby.
domingo, 28 de marzo de 2021 16:47
domingo, 28 de marzo de 2021 16:47

Desde julio del 2018, las personas privadas de su libertad en el Penal de Chimbas, tuvieron la oportunidad de elegir cambiar de vida y sumarse a un pabellón especial, con base en la religión, la inclusión en la sociedad y el rugby. Se trata de la Fundación Espartanos, que llegó a San Juan de la mano del abogado Federico Zapata y que desde entonces se transformó en un éxito dentro del reclusorio.

Libera tensiones, fomenta la disciplina, pero por sobre todas las cosas, enseña a trabajar en equipo, esas fueron las principales razones por las que el rugby se convirtió en poco tiempo en un gran canalizador de los reclusos quienes entrenaban con los profes de la fundación, pero también se preparaban mucho solos durante la semana. 

Como a muchas otras cosas, la pandemia los paralizó y recién este sábado pudieron volver a compartir su amado deporte con "los de afuera". Es que por primera vez en mucho tiempo, ingresaron jugadores a desafiarlos. "Salió todo muy bien. Jugamos contra dos equipos, la U y Vinos. Así que nosotros armamos dos equipos también", contó a Diario La Provincia SJ el nuevo presidente regional de la fundación, Gabriel Pizarro.

El cielo estaba despejado y las ilusiones intactas para que la guinda volara a través de la cancha. "Fue una mañana pura de rugby. Salió todo muy bien, estamos muy contentos. La gente fue muy caritativa, nos trajeron ropa y mercadería. Nosotros les entregamos un reloj que hicieron los chicos", agregó el abogado. 

Una jornada en la que "el adentro" y "el afuera" se unió para demostrar que el deporte no tiene barreras.

Sobre la Fundación
El programa cuenta con su pabellón propio en el que hay entre 40 y 60 internos, aunque además hay otros dos equipos que practican con ellos, lo que hace un total de alrededor de 120 hombres. En febrero del 2019, el programa comenzó a incluir a las mujeres, pero hasta el momento participan alrededor de 15 chicas.

"El cambio ha sido impresionante en los hombres. El 80% del penal quiere estar en nuestro pabellón y en nuestro proyecto. Les damos actividades deportivas, espirituales, ahora hemos firmado un convenio con el Sindicato de Empleados de Comercio para empezar con talleres de capacitación virtuales. Lo único que les pedimos es que sea un pabellón ejemplar, que demuestren con su conducta que no repiten su comportamiento de su anterior vida", contó el fundador Federico Zapata. 

Algo fundamental para que el programa pudiese instalarse fue el apoyo de la dirección del Servicio Penitenciario, quienes les posibilitaron entrar a los voluntarios y llevar a cabo las diversas labores para generar un cambio en los presos. "Hay muchos que nunca han tenido afecto y cuando los tratás bien generás un cambio. Ellos se empiezan a dar cuenta de que son capaces de hacer otra cosa, principalmente a través del deporte, eso los une y les da amistad entre ellos cosa que es muy difícil de generar ahí. En la cancha el compañero es un amigo, además de que se fomenta mucho el autocontrol".

Al ver los resultados, muchos internos han querido pertenecer a este grupo, pero según aclara el letrado, sus integrantes tienen que estar cumpliendo condena por delitos como narcotráfico o robo, pero nunca por abusos ya ellos necesitan otro tipo de ayuda.

"En los primeros entrenamientos, cuando venían con reclamos les dijimos que nos íbamos y cambiaron la actitud. En dos años no hemos tenido ninguna pelea. El respeto es algo que se empieza a contagiar. Ellos saben que venimos de afuera, que no tenemos la obligación de ayudarlos y nos hemos acordado de ellos y si hay algo que hay en la cárcel son códigos", sentenció Zapata. 
 

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