Este sábado Falabella cerró finalmente sus puertas en San Juan, 3 días antes de lo previsto. La empresa chilena bajó las persianas después de un mes muy intenso con muchas promociones y precios reducidos.
El loca, que estaba en plena peatonal, pasó a formar parte de la historia del comercio provincial donde aún se recuerdan locales como La Rueca y Casa Chait. Las ventas se dieron hoy hasta el mediodía cuando se dio la gran "ganga", donde las últimas prendas que quedaban podían llevarse a precio muy reducido.
La empresa en las últimas 48 horas ya había dado un cambio en la vidriera que algunos peatones atentos ya habían quedado asombrados. Es que la firma había optado por seguir manteniendo la vidriera activa pese a no tener muchos productos para exponer. Con toda la indumentaria puesta a la venta en el salón principal de ingreso, las vidrieras fueron armadas de manera muy creativa.
Es que los empleados abocados al arte, decidieron vestir los manequén con papel crepe. Para ello armaron vestidos voluminosos combinando los colores y las formas para llamar la atención de quienes transitaban. A primera vista parecía indumentaria de fiesta, sin embargo a los pocos metros ya se podía dilucidar que era todo descartable.
Pero hubo un toque más que llamó la atención: las perchas. Es que éstas fueron usadas también para relucir las formas de "los modelos" y el resultado fue muy bueno.
