El 22 de diciembre de 2020 marcó la vida de la familia Altamirano. Aquel martes, pasado el mediodía, Cinthia tomó su moto trabajando en un delivery y la tragedia la encontró en calle Mendoza y Constitución, a 100 metros de calle 5 en Pocito. Un camión la embistió y su vida se apagó en un mintuo.
A poco más de 3 meses de aquel día, el dolor está intacto en su familia y el deseo de justicia se renueva minuto a minuto. "Estos meses fueron muy duros. Y cada día que pasa es más doloroso saber que no está y ver a su pequeña hija que tanto la necesita. La tristeza nos desborda el alma. Ya nada volverá a ser igual. El dolor no va a pasar nunca", expresó su hermana, Mónica, a Diario La Provincia SJ.
La familia recuerda a Cinthia como "una joven mamá que día a día luchaba para que a su pequeña hija no le faltara nada". "Era hermosa, simpática y con un carácter que la caracterizaba y la hacía muy especial. Era la persona esencial de la familia, la que siempre estaba para todo y cada cosa que necesitábamos. Era muy querida, con muchas amistades que le dio la vida y su fanatismo por Racing y Axel", agregó.
Son muchos los recuerdos que conservan y eso es "lo que calma el dolor por momentos" hasta que caen "en la realidad y el dolor del corazón que es tan grande". Cinthia era la más chica de los cinco hermanos y también "la más pícara y audaz". Era madre de una nena de 3 añitos, por quien daba todo y trabajaba a sol y sombra.
Precisamente por esa pequeña que tanto la necesita su familia intensificó el deseo de justicia y que la causa no se pierda y quede en nada. En la continuidad del duelo por la pérdida, por ahora no piensan en marchas pero sí que el responsable del siniestro vial pague por lo que pasó.
"De la justicia esperamos la aplicación correcta de la ley para que las condenas sean acordes al daño causado, teniendo en cuenta los agravantes. Que se cumpla con el retiro definitivo e inmediato de la licencia de conducir ya que en todos los casos el homicida vuelve a conducir y que sepan que detrás de cada víctima hay una familia destruida", expresó Mónica y agregó: "seguiremos de pie ya que tenemos una pequeña niña a la que debemos acompañar y pidiendo para que la Corte haga velar a sus miembros por el correcto cumplimiento de la ley, que no sean más cómplices del amiguismo de semejante negligencia y torpeza".
La familia Altamirano forma parte de la Asociación Familias del Dolor y están muy agradecidos con ellos porque los han acompañado desde el primer momento. Junto con ellos luchan para que se haga justicia para que "nuestros ángeles puedan volar en paz".