Asesoramiento

Tras el terremoto, trabajan en la colocación de mallas metálicas en casas de adobe

Selva Martínez, directora del CIRCOT, señaló la importancia de no dejar de lado las viviendas de adobe que quedan en pie.
viernes, 5 de febrero de 2021 19:16
viernes, 5 de febrero de 2021 19:16

El martes 18 de enero, se produjo en la provincia un sismo de magnitud de 6.4 grados en la escala de Richter, a 57 kilómetros de la ciudad, con epicentro en el departamento Sarmiento y a una profundidad de 8 km. Como lo indicaron en ese momento fuentes oficiales, desde 1944 se trabaja en un código edilicio (construcciones sismorresistentes) que permitió que los daños materiales sean mínimos teniendo en cuenta la magnitud del evento y no se tuviera que lamentar víctimas fatales.

Sin embargo y como lo manifiesta Selva Martínez, directora del Centro de Investigaciones para la Racionalización de la Construcción Tradicional CIRCOT, todavía existe en San Juan otra realidad, las construcciones con adobe. Quienes no pueden acceder a una vivienda sismorresistente “lo hacen con lo que conocen, lo que es la arquitectura vernácula o tradicional (el adobe), una práctica que se transmitió de generación en generación y que al mismo tiempo es un material económico, que lo tienen en la naturaleza", indicó la profesional a unsj.edu.ar.

En este marco, agregó que "no es lo aconsejable o ideal, pero no podemos ignorar que hay una gran cantidad de viviendas de adobe y no solamente la vivienda rural de adobe, sino además los asentamientos construidos en tierra”.

Ante esta situación y la emergencia de quienes perdieron sus hogares por el fuerte sismo, desde el CIRCOT se está brindando asesoramiento para reforzar y brindar seguridad a la construcción con adobe. Se trata de la utilización de mallas metálicas que se colocan en las esquinas, interna y externamente y que se encuentran conectadas entre sí. “Esto permitiría que la construcción resista unos minutos más y puede ser evacuada”, expresó Martínez. Y aclaró que se tratan de normas para brindar mayor seguridad a la vivienda ante la catástrofe, pero siempre “a la espera de la vivienda sismorresistente”.

Fuente: Universidad Nacional de San Juan 

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