Su rostro contagia alegría. La sonrisa la tiene en la cara casi todo el tiempo y con ella le hace frente a los dolorosos tratamientos que recibe para superar una dura enfermedad. Este jueves, en la habitación del Hospital de Niños, Liam Emir Esquiavone cumplió 3 añitos y si bien no tuvo torta ni piñata ni bela para soplar, a su lado estuvieron sus padres para acompañarlo en el momento más difícil de su vida.
El pequeño está internado con Leucemia Linfoblástica, Aguda tipo B, una enfermedad que fue detectada hace apenas 2 meses. Desde el 13 de diciembre pasado, transita un camino que conmueve a todos, especialmente desde el momento que comenzó a circular un video en las redes donde se lo ve tocando la guitarra al ritmo de "Hasta que te conocí" de Maná, en la habitación del hospital.
"Hace 2 meses, el 13 de diciembre lo llevé al hospital de Pocito porque se había inflamado el estómago, y le dolía. Le hicieron análisis, radiografía y me dijeron que había salido mal. Nos trasladaron al Rawson, le hicieron todos los estudios y a los 4 días nos dijeron que tenía leucemia", comenzó relatando Gerónimo, papá de Liam, a Diario La Provincia SJ.
A partir de ese día el mundo le cambió 100% tanto al padre como a la madre del niño y a sus hermanos. Tuvieron que dejar la casa en Pocito para ir a "vivir" al hospital. Es que allí el niño se somete a las punciones, a la quimioterapia, y a todo el proceso para lograr encontrar el camino de la recuperación.
Para que los días se hagan un poco más ameno, los padres lo entretienen con dibujos animados, que conoció por primera vez a través del televisor de la habitación como es Pepa Pig, y lo incentivan con la música. "Cuando la madre estaba embarazada de él, le ponía música en la pancita y nació con ese tema. Escucha y baila, con cada ritmo que siente sin importar si es romántica, clásica o cumbia", agregó el papá quien destacó que le encanta tocar la guitarra de madera que tiene.
A medida que relató los momentos que el niño "inyecta" alegría a su entorno, el padre quebró la voz. Si bien trata de contener las lágrimas, eso se torna algo inevitable por el momento que les toca vivir. Es que Liam está enfrentando una enfermedad que no da tregua y la condición de la familia es muy humilde.
"Gracias a que está el hospital Rawson podemos hacer frente a la leucemia, sino, no se qué haríamos porque el tratamiento es muy caro. A principio del año pasado tenía trabajo en un taller metalúrgico pero cerró por la pandemia, seguí con un trabajo de mantenimiento pero con la enfermedad de él todo se complica", señaló el padre y luego subrayó: "estamos en una condición humilde y no tenemos nada. Acá en el hospital de día le hacen las punciones y cuando le sacan un análisis hay un televisor y él está chocho con eso. Él ve la Pepa y se pone contento pese a lo que le pasa".
Liam y sus padres no tienen una casa propia. Viven con la abuela en calle 10 entre David Chavez y Lemos, en Pocito. Allí ahora la "nona" cuida a los tres hermanitos del niño, de 11, 14 y 16 años, y a la bebé de un año y medio. En el fondo de esa casa, Gerónimo había empezado a levantar las paredes de una habitación para vivir pero con el terremoto, una se cayó.
Ese 18 de enero a las 23:45, Liam y su padre se encontraban en la habitación del hospital. En ese momento del movimiento vivieron una gran desesperación.
"Estábamos en el hospital y fue terrible, se movió todo. Estamos en el tercer piso y en ese momento él estaba en la cama dormidito. Yo estaba sentado en una silla esperando para darle el medicamento y escuché el bramido. Salté y lo levanté, lo llevé a mitad del pasillo y cuando me di cuenta lo que hacía dije 'a donde voy'. Cuando volvía a la habitación sentía el griterío", recordó Gerónimo quien definió esa noche como "muy desesperante, terrible".
Ahora el pequeño y la familia necesita de la ayuda de la comunidad para salir adelante. Principalmente necesita leche en polvo y pañales XXG para él. Además necesitan un lugar con "condiciones aptas" para vivir cuando reciba el alta porque cuando le hacen la quimioterapia le bajan mucho las defensas y cualquier cosa le puede hacer infección.
"Uno anda llorando por los rincones para que no lo vean, uno vive mal, pensando en lo que nos pasa. Llegamos al punto de la desesperación hasta que uno se tranquiliza, y otra vez vuelve todo. Si bien nos dicen que va bien, las células están controladas, la tristeza está", finalizó el papá de Liam quien sobre todo necesita recursos para poder alquilar y salir adelante.
Para acercar ayuda, Liam está internado en la habitación 338, del tercer piso del Hospital Rawson. Se pueden comunicar también vía telefónica al 264-5731961 o al 264-5103954.
