Historia

Tiene 3 nietitos a cargo, se le cayó parte de la casa con el terremoto y pide una carpa para vivir

La vivienda se ubica en Villa Vallecito, en calle San Miguel, entre 8 y 9 en Pocito.
martes, 2 de febrero de 2021 13:54
martes, 2 de febrero de 2021 13:54

Desesperada. Así está Isabel Molina, una mujer de 53 años de edad que atraviesa un difícil momento tras el terremoto del 18 de enero pasado. Se le derrumbó parte de su casa y el resto quedó con importantes deterioros en el techo y las paredes. La mujer vive con sus 4 hijos de 11 a 17 años de edad y está a cargo de sus 4 nietitos de 6 años a 5 meses de vida.

Después del terremoto decidió que todos durmieran en el fondo pero con estos días de frío debió meter a los niños a la casa, a la galería que actúa como un comedor. Allí dispusieron los colchones para dormir y así evitar que las bajas temperaturas o las inclemencias del tiempo traigan otro problema: las enfermedades.

"Desde que fue el terremoto estoy con las camas en el fondo de mi casa porque se partieron los techos, las paredes torcidas, se cayó el baño, se desmoronó. En los techos de los dormitorios tuvimos que poner dos puntales. El otro techo está panseado y se han generado escombros. Está muy delicada", relató preocupada a Diario La Provincia SJ.

La vivienda se ubica en Villa Vallecito, en calle San Miguel, entre 8 y 9 en Pocito, y es la tercera casa del lugar. Allí vive con sus hijos de 11, 13, 15 y 17 años de edad. Además están los nietos de 2, 3 y 6 años de edad y el bebé de 5 meses, a quienes tiene a cargo.

La noche del terremoto la recuerda con mucha angustia. A ese día lo define como "horrible". "Me estaba acostando, mis hijos también. Y cuando fue el terremoto sentimos como que nos pegaban. Les decía que corrieran para afuera pero se trancaron en los cascotes que caían, se desmoronaba", trajo a la memoria. 

Tras ese mal momento, sacaron las camas al lote que está al lado de su casa, que es un baldío privado, y por unos días durmieron ahí. "Ahora me da miedo. Estamos en peligro, nos asustamos de nuevo con el viento fuerte por el delicado estado del techo. Con el frío, los colchones los llevamos al comedor. Nosotros estamos afuera, pero a los niños los refugiamos momentáneamente en el comedor", agregó.

"Ahora ellos se asustan con los temblores. Me cuesta mucho porque han quedado muy asustados y tienen miedo. Por eso necesitamos una carpa para refugiarnos. A mi consuegra le han llevado la carpa y han podido pasar la lluvia, el viento y el frío", destacó. 

Isabel trabaja como obrero rural en época de cosechas. Ahora está dedicada a cuidar los niños, especialmente sus nietos, para quien pidió leche, pañales y colchas. Además pidió calzados y abrigos porque se viene el frío y no están preparados.

"Pasado el frío voy a volver a sacar los colchones porque me da miedo que los niños duermen ahí y si hay un remezón no se que puede pasar", finalizó. 

Para ayuda llamar al 2644151007.

 

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