Historias

Hortencia, la abuela sanjuanina que terminó el secundario a sus 72 años

Siempre tuvo la espinita por no poder lograrlo antes, ahora le gustaría empezar una carrera universitaria. Conocé su historia.
domingo, 12 de diciembre de 2021 12:28
domingo, 12 de diciembre de 2021 12:28

La educación secundaria actualmente es obligatoria en la Argentina, sin embargo no todos tuvieron la posibilidad de acceder a ella en su momento. Algo así le sucedió a Hortencia Díaz, una abuela de 72 años que decidió no dejar nada pendiente y utilizar el tiempo libre a raíz de la pandemia para finalizar los estudios que tuvo que abandonar cuando era joven. Sus esfuerzos dieron fruto ya que hace algunos días rindió la última materia y se convirtió en egresada 2021.

Hortencia es hija de un trabajador rural por lo que la mayor parte de su vida la vivió en zonas alejadas. Esto fue clave en su trayecto escolar, porque aunque ahora haya una gran cantidad de instituciones educativas, hace varias décadas atrás, no ocurría lo mismo, por lo que si un chico quería estudiar, se tenía que trasladar hacia las ciudades más importantes y no siempre daba el presupuesto. 

"Ha sido muy lindo porque siempre soñé con terminar la secundaria. La dejé porque éramos muchos hermanos y en esa época no había muchos colegios secundarios. A mi papá cuando no le gustaba un trabajo se cambiaba así que nos recorrimos casi toda la provincia y sus escuelas y nunca tuvimos un problema; pero cuando pasé al secundario vivíamos en Angaco y después nos fuimos a vivir a 25 de Mayo, y solo había escuelas en Caucete y en el centro de la Ciudad y los costos eran muy altos como para que todos estudiáramos", contó la egresada a Diario La Provincia SJ.

El desafío de volver a estudiar en la adultez
Nunca es tarde para cumplir los sueños y Hortencia decidió emprender este camino hace varios años pero la vida volvió a interponerse varias veces. "Comencé en el 2010 o antes y ahora con esto de la pandemia, como tenía bastante tiempo, me propuse terminar lo que me quedaba y así lo hice. Los abandoné cuando mi mamá se enfermó y tuve que viajar para cuidarla cada cuatro días. Después se enfermó mi esposo y el tiempo siguió pasando".

El apoyo de su familia fue fundamental a la hora de encarar este desafío. "Estuve casada con un hombre maravilloso al que extraño mucho. Me casé a los 17 años y él tenía 20. Ahora soy viuda, pero tengo tres hijos y cinco nietos. Tenemos una hectárea de parral y siempre trabajé ayudándole a mi marido, así que me dediqué a colaborar con él".

Sus hijos y nietos, el principal sostén de Hortencia.

Mientras tanto, seguía con la idea fija de concluir eso que no pudo hacer en su juventud. "Siempre me gustó la historia y la geografía así que un día me puse a estudiar con la ayuda de mi vecina y de mi nieta que está a punto de recibirse de bioquímica. Nunca dejé de ojear los libros", confesó. 

Fue así que con un nueve, otorgado por la vicerrectora del colegio, hace pocos días la Química le dio la alegría de transformarse en egresada. "Quiero decirles que nunca es tarde para empezar algo. Ahora sin una carrera no podés llegar a nada", sentenció Hortencia.

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