Curiosidades

Aniversario del nacimiento de Laprida: el prócer sanjuanino al que le falta un zapato desde hace 77 años

Esta semana el diputado que representó a la provincia en el Congreso de Tucumán cumpliría 235 años. Conocé la polémica historia de las dos estatuas que se alzan en su nombre.
sábado, 23 de octubre de 2021 21:41
sábado, 23 de octubre de 2021 21:41

Francisco Narciso Laprida, fue un diputado sanjuanino que pasó a la historia por su relevante papel en el Congreso de Tucumán que declarara la independencia en 1816. Nació el 28 de octubre de 1786, en el por entonces "San Juan de la Frontera" y a 235 años de su llegada al mundo, en su tierra natal hay dos esculturas que lo inmortalizan, con historias muy curiosas detrás. 

El primer y principal monumento en su honor está ubicado en la plaza que lleva su nombre en plena Capital, en calle Av. Libertador y Alem, frente a la Escuela Normal Superior Domingo Faustino Sarmiento. "De hecho, éste fue uno de los primeros monumentos inaugurados en la ciudad y en su momento contribuyó a que San Juan fuera bautizada como "La Ciudad de las Estatuas" debido a la cantidad y sobre todo a la calidad de las obras y sus autores en el contexto urbano de una ciudad relativamente pequeña", contó en diálogo con Diario La Provincia SJ el arquitecto Jorge Martín, actual Director de Patrimonio Cultural, Sec. de Cultura, MTyC.

El prócer sin zapato

Fue inaugurado el 25 de septiembre de 1904. Se trata de una obra de fundición del escultor Lucio Correa Morales, pero no está precisamente intacta sino que se lo conoce como "el prócer descalzo". "40 años después de su inauguración, el 15 de enero de 1944, el terremoto provocó tantos heridos y fallecidos, pero también destruyó gran parte de las construcciones de la Ciudad y de los departamentos aledaños. En ese momento también se cayó la escultura de cuerpo entero desde su pedestal", rememoró Martín.

Al estar en un alto pedestal, es prácticamente imposible notar desde abajo la destrucción del zapato izquierdo.

Pese al gran golpe, no sufrió grandes daños. "Superada la emergencia luego del terremoto, fue instalada en su sitio y es desde entonces, que la misma presenta pequeñas fracturas en su pie izquierdo, por ello podría decirse, con simpatía, que hace 77 años que tiene un zapato roto".

¿Habría que arreglarla?, la respuesta es subjetiva, pero no hay que perder de vista que tanto la declaración de la Independencia como el terremoto de 1944 fueron momentos que marcaron la historia provincial y esa estatua, sin quererlo, conmemora ambos. "Este mínimo deterioro no constituye un riesgo significativo para la obra y por el contrario es una marca del tiempo y un testimonio de su historia. Un hecho que constituyó una intervención más desafortunada, fue que hace hace bastantes años, una gestión municipal con la intención de mejorarla la pintó con pintura, más allá de esta tarea es inadecuada, sorprendentemente no utilizó pintura símil bronce, sino cobriza", añadió el arquitecto.

De Lola Mora para el pueblo jachallero

En la plaza principal de Jáchal, llamada General San Martín, está emplazado el segundo monumento al prócer. Representa a un Laprida de pie y joven y es fruto de una reconocida escultora tucumana: Lola Mora. "Fue realizada en mármol de carrara y originalmente estaba concebida para posicionarse y permanecer en el Congreso Nacional, junto a otros tres personalidades de la historia argentina. Sin embargo, años más tarde, por disposición de la autoridad del Congreso, la estatua de Laprida como la de los otros próceres, fueron destinadas a las provincias natales de cada uno de ellos", detalló Jorge.

La escultura de Lola Mora sobre Laprida tiene tantos detalles que hasta se le pueden ver los pliegues de las medias (Actualidad Jachallera).

Si bien en un primer momento fue emplazada en el Parque de Mayo, luego fue trasladada hasta su actual emplazamiento. "Esta escultura y el sublime material en qué está realizada, fueron tristemente afectados al igual que la estatua de Laprida en la Ciudad de San Juan, también por una gestión municipal que inconsultamente decidió pintarla con esmalte sintético".

Así quedó toda pintada de blanco con esmalte sintético (Actualidad Jachallera).

Para que pudiese volver a su estado original, especialistas trabajaron en ella para evaluar los daños. "Esto requirió una serie de estudios previos por artistas plásticos locales y finalmente la intervención y restauración sistemática realizada por la artista y  también tucumana a Beatriz Cazzaniga", sentenció el Director de Patrimonio Cultural.

Artistas trabajaron durante meses para evaluar los daños y lograr restaurarla (Actualidad Jachallera).

Finalmente, fue declarada "Bien de Interés histórico" por Ley 26.505, sancionada el 5 de agosto de 2009 y promulgada el 31 agosto de 2009.

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