Profesionales del Instituto de Geología Dr. Emiliano Pedro Aparicio (INGEO), Instituto Geofísico y Sismológico ING. FERNANDO VOLPONI (IGSV) y el Grupo de Sismotectónica (CIGEOBIO) avanzaron con estudios sobre el terremoto del 18 de enero pasado en San Juan y trabajaron en un informe inicial y al parcial respecto del fenómeno.
En la investigación señalaron que un estudio previo al último fuerte sismo, ya había determinado la magnitud que podría tener un terremoto en una zona de fallas clave en San Juan. Se trata de la estimación de la magnitud que podía generar las fallas de Maradona; el valor encontrado fue Mw 6.6, un poco más alta a la ocurrida el 18 de enero que fue de Mw=6.46.
El estudio se llamó "Actividad tectónica cuaternaria del Sistema de Falla Maradona, Precordillera Central, Argentina", y estuvo a cargo de Gabriela Lara, Laura Perucca, Martín Rothis, Ana Pantano y Mauro Sáez; publicado en la página web de Geología Andina. En 2018, los investigadores que desarrollaron la tesis, aseguraron que uno de los objetivos del trabajo fue "incrementar el conocimiento de las fallas activas ubicadas en el piedemonte oriental de los cordones montañosos de Las Osamentas y del Espinacito en la Precordillera Central y conocer su evolución tectónica y geomorfológica en una región ubicada en la proximidad de los principales centros poblados de la provincia de San Juan, en el centro oeste de Argentina".
En el apartado "Análisis del SFM como fuente sismogénica", los investigadores señalaron que "Uno de los parámetros utilizados para determinar el potencial sismogénico de una falla es la estimación de la magnitud máxima probable de un terremoto. La longitud de ruptura es una de las evidencias primarias más utilizadas en la determinación de la magnitud (Bonilla, 1988; Wells y Coppersmith, 1994). Estas evidencias asociadas a paleoeventos, que normalmente se presentan como superficies de rupturas o de deformación, permiten determinar la magnitud de un terremoto a través de fórmulas empíricas, siendo una de las más utilizadas las de Wells y Coppersmith (1994)".
Y agregaron que "como resultado de la aplicación de una de esas ecuaciones empíricas específicas que relacionan magnitud momento con parámetros dimensionales (longitud del SFM de ֊ 27 km, medida manualmente a lo largo del punto medio de las trazas de fallas del SFM), se obtuvo una magnitud momento máxima probable de 6,6. Esta magnitud resulta coherente con los sismos históricos y aquellos con registros instrumentales ocurridos en la región de Precordillera y con los valores obtenidos por diversos autores para fuentes sismogénicas cercanas al área de estudio".
Perteneciente ya a la investigación desarrollada después del 18 de enero, los profesionales indicaron que se realizaron expediciones desde el día siguiente al terremoto y en los días siguientes con el apoyo de la FCEFN a las zonas de Carpintería y Maradona a ver in situ los efectos en el terreno con el uso de un dron para mediciones en zonas inalcanzables.