Historias

Día del Jubilado: Norma Aubone, el pilar de las víctimas de lesa humanidad en San Juan

Cuando llegaron los papeles de su jubilación decidió invertir su tiempo libre en acompañar a quienes hecharon luz en los delitos de una de las etapas más oscuras de la Argentina.
domingo, 20 de septiembre de 2020 20:48
domingo, 20 de septiembre de 2020 20:48


Norma Aubone es psicóloga y tras desempeñarse durante 25 años como docente e investigadora de la UNSJ decidió que era momento de jubilarse. Si bien continúa atendiendo en su consultorio particular (ahora de forma virtual), decidió aprovechar su tiempo libre para ayudar en una causa que le es muy cercana: las víctimas de los delitos de lesa humanidad.
 
Es así que actualmente forma parte del equipo de acompañamiento que fue pilar para los testigos en los Juicios de Lesa Humanidad que se realizaron en la provincia. 

"Por resolución quienes lo conforman deben ser parte del Ministerio de Salud, ya que el Estado es quien debe brindar como una forma de reparación a las víctimas. El equipo de acompañamiento es quien también hace las juntas de salud para evaluar los daños, las patologías crónicas, en aquellas víctimas que requieren un resarcimiento, por las leyes de reparación. Cuando me jubilé tenía más tiempo y el deseo de participar, pero no pertenecía a una institución, sin embargo accedí al equipo gracias a la coordinadora de Derechos Humanos y estoy a la espera de que la Secretaría de DD.HH. instrumente una resolución para que se reconozca esta incorporación", contó la licenciada en diálogo con Diario La Provincia SJ. 

Los testigos de estas megacausas son personas que pasaron por un momento tormentoso y que ahora les toca revivirlo. "Más allá de los avales formales, en la megacausa anterior, estuve acompañando a los testigos. El dispositivo se conformó por la necesidad de hacer un acompañamiento en todo lo que es el proceso del testimonio. Después de tantos años convocarlos a declarar estos hechos traumáticos que en la mayoría de los casos no pudieron ser abordados desde una terapia, en algunos casos puede llegar a revictimizarlos. Se escucha a la persona, se la ayuda en la reconstrucción de esta trama de su historia, y se los acompaña en el juicio". 

Luego de que la víctima declara en el juicio, el acompañamiento también es clave para ayudarlos a procesar estos recuerdos. "A posteriori también se los acompaña en el proceso de elaboración del pasaje por esto que representa un gran estrés y movilización. A la vez, en la medida que se tiene este acompañamiento, el proceso de pasar de lo privado a lo público, el dar un testimonio para un juicio que implique sostener la memoria y armar la verdad desde una comunidad, es algo reparador para el testigo y colectivamente", agregó Aubone.

Como parte de un conversatorio de mujeres en contexto de terrorismo de Estado, la licenciada elaboró un texto titulado "Mujeres y emancipación: sus emergentes generacionales", al que se puede acceder desde este link. 

La oscuridad en primera persona
En su época de estudiante, trabajó en la Secretaría Social de los Juzgados de Menores. "Estuve allí desde los 18 años, fue algo que me marcó significativamente mi elección, mi sensibilidad y mi compromiso con los derechos humanos. Venía desde muy jovencita saliendo de un espacio socioeconómico privilegiado y me encontré en carne viva con las situaciones de vulnerabilidad, faltas, carencias, vacíos, injusticias. Llegaba a mi casa llorando, partida de dolor, por el encontronazo con esta realidad tan alejada a mí", recordó.  

Es por ello que el dedicarse a esta tarea surgió de lo presenciado por Norma en su juventud. "Nací en los 50, pero mi juventud transité por toda esta situación de terrorismo de estado. No fui apresada ni pasé por esta terrible violencia. Sin embargo, por mis convicciones, por mi lucha, por mis ideales, me siento parte de esta generación. Creo que decidí solicitar la incorporación en el equipo porque me parecía que era una deuda el acompañar con mi escucha profesional a quienes transitaron esta experiencia", explicó la magíster. 

Entre las víctimas se encuentran personas que ayudaban socialmente por ello fue algo que impactó a Norma. "Muchas de ellas fueron víctimas por ser militantes alfabetizadores en un barrio, por ser militantes sociales, en una parroquia, por atender comedores. Fueron arrebatadas, violentadas, desaparecidas y a mí me pudiera haber pasado perfectamente. Creo que fue una de las cosas que me llevaron a buscar mi lucha por los derechos humanos desde esta vertiente". 

"El terrorismo de estado dañó a las personas en su singularidad pero también provocó un daño social. Es una herida social que hay que reparar y soy una convencida de que también cuando hacemos algo colectivo estamos también reparando heridas personal y socialmente", sentenció Aubone.


 

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