Testimonio

Desde terapia intensiva, una sanjuanina pidió por plasma: “por el vidrio vi pasar la vida y la muerte”

María del Valle López es la sanjuanina que vivió momentos y situaciones que jamás olvidará en la terapia intensiva del área Covid, del Hospital Rawson. Internada, pidió por la donación de plasma y hasta hizo un curso online.
sábado, 19 de septiembre de 2020 09:00
sábado, 19 de septiembre de 2020 09:00

El pasado 7 de septiembre, una sanjuanina comenzó un proceso que la llevaría a vivir durante 14 días momentos que jamás imaginó. Sin embargo, su fortaleza y voluntad hicieron que superara la situación y como si fuera poco, en medio de la lucha, pelear también por otros. “Ayer por ti, hoy por mí, mañana por otros”.

Esa batalla la peleó María del Valle López, una sanjuanina que se enfrentó al coronavirus desde la terapia intensiva del Hospital Rawson, donde desde que ingresó, en todo momento estuvo consciente y eso la llevó a presenciar situaciones que no esperaba ver.

“El viernes 4 de septiembre me hisoparon y recibí el resultado positivo el lunes 7. Esa semana había comenzado con síntomas leves, había tenido un malestar general que después desembocó en una dificultad respiratoria. Los médicos pensaron que como comenzamos tiempos de alergia, era eso lo que estaba afectando a mi sinusitis pero no, tras ser medicada no hubo mejoría. Cuando decidí asistir a otra institución médica, tras 48 horas de estar así, ya con los síntomas más asentados, me aislaron y me advirtieron que cumplía para dar Covid positivo”, comenzó relatando María del Valle a Diario La Provincia SJ.

María del Valle y su esposo

Desde el seno de su hogar, aún con un hisopado positivo pero con internación domiciliaria, María recordó que desde entonces su vida dio un giro y el cambio lo afrontó sola. Es que por las características de su estado fue derivada al Hospital Rawson, donde le hicieron el hisopado y quedó internada directamente en terapia intensiva.

“Me hicieron los trámites de admisión y además del hisopado me hicieron análisis y rayos X, me diagnosticaron neumonía severa e inmediatamente me llevaron a la Unidad de Terapia Intensiva – UTI-, ahí estuve con oxígeno. Me dijeron que di positivo y sinceramente esperaba que podía reaccionar diferente pero no, me lo tomé con mucha calma, sabía que estaba ahí con profesionales que me iban a cuidar”, agregó al respecto de lo que fue solo el comienzo de su proceso infeccioso.

Si bien estuvo lejos de su esposo y sus tres hijos, María jamás se sintió sola ya que recuerda, en todo momento los médicos y enfermeros, además de los profesionales que prestan asistencia psicológica, estuvieron pendientes de ella. “Me visitó la persona que iba de Iphem y me dijo que podía comenzar con el tratamiento de plasma para mi recuperación, eso fue el martes 8, es decir inmediatamente después de conocer mi resultado positivo. Sin embargo me advirtió que no tenían muchas reservas de plasma, firmé mi consentimiento para el tratamiento pero sabía que no podía quedarme de brazos cruzados. Fue entonces que pedí que me hicieran un flyer y comencé una campaña de donación de plasma estando internada”, reveló con orgullo.

Si bien el plasma que recibió fue del depósito con el que ya se contaba, María quería que todos tuvieran la misma oportunidad que ella y que también haya reservas para otros pacientes. Su recuperación fue notoria en su estado, y ella lo presenció y así lo sintió.

“Tuve la suerte de estar internada frente a un gran vidrio donde del otro lado tenían su espacio los médicos y enfermeros y veía todo lo que hacían. Uno a veces se imagina que cuando una persona ya que muy mayor, hacen sólo lo necesario pero no. He visto a equipos completos en la puerta del box haciendo todo y más para salvar a esa persona que estaba mal, hasta el último momento, con desesperación para que esa vida no se vaya así. Por el vidrio vi pasar la vida y la muerte a dos metros de mí. Yo sabía que una separación transparente traía a una persona con esperanzas o trasladaba a una con más esperanzas a otro sector, y una burbuja blanca que decía “traslados Covid” era pasar a otra vida”, admitió.

Con la emoción a flor de piel y siendo testigo de la vida y muerte de otros pacientes, María logró salir de la UTI y pasar directamente al área de clínica médica Covid el 14 de septiembre. “Estuve con una compañera”, aclaró y el pasado jueves 17, logró regresar a su casa. Allí sigue aislada ya que su hisopado hecho esta semana volvió a arrojar resultado positivo, pero su estado le permitió volver a su hogar.

María del Valle con su esposo e hijos

En su casa de Capital, María pasa los días sola y sin ver a sus hijos y esposo que se encuentran en otra parte de la casa, sin embargo, a través de muros, consiguen esa comunicación “semipresencial”. “Cuando volví la emoción la vivimos todos pero cada uno a lo lejos, todavía no les puedo dar ese abrazo que tan quiero. Ellos me cuidan muchísimo, a veces me siento un perrito porque me golpean la puerta para avisarme que está la comida del otro lado, cuando abro la puerta no hay nadie”, bromeó entre risas.

“En una de las paredes de mi habitación hay una ventana que por supuesto está cerrada pero del otro lado mi marido y mis hijos se sientan y charlamos mucho, nos ponemos al día. El primero que lo hizo fue mi esposo, necesitaba mucho escucharlos sabiendo que están ahí, y no sólo por una videollamada como hacíamos desde el hospital. Cuando estaba internada hice un curso virtual (ríe por la hazaña), y agradezco lo cuidada que estuve. Ahora buscaré que otros donen plasma porque hasta ahora es eso lo que nos puede salvar, yo lo haré cuando me recupere, lo haré sin dudarlo”, subrayó María.

Su testimonio, que ya comenzó a conocerse entre sus allegados y claro, su familia, hizo que todos la admiren y la apoyen más que nunca. Con respecto a la forma de su contagio, María admite que no sabe cómo pasó, ella es profesora de la escuela secundaria de Caucete aunque el pasado 10 de agosto no regresó a clases ya que no tiene los sextos años. Para ella, haber dado positivo sigue siendo un misterio.

“No soy contacto estrecho de ningún otro positivo, no sé cómo pasó. Con mi familia siempre nos cuidamos muchísimo y yo era la que menos salía. Además mi esposo e hijos dieron negativo, no me lo explico”, finalizó, ahora a la espera de una nueva PCR negativa que le permita ser una recuperada más de San Juan. 

Flyer que difundió mientras estaba internada 

 

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