Día Mundial

Tuvo Linfoma de Hodgkin y pudo superarlo: "tuve fuerza para vivir"

El Linfoma de Hodgkin es una enfermedad que ataca parte del sistema inmunológico llamada sistema linfático y que a Carina Riveros la afectó en dos etapa de su vida. Conocé su historia
martes, 15 de septiembre de 2020 11:00
martes, 15 de septiembre de 2020 11:00

"Me dijeron siempre que me salvó la fuerza para vivir". Con voz pausada pero cargada de gratitud, Carina Riveros aún tiene presente en su memoria aquellos años difíciles de su niñez y adolescencia que pasó internada de hospital en hospital. Fueron tiempos de lucha por vivir constantes pero nunca bajó los brazos.

La enfermedad que la atacó desde que tenía 8 años de edad fue Linfoma de Hodgkin, que es cáncer de una parte del sistema inmunológico llamada sistema linfático. Cada 15 de septiembre, el mundo se une para concientizar sobre esta enfermedad que es poco conocida y que se puede superar pero para ello debe ser diagnosticada a tiempo.

Hoy Carina transita sus 47 años y pudo revertir todos los diagnósticos médicos que incluso indicaban que no iba a poder tener nunca un hijo. Hoy es mamá de una nena de 8 años y otra de 18 años y es una mujer sumamente agradecida a Dios y a la vida por esta oportunidad que le dio de poder abrir los ojos cada mañana.

"Cuando tenía 8 años empecé con los síntomas del linfoma, que fue con una hinchazón de cuello. Me trataron al principio como paperas pero la tercera vez que se inflamó el ganglio empezaron a sospechar. Empecé con los controles en Pediatría del Hospital Marcial Quiroga y allí me salvaron la vida. Me derivaron al servicio de Hemoterapia y el equipo médico me hizo una biopsia del ganglio y descubrieron la enfermedad. Fue un balde de agua fría para mi familia", recordó Carina a Diario La Provincia SJ.

La inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, las axilas o la ingle son muy comunes como síntomas de esta enfermedad. Además, otros síntomas son fatiga, fiebre y escalofríos.

Carina aún recuerda todo lo que le tocó pasar y asegura que si hoy está viva es "por milagro y por obra y gracia de Dios". "Es una enfermedad invasiva, es como la prima hermana de la leucemia. Me diagnosticaron el linfoma y estirparon el vaso. Le dijeron a mi mamá que eso era necesario para evitar que se ramificara la enfermedad. Para evitar la propagación. Luego me hicieron radioterapia que me quemó la estructura osea y por eso hoy tengo el tórax de un niño", señaló Carina.

Por aquel entonces tenía apenas 8 años de edad y el camino fue muy difícil. Sus padres hicieron todo lo que estaba a su alcance y nunca la dejaron de lado. Incluso fueron a Córdoba a pedir otra opinión y coincidieron con el diagnóstico: tenía Linfoma de Hodgkin, estadio 3. 

Si bien logró superar la enfermedad en su niñez, luego en la adolescencia le volvió a afectar pero esta vez de manera más dura: a los 15 años le detectaron 3 tumores en la base del cerebro, en el cerebelo. Por ello fue derivada al Hospital Italiano, donde le hicieron una resonancia, estudio que en San Juan todavía no se hacía.

"Fue un caos porque viví 4 meses en el Hospital de Clínicas. Estaban por operarme, me iban a abrir. Mi papá tenía que firmar un acta haciéndose cargo de lo que podía pasar. Se me desvió el nervio óptico pero como un ángel, él llegó a hacer el acta. La biopsia me la hicieron por la nariz y salió que tenía esta enfermedad pero estadio 4, o sea más fuerte", señaló.

Como es una enfermedad tratable con quimioterapia y rayos, pudieron eliminarlos con un tratamiento de irradiación con acelerador lineal. Precisamente esto fue lo que, para los médicos, le iba a afectar la posibilidad de quedar embarazada porque justo daba donde se desprende el óvulo. Sin embargo, con los años pudo ser madre sin ningún tratamiento y hoy sus hijas con ella gozan de buena salud.

"No tuve miedo con respecto a mis hijas. A ellos les dijeron que no iba a poder quedar embarazada o que podrían nacer con defectos por haber recibido tanta quimio y pese a eso jamás se me atravesó la palabra aborto. Aposté a la vida, dije 'Dios me bendijo sanándome y si me mandó la bendición de quedar embarazada, los voy a traer al mundo'. Nunca tuve miedo", señaló.

Entre las personas que está muy agradecida se encuentra la doctora Susana Gómez, quien fue definida pro ella como "una persona muy importante"; a Linfomas Argentina Asociación Civil que forma y contiene a todos los que atraviesan esta enfermedad; a su familia; y a Anabell González, una amiga de "hierro" que la acompañó en el momento más duro de su adolescencia y juventud cuando tuvo que enfrentar la calle sin pelo, producto de la quimioterapia.

"Son personas que Dios nos pone como ángeles. En todas las etapas de la vida tenemos personas que nos ayudan", finalizó confesando que vive este 15 de septiembre "con mucha consciencia, remarcando la necesidad de un diagnóstico a tiempo y siempre buscar ayuda profesional".  

 

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