Es conocido que la normativa del IPV impide que los adjudicatarios alquilen sus casas mientras no hayan terminado de pagar sus cuotas y escriturarlas. Sin embargo, hay un mecanismo para casos excepcionales en los que se admite esa operación y es el mismo organismo el que las regula.
"Hay casos, no son numerosos, pero sí existen de adjudicatarios que han planteado que no pueden ocupar sus casas en este momento. Puede ser por motivos de salud o trabajo que los mantienen fuera de la provincia o cuestiones familiares; todo tiene que estar muy bien fundamentado", explicó a Diario La Provincia SJ, Marcelo Yornet, a cargo del IPV.
Al ser ausencias prolongadas, los beneficiarios temen dejar sus casas solas y que sean dañadas o usurpadas y reconocen que no es legal alquilarlas. "Los recibimos, solicitamos que hagan su presentación y ellos mismos presentan a quienes van a ocupar esa casa. Entonces, se hace un contrato de alquiler", detalló. Y en este sentido viene la particularidad del trato.
"Lo que se plantea es que la vivienda esté a resguardo; no una ganancia económica para el adjudicatario. Con este contrato, el inquilino se compromete a cubrir las cuotas de IPV. De esta manera, el organismo recauda su cuota y la casa sigue estando a nombre de su adjudicatario. Una de las cláusulas establece que cuando el adjudicatario esté en condiciones de habitarla, puede hacerlo y se rescinde el contrato", detalló.
A propósito de casas alquiladas de manera ilegal, Yornet señaló que "siempre estamos atentos a que sea la gente la que exponga esta situación, ya que las casas son para las familias adjudicatarias. Una vez que el estatus sanitario lo permita, retomaremos las recorridas por los barrios".
