Hacen un trabajo silencioso. Contienen y acompañan. Son las personas que ponen su oído, escuchan y aconsejan ante los temores de quienes se sienten expuestos a una pandemia que azota duro no solo a San Juan sino al país y al mundo entero. Se trata de los grupos de Salud Mental que despliegan sus estrategias en el contexto del Plan de Seguridad en el marco de aislamientos de barrios por prevención del coronavirus.
Los grupos de Salud Mental están integrados por personal sanitario, psicólogos, enfermeros y personal municipal capacitados, quienes tratan de contener a vecinos que manifiestan reacciones adversas. Los equipos acompañan durante toda la actividad de bloqueo, protegidos igual que el resto del personal de Salud Pública y Desarrollo Humano, cumpliendo con el protocolo establecido.
“Los procesos de test rápidos e hisopados son momentos que generan mucha angustia en algunas personas y es ahí uno de los casos donde el equipo de Salud Mental interviene de forma presencial, de ahí en más también hacen un seguimiento de los vecinos que dieron Covid positivo o que son contactos estrechos”, explica Cecilia Turiz, jefa de Psicología de Salud Pública a Diario La Provincia SJ.
Hasta el momento, en todos los barrios en donde se implementaron los bloqueos o burbujas sanitarias, actuaron equipos de Salud Mental y debieron intervenir en al menos un paciente que requirió atención. “La interacción con los pacientes que lo requieran comienza en la etapa de rastrillaje que se realiza en los barrios, donde se obtienen los datos de las personas. Desde entonces comienzan los contactos, a distancia, con las personas sin que salgan de los domicilios. La intervención se va realizando siempre que haga falta y que alguien lo requiera”, cuenta la Licenciada.
En los procedimientos del equipo, son muchas las reacciones que se manifiestan desde un primer momento entre los vecinos de los barrios. Si bien la mayoría se toma la situación de forma calma, hay otros que presentan diagnósticos de ansiedad, preocupación y miedo. Al respecto Carina Ruggieri, referente de la zona 5 que abarca los departamentos Sarmiento, Pocito y Rawson explica que “como son comunidades distintas donde vemos realidades muy diferentes a las que podemos percibir más en la ciudad, se diseñan los operativos con sus particularidades”.
Es por eso que desde Salud Mental se armó desde hace bastante tiempo, y con diferentes áreas, un trabajo interdisciplinar para ofrecer un tipo de atención integral. “La primera intervención la realizamos en Sarmiento donde capacitamos en primeros auxilios psicológicos, al equipo que realiza los trabajos en terreno y que están conformados por enfermeros, agentes sanitarios y personal de la Municipalidad”, cuenta Carina.
Y revela que “en Pocito el operativo tomó otra forma ya que el equipo de Salud Mental acompañó en el rastrillaje al equipo de Salud Pública. Los psicólogos se adelantaron a la salida de la brigada y fueron explicando qué iba a pasar durante el bloqueo del barrio y conteniendo situaciones que ya se iban presentando. Eso ayudó mucho también al trabajo de la brigada en el mismo momento del operativo”.
Es en base a los contactos que el equipo mantiene, y teniendo en cuenta la definición de contacto estrecho, que se testea siempre y cuando haya habido una ruptura del protocolo por una necesidad del momento. “Hay mucho recaudo en cuanto a la protección de los equipos. En todos los barrios se presentaron personas que ya tenían antecedentes y que se debió acompañar un poco más. También se ha percibido como uno de los mayores diagnósticos la ansiedad al momento de la prueba PCR (hisopado)”, agrega Turiz.
En cuanto a las franjas etarias que más han requerido de este tipo de intervenciones, las licenciadas detallan que son los adultos jóvenes los que mayormente manifiestan algún tipo de necesidad. “La mayoría de ellos tienen niños a cargo y el aislamiento y no poder salir al trabajo generan ansiedad cuando una situación así se presenta. El adulto mayor es otro de los rangos etarios que también necesitó y necesita de nuestros equipos ya que en la mayoría de los casos necesitan asistencia o tienen a personas que los cuidan y que por los bloqueos no pueden llegar a sus domicilios. Hasta que eso se ordena, aparece la angustia y la ansiedad”.
Según el caso es que se considera hacer un seguimiento o no. “Hay casos que con las intervenciones que se realizaron en el barrio es suficiente, y otros casos que no y que el o la colega que actúa percibe la necesidad de continuar con la asistencia. Si llegara a existir otra demanda en algún momento, ya se tienen los datos y el diagnóstico de esa persona para contemplar las posibilidades de tratamiento”, asegura Ruggieri.
En el campo se despliegan grandes equipos que mantienen un compromiso muy importante. La línea de contención telefónica a la comunidad está desde marzo, y durante los últimos meses las demandas habían bajado mucho, aunque volvieron a subir con la vuelta a la Fase 1 anunciada el pasado 21 de agosto.
“Estamos observando mucha angustia, ansiedad, temor, miedo que sienten al contagio y preocupación. Hemos tenido casos también se personas que presentan preocupación por la situación laboral, sobre todo en barrios con actividades restringidas y también hasta turnos para tratamientos médicos que en ciertos casos son impostergables. Trabajamos también en estos casos para que hagan uso de sus recursos y ayudarlos a solucionar problemas a partir de ellos”, dicen preocupadas.
“Con los repatriados también continuamos trabajando y con los aislados positivos en sus domicilios también, y en este caso no se deja de lado incluso a las familias de los internados o fallecidos. En el caso de los pacientes internados intervienen los equipos de Salud Mental de los hospitales en donde se encuentran, y con ellos se coordinan acciones”.
En este nuevo escenario que la provincia transita, con circulación comunitaria por conglomerados en algunos departamentos, es que las cifras de casos positivos de coronavirus aumentan a diario y hasta la actualidad ya se registraron 4 fallecidos.
“El anuncio de la Ministra de Gobierno, Fabiola Aubone, con respecto al trato humanizado de los pacientes internados y la posibilidad de que puedan estar acompañados por un familiar, es algo que ha traído mucha alegría. Los valoramos mucho ya que sabemos que es un aspecto muy importante en momentos críticos como estos”, finaliza Cecilia Turiz
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