Historias

Porteras en pandemia, el reto del personal esencial de las escuelas que cambiará en la vuelta a clases

Adriana y Paola trabajan en la Escuela Juan Mantovani en Albardón y esperan ansiosas a que llegue el lunes 10 de agosto. Aseguran que les espera un gran desafío que cumplirán 100% comprometidas.
domingo, 9 de agosto de 2020 00:00
domingo, 9 de agosto de 2020 00:00

Se acerca el 10 de agosto, un día histórico en el que los alumnos de San Juan volverán a las aulas después de más de cuatro meses de cuarentena por la pandemia de coronavirus, y el personal de portería de las escuelas se prepara con entusiasmo y nerviosismo. Así viven las horas previas Paola Velazco y Adriana Brizuela, porteras con casi diez años de experiencia, que transitan su labor en contexto de aislamiento y desde el próximo lunes serán figuras clave. 

Las dos mujeres son porteras del turno tarde de la Escuela Juan Mantovani en Albardón, y están abocadas a la desinfección y mantención de la limpieza del establecimiento. Forman parte de un staff de cinco porteras en total, que desde hace tiempo se vienen preparando para la vuelta a clases. Custodias de la escuela cuando la pandemia imponía un aislamiento total, aseguran que el rol del portero se revirtió en este tiempo y aguardan expectantes para entrar en acción. 

“Tenemos la experiencia de las vacaciones para que cuando los chicos vuelvan esté todo limpio, pero esto fue diferente y nuevo. Cuando empezó la cuarentena hubo un tiempo en el que no tuvimos que venir a trabajar y cuando nos notificaron que debíamos volver aparecieron los temores y las desconfianzas. Veníamos y estaba todo vacío pero era todo raro, no teníamos esa tranquilidad de saber que los niños estaban en sus casas de vacaciones, o en el club. Todo lo debíamos hacer con cuidados y hasta distanciadas nosotras, era todo extraño”, señala Adriana a Diario La Provincia SJ, mirando la entrada de la escuela. 

Sus ojos guardan la melancolía de haber sido alumnas del establecimiento, lugar que ahora les toca cuidar en medio de un escenario jamás imaginado. Es así que con nuevas normas de trabajo y comprometidas al ciento por ciento, las compañeras se organizan en lo que es el armado de las nuevas "aulas burbuja" y ya planifican, ansiosas, qué labores desarrollará cada una. 

“Acá se cambió todo, ahora nada tiene que ver con lo que teníamos que hacer antes, hay que tener mucho más cuidado con todo, por ejemplo si usamos unos guantes para limpiar un curo esos mismos no se pueden ocupar para limpiar otras zonas. Antes baldeábamos los pisos y después los manteníamos con los lampazos, ahora eso se prohibió, no tenemos más lampazos, únicamente es limpiar todo con desinfectante. Se ha duplicado el trabajo”, asegura Paola en concordancia con su compañera. 

Ambas afirman que la pandemia trajo una nueva oportunidad para los porteros de todas las escuelas ya que ahora ellos se posicionan en un papel central para que las clases se desarrollen lo mejor posible. “Creemos que se ha revalorizado la figura del portero porque somos nosotros los encargados de cumplir con un aspecto fundamental que nos piden en esta etapa y que es la limpieza y desinfección. Ser portera para mí lo es todo porque en lo personal soy mamá soltera y a mis hijos les doy todo con este trabajo, pero en cuanto a lo laboral es muy lindo trabajar en el ámbito educativo”, añade Paola. 

“Tenemos un lindo equipo donde los directivos o docentes nos necesitan y nosotras a ellos, somos un equipo de trabajo que vamos todos para el mismo lado. Los porteros somos personas como todos, más allá del rango que tenga cada uno, y que un día en el que no estás bien venga la directora y te diga “¿qué pasa? Te noto rara”, eso lo vale todo. En este proceso también están preocupados por nosotros, estamos todos comprometidos", suma Adriana, orgullosa y emocionada del equipo de trabajo. 

Las dos, junto a sus compañeras del turno mañana, recibieron la capacitación brindada por el Ministerio de Educación. Así fue que se convirtieron en las encargadas del nuevo ordenamiento de los cursos, ubicación de bancos y hasta colocar en el establecimiento las señales que indican dónde van a poder estar los niños. 

“Los chicos van a estar en sus clases y cuando suene el timbre van a tener 15 minutos de recreo. Ahí entramos en acción nosotras para desinfectar el curso, sabemos que antes de ingresar tenemos que firmar una planilla y colocar nuestros datos y hasta la hora de ingreso y salida del curso. Pensamos que esta primera semana va a ser de experiencia para saber cómo organizarnos y optimizar el tiempo para más adelante. Cuando los chicos vuelvan al aula nos encargamos de limpiar los baños, pasillos y galerías”, explica Paola quien asegura ya haber estado practicando en materia de tiempo. 

En la escuela existe un aula que será la destinada para el aislamiento si es que se llegara a presentar algún casos sospechoso de coronavirus, tanto en el personal como en alguno de los alumnos. Adriana y Paola cuentan que también se encargaron de preparar ese curso y aunque sobre ellas también recae la tarea de mantenerlo limpio, "le piden a Dios" para que nunca tenga que usarse. 

“Mi hijo es chiquito y viene a esta misma escuela en el turno mañana, he decidido mandarlo ya que como trabajo acá sé cómo se está manejando todo. En ese caso estoy tranquila pero es porque yo trabajo en la escuela, sin embargo entiendo a los papás que desconfían y que deciden no enviar a sus hijos en esta primera etapa. Acá limpiamos pensando en que todos los niños que van a venir podrían ser nuestros hijos y para ellos siempre queremos lo mejor y que estén seguros, esa es la idea que aplicamos desde nuestra tarea”, cuenta Paola con seguridad. Si bien el hijo de Adriana "ya es grande" y va a la facultad, ella procura mantener los mismos cuidados y la misma responsabilidad que Paola para brindar seguridad.

En ese sentido, ambas esperan con nerviosismo y a la vez emoción ver a los chicos volver a entrar a la escuela por el gran portón, volver a escuchar sus risas en el recreo y verlos encaminarse a sus futuros. 

“Van a salir más de mil chicos a la calle y hay que tener en cuenta que van a salir también, miles de padres. Es por eso que les pedimos que nos ayuden a nosotros, que respeten el distanciamiento y que no insistan en ingresar al establecimiento porque lamentablemente no tienen esa autorización. Eso es un trabajo que debemos hacer todos juntos desde el lugar de cada uno”, finalizaron. 

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