Homenaje

A un año de la partida de Edgardo Mendoza: "lo ponía orgulloso acercar el conocimiento a la gente"

Hace un año, el reconocido profesor e historiador fallecía a los 65 años. Su esposa Miriam Chacón, recuerda sus grandes aportes a la cultura sanjuanina.
lunes, 24 de agosto de 2020 00:00
lunes, 24 de agosto de 2020 00:00

"Me sentiría muy satisfecho si la gente analiza lo que yo hice y dice '¡uy! acá Edgardo avanzó un poco más'", así Edgardo Mendoza pedía que lo recordaran en la última entrevista que brindó a Diario La Provincia SJ. Hoy lunes 24 de agosto se cumple el primer año de su partida y sin dudas dejó un gran legado cultural, pero también otro afectivo que acompañará a su familia y amigos por siempre. 

"Edgardo tuvo una característica muy marcada que fue la capacidad de buscar siempre lo bueno a las circunstancias que le tocaran vivir. Pasó por cosas bravas, estuvo enfermo por 17 años, así que su lucha fue muy larga. Cuando tuvo que exiliarse en Francia en la época de la dictadura, su capacidad estaba centrada en buscar el lado bueno. Al haber sido alguien con una imagen pública tuvo mucha gente en torno a él, estudiantes, colegas, familia e incluso el público que lo veía en los medios, pudieron notar su fortaleza. Era tal cual como todos lo vieron, nunca tuvo una máscara. Era alguien especialmente tolerante, porque incluso buscaba lo bueno en las personas", recordó su esposa Miriam Chacón.

Más allá de esa cercanía que mostraba con el público que finalmente lo hizo popular, sin dudas fue alguien de referencia en cuanto a certezas sobre la historia sanjuanina se refiere. "Se brindó muy seriamente a lo que amaba hacer que es la investigación histórica y su divulgación. Tenía dotes naturales para hacerlo. Mucha gente, en encuentros cotidianos, le dijo que podía entender cosas complicadas gracias a sus explicaciones. Lo ponía muy orgulloso el ser capaz de acercarle el conocimiento a la gente. Él quería mucho a los sanjuaninos, incluso tuvo posibilidades de quedarse en Europa pero decidió volver", aseguró su mujer.

Durante 17 años tuvo una lucha incansable contra el cáncer y pese a que la enfermedad le fue restando movilidad, nunca dejó que le quitara su pasión por el conocimiento. "No sería justo para su gloria recordarlo sobre su enfermedad sino todo lo contrario. Siempre buscaba sobreponerse a su enfermedad y a pesar de ella estudiar y compartir lo que estaba haciendo". 

Sus estudios

El Cruce de los Andes fue uno de sus grandes amores intelectuales. "A sus estudios sobre la gesta sanmartiniana los pudo desarrollar ampliamente con libros y videos explicativos. Hemos tenido la feliz noticia a través de conocidos que en las distintas provincias del país los docentes utilizan "La marcha silenciosa", como material educativo en la conmemoración del paso a la inmortalidad de San Martín. Además contribuyó a darle el nombre al que era el RIM 22, que ahora se llama DIM 22 Teniente Coronel Juan Manuel Cabot gracias al trabajo de investigación histórica que él publicó.  

También hizo grandes aportes sobre Malvinas e incluso dejó material que la familia espera poder editar. "Su otro interés histórico profesional y hasta afectivo fue Malvinas. Hubo una última obra que no pudo presentar formalmente, e incluso no la alcanzó a ver completa y con mis hijos tenemos la intención de gestionarlo para que se pueda distribuir. Está relacionado con las primeras colonizaciones de ese espacio, en primer lugar por franceses quienes luego devuelven las islas a la corona española. Ese era uno de los argumentos que Edgardo tenía para reclamar la soberanía argentina sobre el territorio.

El libro se llama "Fascinado por Malvinas", cuyo título hace referencia no solo a Edgardo sino también a un navegante francés Antoine de Bougainville, militar y navegante francés, colonizador de las islas y quien finalmente las devuelve a la corona española.  

Esposo y padre

Más allá de su rol público, puertas adentro fue un gran compañero. "Tenía un corazón enorme como papá, esposo y amigo. Fue muy generoso en cariño, en amor. Con sus hijos siempre buscaba la charla, los puntos de interés que tenía con los chicos. Con Julián, la historia y la política internacional que los apasionaba a ambos, eran grandes interlocutores en esos temas. Con Camila, que está en el ámbito de las letras, tenía largas charlas sobre literatura y poesía. Hemos vivido años muy lindos. A pesar de la enfermedad el balance siempre es muy positivo. Por supuesto lo recordamos todos los días y a cada momento, pero intentamos hacerlo con una sonrisa porque en él era algo imperturbable", sentenció Miriam. 

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