Justicia

Fiscales en pandemia, el trabajo que se "potenció" con los "nuevos delitos"

Parte esencial del Fuero de Flagrancia, los ayudantes fiscales conforman el cuerpo clave e indispensable que interviene en las normas de seguridad en plena pandemia en San Juan.
martes, 18 de agosto de 2020 00:00
martes, 18 de agosto de 2020 00:00

La pandemia de coronavirus obligó a un ancho despliegue de las fuerzas de seguridad y miembros de la justicia en todo el mundo en pos de evitar la propagación del virus, y San Juan no fue la excepción. Desde el día 1 de la cuarentena, el Fuero de Flagrancia tomó relevancia en recibir a todos los que de alguna manera infringen las normas de seguridad sanitaria dispuestas por Salud Pública, y en estos procedimientos los Fiscales y Ayudantes Fiscales adquirieron un rol protagónico.

“En este periodo de pandemia tratamos casos de personas que no son delincuentes o criminales, más allá de los que se siguen presentando comúnmente y que corresponden a Flagrancia. Hablamos de personas que llegan acá porque infringen normas impuestas como las sanitarias o las de aislamiento y que con su accionar pone en riesgo a los demás. Les damos mucho valor a quienes con su llamado ponen en conocimiento situaciones de personas que infringen la ley, eso es protegernos entre todos”, asegura sobre el caso el Fiscal Iván Grassi, a Diario La Provincia SJ.

Tras la apertura de más actividades, después de que San Juan cumpliera un periodo de cuarentena estricta, los casos de ingresos ilegales a la provincia y de transportistas que infringen las normas son los más presentados a diario ante los jueces. A esto se le suma la realización de fiestas clandestinas que cada fin de semana lleva a decenas de jóvenes a ser juzgados en Flagrancia.

“Para nosotros es distinto el trabajo, por ejemplo si se trata de una fiesta clandestina de aquellos que violan el protocolo y que ingresan a la frontera sanjuanina, ya que ahí se puede llegar a desconocer si traen el virus o no. Para los primeros se ofrece un beneficio muy importante que es la suspensión de juicio a prueba, al que generalmente no acceden aquellas personas que cometen delitos a la criminalidad común”, explica el Fiscal.

“En lo personal sentía más temor cuando comenzó la pandemia, eso no quita de que no sea consciente que por mi tipo de actividad no tenga el riesgo, tengo mucha precaución en este tipo de casos porque sé que el riesgo está ahí. No quisiera poner en peligro a mis allegados, a mi familia, eso sí me genera temor”, señala.

“Creo que ser fiscal en pandemia es una gran responsabilidad, no es fácil juzgar a una persona que haya decidido jugar un partido de fútbol, o que se haya quedado con amigos en una fiesta sabiendo que no son delincuentes. Uno no quisiera que cayeran en este sistema cuando generalmente los fiscales seguimos los casos de personas que cometen delitos. Acá el delito se comete por no respetar lo que dice la autoridad competente, eso sí me genera la incomodidad de juzgarlos a ellos pero también la responsabilidad por el cargo que me toca”, finaliza el Fiscal.

Audiencia de Flagrancia

El brazo incondicional de los fiscales

Valentina Bucciarelli y Claudia Ruiz son dos jóvenes ayudantes fiscales que desde hace casi tres años desempeñan esa tarea en el Ministerio Público Fiscal. Sin embargo, en los cinco meses de pandemia que San Juan ya transitó, su labor se vio intensificada en medio de las actividades que buscan frenar la entrada del virus a la provincia. En este aspecto, a diario ambas salen a la calle e incluso se trasladan hasta los puntos limítrofes de San Juan cuando deben intervenir en casos de personas que ingresan de forma ilegal o quienes evitan los protocolos establecidos.

“Nuestro trabajo nunca cambió y por el contrario se potenció con estos nuevos delitos que “nacieron” de la pandemia”, cuenta Valentina a Diario La Provincia SJ, antes de comenzar con las salidas obligatorias. Las jóvenes recorren la primera circunscripción de San Juan, a excepción de Jáchal e Iglesia, e intervienen en todos los delitos que a diario se presentan y que obligan a un procedimiento judicial.

De izquierda a derecha, Claudia Ruiz y Valentina Bucciarelli 

En este marco, ambas como así también todo el equipo de ayudantes fiscales se enfrentan de cara al peligro del coronavirus ya que son quienes intervienen en casos de transportistas que quedan detenidos en San Juan, o de personas que ingresan por pasos ilegales a los corredores seguros dispuestos por el Estado.

“Lo primero que pienso cuando me toca intervenir en un caso como esos es por qué lo hizo esa persona y decir: “por favor, seamos responsables”. Uno entiende a quienes vienen de afuera de la provincia, los camioneros también deben recorrer el país de punta a punta en medio de la pandemia con todos los peligros que eso representa, pero se deben cumplir los protocolos. Sabemos que si no lo hacen se ponen en riesgo a ellos mismos como así también a todas las personas con las que tienen contacto. Muchas veces es su propia familia porque se desvían para ir a verlos”, cuenta Claudia desde su escritorio.

Las ayudantes fiscales mantienen todos los protocolos de seguridad establecidos mientras intervienen en diferentes escenarios más allá de la situación de la que se trate. Sin embargo, lo hacen primordialmente pensando en el riesgo que su trabajo implica y en mantener seguras a sus familias.

“Tomamos muchos casos gracias a las denuncias de familiares o vecinos que realmente están comprometidos con las denuncias. En mi caso el temor siempre está latente, me sucedió que cuando comenzó la cuarentena tuve etapas de angustia ya que trabajábamos más y por ende la exposición era mayor. Pensábamos que como andábamos en la calle, éramos quienes podíamos llevar el virus y contagiar a nuestros seres queridos”, revela Valentina.

Mientras que Claudia afirma que  “sentía mucha angustia pensando que no sabemos dónde puede llegar a estar el virus o quien lo puede llevar, por ejemplo en el caso de los asintomáticos, o por el periodo de incubación. En mi caso estoy a cargo de mis padres que ya son mayores y a veces me moría por un abrazo pero no los podía tocar porque mi trabajo representaba salir a esa peligrosidad, fue muy duro”.

Sin embargo entienden que son el eslabón clave en el fuero protagónico de San Juan y que su labor va a la par de la tarea de justicia aplicada en Flagrancia. “Me siento útil ya que con nuestro trabajo aportamos un granito de arena muy importante en este contexto en el que San Juan no tiene circulación viral”, asegura Claudia.

En este caso, las jóvenes revelan que los casos que más las llevan a reflexionar con respecto a la sociedad son aquellos en los que los pasos alternativos significan una causa judicial para quienes los usan.

“Hemos tenido muchos casos de personas que viven en comunidades en los límites de la provincia y que justamente no entienden de esos límites, personas que a diario están acostumbradas a ir a venir por ejemplo de Mendoza a San Juan. Esos son los casos que más hemos registrado, uno llega a entender a veces por qué no lo hacen como dicta el órgano competente, pero nuestro trabajo se debe cumplir como lo dictan los decretos”, señala Claudia.

Es justamente esa responsabilidad la que las mueve y motiva día a día en una tarea que solo ellas y los calificados en el tema pueden cumplir. “Ser ayudantes fiscales en este momento de la historia es un orgullo ya que sentimos que colaboramos con la sociedad y con una provincia para evitar que el virus se propague”, señala Claudia mientras que Valentina agrega que “mi orgullo está desde el primer día, pertenecer al Ministerio Público Fiscal y estar en una etapa y en un fuero que es ejemplo a nivel nacional, es algo muy beneficioso y satisfactorio”.

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