Historia

Federico Pereyra, el voleibolista sanjuanino acechado por la pandemia: "quería volver con mi familia"

El jugador de la selección argentina de vóley vivió una travesía para regresar desde Arabia Saudita hasta San Juan en plena pandemia. Ya en el calor de su hogar se prepara para un nuevo desafío.
viernes, 14 de agosto de 2020 00:00
viernes, 14 de agosto de 2020 00:00

Ya en el calor de su hogar y con la felicidad de disfrutar de su familia, el voleibolista sanjuanino de la selección argentina, Federico Pareyra vive momentos de paz y entrenamientos individuales, después de que la pandemia le jugara un partido difícil a la hora de regresar a San Juan. 

El joven que se encontraba en Arabia Saudita, después de jugar en el Al Halil, cuando el coronavirus comenzó a azotar al mundo, hizo todo a su alcance para regresar a San Juan tras estar separado durante tres meses de su esposa Alejandra y su pequeño hijo, Lorenzo. Sin embargo el regreso no fue fácil. 

Ahora en casa, acostumbrado a la nueva normalidad de la provincia, reflexiona sobre lo sucedido y lo que le tocó vivir en varias partes del mundo, en plena pandemia. "La liga terminó el 3 de marzo y estuve hasta fines de abril esperando volver a San Juan, los vuelos de repatriación no llegaban hasta Arabia pero gracias al embajador es que pude regresar. estaba desde noviembre allá y nunca pasé tanto tiempo separado de mi familia, siempre lo máximo fueron 30 días, esta vez ya iban 3 meses, quería estar con ellos", asegura a Diario La Provincia SJ mientras toma en su regazo a su hijo a quien mira con dulzura. 

Si bien todo el procedimiento de regreso fue difícil ya que tuvo que pasar por varias ciudades, inclusive por Italia donde por ese entonces se encontraba el foco de la pandemia, Federico cuenta que fue una tranquilidad que su familia no estuviera con él. "El peligro de contagio estaba en cada lugar a donde íbamos y no se iba a sentir tranquilo si ellos estaban conmigo, menos mal que lo tuve que hacer solo, sabía que acá la cosa estaba un poco mejor y eso me tranquilizaba. Yo estaba en la Capital de Arabia y el vuelo a Londres salía de una ciudad que estaba a 14 horas, nos arriesgamos y fuimos. De Londres volamos a Italia y eso también fue un problema", recuerda. 

Ayudado por la embajada, Federico pisó suelo italiano en donde pasó dos noches con otros argentinos en un asilo de sacerdotes, momentos que rememora como una travesía. "Ellos estaban de un lado y los argentinos del otro. De ahí salimos a Argentina y después, por fin, volví a San Juan pero lo hice en auto particular. Me avisaron que trajera alimentos para el viaje y una vez acá fui a pasar 14 días de aislamiento en un hotel", resalta entre risas. 

De tempe tranquilo y enfocado en las soluciones, asegura que su experiencia en el deporte le brindó una ventaja: siempre tratar de mantenerse tranquilo hasta que todo haya pasado. "Cuando volví a casa fue una alegría enorme, al fin me pude reencontrar con mi familia y empezamos a disfrutar cada momento. Sentía que tenía que disfrutar el tiempo perdido, si bien sé que no se recupera más, ahora haces valer todo el doble", relata con una alegría que su rostro refleja. 

Agradecido con el Comité Olímpico, la embajada y hasta con los periodistas que replicaron su historia a lo largo del país, Federico revela que la cuarentena lo cambió tanto en lo profesional como en lo personal. 

"Ahora paso entrenando la parte física en solitario, cuando estás acostumbrado a jugar en equipo entrenar solo cuesta mucho. Tal vez los tenistas están acostumbrados pero los voleibolistas o los futbolistas no y eso nos pesa. Trato de trabajar la mente para apoyarme a la hora de seguir entrenando y a la vez encontrar la forma". 

Ahora, el jugador de la Selección, que comenzó en el deporte a los 8 años incentivado por su mamá, se prepara para un nuevo desafío. Es que antes de la pandemia ya tenía un contrato que comienza el 1 de septiembre en Qatar, por lo que debe volver a separarse de su familia para pasar aproximadamente 9 meses en el estado asiático. 

"Es un proyecto muy lindo, sé que allá hasta el momento hay 125 mil infectados y el índice de mortalidad es bajo, tienen buen sistema sanitario. También sé que quien vaya para allá no puede entrar con la familia hasta septiembre, así que me voy solo y después viajan ellos. Me dijeron que en ese mes cambian un poco las restricciones, con Alejandra teníamos todo planeado para viajar juntos pero ahora ya sabemos que no se va a poder", plantea mirándola. 

Sin embargo, Federico ya visualiza su futuro ya que asegura que si continúa en la selección de vóley, cuando regrese de Qatar comenzará a entrenar para los encuentros con la celeste y blanca. En este marco, comparte su tiempo entre su entrenamiento y el sentimiento de ser papá a dos años y medio de la llegada de Lorenzo. "Es hermoso, todos los días aprendo de él, si bien es una realidad que te cambia la vida, vivir con tu hijo y verlo crecer es algo muy lindo, algo que como papás disfrutamos mucho".

Así pasa las últimas semanas en su casa antes de volver a partir al mundo, enfocado en metas a corto plazo y pensando en volver a sentir la pelota. "Siempre hay motivos para seguir, un deportista no para. Para nosotros es jodido una pandemia porque no estamos acostumbrados, pero es el momento en el ponemos en juego la voluntad propia y personal de cada uno para mantenernos lo mejor posible", finaliza esperanzado en lo que viene. 

 

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