La emoción quedaba reflejada en su voz. Los niños que día a día transitan las calles de tierra de la villa con calzados gastados, disfrutarán de zapatillas nuevas. Muchos de ellos por primera vez en toda su vida, lo que se convirtió en un "gran logro". Este miércoles, los chicos de los merenderos “Villa Santa Clara”, de Carpintería y “Pequeños Sueños” de Médano de Oro, recibieron las zapatillas aportadas por imputados juzgados en Flagrancia.
La alegría de quienes lo recibieron "no tiene precio" y se da en un momento del país muy difícil donde la crisis económica se ha profundizado producto de la pandemia. Precisamente en este contexto, donde muchos violaron las reglas, es que se pudo conseguir 157 pares de calzado que fueron entregados en un operativo desarrollado en conjunto entre los responsables de los merenderos, los miembros de flagrancia y Salud Pública.
"Fue algo muy lindo. La primera vez que me llamaron por teléfono, que nos eligieron entre varias instituciones por el trabajo solidario, nos alegró mucho. Y la verdad que fue algo hermoso ver el resultado. Es una zona muy humilde", comenzó expresando Mariela Calivar a Diario La Provincia SJ.
Mariela es presidenta de la Asociación Civil Acción Solidaria que está a cargo del merendero Santa Clara, ubicado al pie del Cerrillo Baborza. Allí asisten 60 chicos que viven en la humilde zona donde las casas son de caña y barro.
"Nosotros llevamos ropa, calzado, cosas usadas. Son chicos muy humildes y ver la cara de felicidad recibiendo zapatillas nuevas es muy emotivo. Uno me dijo 'hace mucho que no tenía zapatillas nuevas'", relató Calivar quien subrayó que eso los "insta más a seguir trabajando".
El operativo en Carpintería permitió llenar de alegría a 46 niños. Sus talles los pasaron en una lista a flagrancia y este miércoles 3 fiscales con la policía de San Juan llegaron para repartirlas junto con medias de una reconocida marca deportiva.
"Ayer se comunicó un fiscal que estuvo a cargo del operativo, me dio las indicaciones. Tenía que preparar mesones, se cortó el callejón. Los chicos tenían que ir con la madre y se preparó todo. Los chicos que no llevaban barbijos, el Poder Judicial les dio tapabocas, para cumplir con el protocolo. A medida que los infractores fueron pagando la multa, ellos fueron juntando las zapatillas", explicó Calivar.
El momento fue muy fuerte para todos, pero esepcialmente para los que trabajan ayudando a los niños en este día. "Una de las chicas de la asociación civil contaba que uno de los niños le dijo que estaba contento porque ya 'tenía zapatillas para usar cuando empiecen las clases'. La cara de felicidad de los chicos es impagable", agregó Mariela quien viene haciendo el trabajo solidario con los merenderos desde hace 10 años.
