Murmuran entre las góndolas. Hablan bajo y con algo de dudas. "Viste que dicen que hubo un contagiado por acá", señala una mujer mientras elige un paquete de galletas que suma al de yerba que sacó segundos antes. "¡No digás eso! desde que llegó el coronavirus, siempre aparece el mismo comentario", le contrarresta otra con aire de ofuscamiento. En el almacén, las vecinas conversan entre el miedo y la confusión. El caso de un calero que llegó de Mendoza y fue aislado con su familia generó revuelo este lunes En Los Berros, Sarmiento.
En aquel distrito minero, el miedo al contagio del coronavirus siempre está latente pero confían en que los controles evitarán que esto pase. Los adultos circulan con sus barbijos mientras que los niños se liberan de estos para andar en sus bicicletas por las calles de tierra y como forma de diversión. En los locales comerciales los carteles con medidas de protección y cuidado se repiten en puertas y ventanas, mientras que algunos incluso ofrecen alcohol en gel o en spray para "desinfectar" cuando alguien ingresa.
"Todo el comentario de ahora es el coronavirus y tratar de cuidarnos, averiguando siempre. Recién me dijo la señora que hay un caso en el departamento y siempre hay un comentario con respecto a eso pero la verdad yo confío en lo que se dice de manera oficial", explicó Teresa Chaparro, una comerciante del lugar, a Diario La Provincia SJ.
Ella hace 5 años que tiene el almacén y cuando recibe a sus clientas lo hace respetando las distancias y siempre el uso de barbijos. "En un principio estuvimos preocupados y los vecinos también. Tengo este kiosco y la gente se abocaba a comprar mucha mercadería por miedo a lo que podía ocurrir. Ahora se ha normalizado, estamos más tranquilos. La mayoría de la gente invierte en comida más que en otra cosa. Sí tenemos mucho miedo por la circulación de camioneros por la zona calera. Pero está todo muy controlado por la policía", agregó.
Su local es uno de los que atrae la vista de los que circulan por las calles de Los Berros. Es que conjuga los colores vivos al igual que lo hacen muchos de los comercios de la zona. Coincidentemente, muchos eligieron para las fachadas tonos fuertes para "dar vida y alegría" al lugar. Precisamente el paisaje de cerros marrones se conjugan con esos colores que dan una postal única.
"Tenemos que ver esto que nos está pasando con otros ojos, con consciencia de que tenemos que cuidarnos y no siempre con miedo. También con la alegría de que estamos vivos. Acá nadie nos dijo de qué color pintar el local o la casa, pero de a poco nos fuimos 'contagiando' con esos gustos y ahora cada vez somos más", señaló Estela López, una vecina que pintó el frente de su casa verde-agua.
La gente que vive en Los Berros es precisamente el gran tesoro que muchos valoran ya sea quienes viven ahí o llegan provenientes de otros departamentos para trabajar. Ése es el caso de Sergio Daniel Lima, quien es director de la escuela de Nivel Secundario Los Berros y todos los días transita más de 70 kilómetros, desde Rawson hasta ese distrito.
"La calidad de los niños y de la comunidad es muy importante y es lo que te ata a querer seguir viniendo, más allá del tiempo, costo o distancia. Hay muchas cosas que nos dan los chicos pero tal vez en otros lugares los dan pero no de la misma forma. Hay cosas que no se han producido de lleno en la comunidad y esperemos que tarde en llegar esas cosas malas. La familia son buena gente, esperemos que siempre esté presente", expresó el director.
Sabe que la posibilidad de que llegue el virus está en toda la provincia pero ese pueblo cuenta con más circulación de transportistas que llegan de otros puntos del país e incluso de Chile. "Hoy cuando venía conté 17 camiones que venían bajando. Hablando con gente de la zona, calculamos que son entre 100 a 150 camiones por día los que circulan por acá. Hay que tener precaución y cuidarse lo que más se pueda. No tengo miedo pero sí precaución. La idea es hacer las cosas bien para no tener malos resultados. Es una zona compleja porque permanentemente salen y entran camiones de diferentes puntos del país", agregó.
Sin dudas, el paso de los transportistas genera preocupación en muchos de los que viven en aquel lugar. Confían en los controles y que gracias a los test rápido e hisopados, se puede mantener el status sanitario. Sin embargo, no pueden evitar mirar con recelo a los camiones pasar pero saben que son trabajadores esenciales y que sin ellos, San Juan no estaría abastecida y "faltaría de todo para vivir".
"Son seres humanos como nosotros. Es a veces injusto lo que pasa con ellos. Se que pueden trasportar el virus pero hay expresiones de la gente que son muy duras con los camioneros. Sin ellos, nos faltaría todo en la provincia desde remedios hasta la mercadería, todo. Hay palabras injustas contra los camioneros. En San Juan están bien controlados", señaló Luis Villegas.
El hombre nació y vivió toda la vida en Los Berros. Es calero jubilado y actualmente vive al sur del distrito. Cada vez que puede va hasta la villa de la localidad a comprar las cosas que se necesitan en el hogar. Para ello mantiene todos los cuidados y al andar mantiene el distanciamiento social.
"Lo mejor es vivir en un pueblo. Toda la vida viví acá y es mucho más tranquilo que el centro. Incluso hay más salud. No le tengo miedo al coronavirus. Por lo que veo en Buenos Aires, San Juan es una provincia privilegiada y hay otras provincias que están bastante mal. No se si va a llegar", finalizó.
Los Berros está ubicado a más de 80 kilómetros de la Ciudad de San Juan. Está asentada en el pie de la precordillera de San Juan y cuenta con más de 4 mil habitantes. El desarrollo calero es el principal motor de la economía de la zona.
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