Historias de cuarentena

Colón y Trinidad se preparan para cambiar “la vida de club” por el coronavirus

Son populares, queridos y tenían una dinámica social muy activa. La pandemia los hizo extrañar a su gente pero también ponerse firmes para mejorar y renovarse.
jueves, 9 de julio de 2020 00:00
jueves, 9 de julio de 2020 00:00

Al entrar a las instalaciones de los complejos deportivos Colón Juniors y Club Atlético Trinidad impacta el cuidado, la limpieza pero falta algo característico: su gente y la rutina siempre dinámica de la práctica deportiva. La cuarentena por coronavirus los obligó a suspender todas sus actividades y a repensar cómo se sigue.

Tras haber superado varias fases y estar en distanciamiento social, sus dirigentes, trabajadores, colaboradores y hasta los profesores piensan en si ya tienen todo listo en caso que reciban la noticia más esperada. No quieren que el regreso deportivo los encuentre desprevenidos y para eso han estado trabajando hasta hoy.

Si bien aseguran que deberán aplicar el protocolo sanitario que se apruebe, sin restricciones, se estuvieron planteando los ejes básicos de la nueva normalidad en los que estar quietos no es opción.

Los Leones, con un desafío enorme

En el predio de la calle Mendoza (el exhistórico Los Andes) se planifica, evalúa y busca las opciones más viables para llevar adelante algo grande. La comisión directiva se hizo cargo, hace poco más de un mes, de la Escuela de Fútbol y esas instalaciones. La institución con identidad propia que cada verano es la anfitriona y organizadora del “Mundialito de Trinidad”.

Todo es nuevo, es prometedor y tiene, además, ese sabor que sólo los desafíos suelen tener: cambiar para mejorar.

La Comisión Directiva de Trinidad se hizo cargo de la Escuelita en plena pandemia.

“Es una situación nueva, sin intermediarios (antes, Juan Pagés estaba a cargo de la Escuelita) y por eso, vamos trabajando en equipo para reorganizar en caso que el fútbol volviera. Esto se suma a todo lo que representa la administración del club en sí. También tenemos el estadio principal en el barrio Atlético, con la cuarta y la primera división que compiten. Además, tenemos fútbol femenino y futsal y vamos creciendo como se puede”, comienza relatando a Diario La Provincia SJ, el presidente de Trinidad, Rubén Galdeano.

A su alrededor, en una sala de reuniones, se van sumando los miembros de la comisión que, café mediante y rodeados de imponentes trofeos, piensan cada detalle de un proyecto que se agrandó y que empezó a dar sus pasos con la pandemia pero que tiene su gran desafío en la pospandemia.

Trabajos de limpieza y pequeñas obras, son el desafío de estos meses.

“Nos queremos adelantar a mejorar todo aquello en lo que, desde ahora, tenemos injerencia. Queremos estar preparados. Revisamos los baños, estamos limpiando y hemos hecho cortar el césped de las canchas que, aunque parezca que no, a clubes como este nos cuesta solucionar. Incluso hemos tenido conversaciones con la municipalidad para que nos den una mano. Justo en una época difícil en la que no te podés reunir con nadie”, señala con el apoyo de sus compañeros.

Todos tienen o tuvieron hijos que son parte de la Escuelita. Ni hablar de vestir los colores de Trinidad. Están en sus gorras pero más que nada, en la camiseta que se les sale en la voz. Hoy, el club lo llevan en el corazón pero también sobre los hombros. Desde diciembre no hay ingresos por cuotas, ni actividad alguna y ven alternativas para que los socios y también, los papás del club puedan colaborar. Parece difícil, pero se lo contempla.

En ese contexto, el gimnasio brilla como oro. Con protocolos aprobados y a cargo de los profes, es lo que pudieron habilitar por ahora. Este sábado 4 de julio abrieron sus puertas y los profes recibieron a algunos alumnos de 15 a 17 años, acompañados de un papá. Hay música, ruido de máquinas, conversaciones y vida. 

Es que si el fútbol volviera… hay que centrarse en eso. “Tenemos que planificar cómo vamos a volver y ya estamos hablando del programa que queremos a futuro y viendo posibilidades con los 16 profesores y preparadores.  Estamos avanzando como si nos fueran a decir que mañana vuelven los chicos. Sobre el protocolo, estamos sujetos a lo que diga Nación y la provincia y sabemos que hay un modelo que ya se está adaptando para nuestra actividad. Si nos dicen que abramos, nos dirán las reglas y protocolos. Pensar la actividad como se desarrollaba antes es difícil”.

Y sale la charla sobre qué cambiará: “los cambios pueden pasar porque cada chico traiga su botella de agua, no se usen más los bidones de agua, se use alcohol en gel y jabón individual y demás. Creemos que regirá algo similar a lo que se verá en las escuelas. No lo sabemos con seguridad”, acota Walter, miembro de la comisión.

Y Rubén rescata: “en cierta manera, este parate nos vino un poco bien ya que hacernos cargo de esto en medio de la realización de un campeonato hubiera sido diferente. Tenemos tiempo para organizar ciertas cosas, solucionar lo urgente y enfocarnos en lo más importante”.

Y así se ve. Afuera, las canchas están con su césped cortado. Las tribunas, con sus colores fuertes. Entre ellos, hablan de profundizar la limpieza, de mejorar el riego, retirar los restos de pasto seco que aún quedaron allí y hasta de colocar más álamos en un costado. Queda por hacer pero queda menos y la cuarentena aún les dará algo de tiempo.

Los Merengues ya preparan la bienvenida

De entrada, Colón Juniors está distinto. Un nuevo portón de ingreso ya luce impecable. A pocos metros están ellos.

Luis Gatica y Raúl Oviedo salen al encuentro de Diario La Provincia SJ y se les nota el espíritu merengue en todo. Ellos hablan y hacen por el club. Son quienes todos los días están allí para hacer todas las tareas de mantenimiento. “Imposible que se vea abandonado. Queremos mucho al club, es parte de nuestra vida”, dice Luis que, tras jubilarse, hace dos años aceptó la propuesta del presidente de club Gerardo Iturrieta para cuidar la gran casa.

Luis Gatica mantiene el club listo para retomar la actividad.

“Hacemos limpieza del frente, verificamos el riego de aspersión en la cancha grande y alrededor de la pileta, regamos con aspersores que vamos trasladando. Ahora estamos trabajando en un espacio que hemos sembrado para que los chicos de la Cuarta, por ejemplo, a la vuelta tengan otro espacio donde entrenar. Digamos que la cuarentena vino bien para recuperar el pasto porque, antes de esto los chicos estaban ahí de la tarde a la noche”, destacó.

El predio de la valorada como primera ciudad deportiva del país está listo para el reencuentro. Y aunque un fuerte viento hizo de las suyas, ellos limpian con dedicación la cancha de hockey como si fuera a ocuparse en algún momento de la mañana. Es que extrañan eso: el intenso movimiento de las distintas disciplinas. Chicos y familias entrando y saliendo. Un bullicio que se está haciendo esperar demasiado.

“Ha sido muy triste no ver a los chicos de la escuelita ni de inferiores, de la cuarta, primera y juveniles. Nos sentimos vacíos; estamos solos con mi compañero. Tratamos de mantener el club. Los chicos preguntan siempre cuándo vuelven; se lo dicen a Raúl que coordina la escuelita . Será una alegría muy grande que los chicos vuelvan. El deporte es un cable a tierra para ellos y para nosotros”.

En ese plan, y con los fondos que tenían en caja y los que lograron de la venta de pollos asados, ellos y la dirigencia encararon obras en este tiempo para que en el reencuentro, la comunidad encuentre todo más lindo.

Entre las novedades está la ampliación del antiguo playón de básquet para llevarlo a las medidas reglamentarias de futsal. También será una futura cancha auxiliar de hockey sobre patines. Para la vuelta  a las actividades, también se prevé ofrecer las disciplinas de gimnasia artística y boxeo. “Antes de la pandemia, el total de deportistas que teníamos era entre 450 y 500 personas. Colón está muy bien ubicado geográficamente, es de puertas abiertas y multidisciplinario. Tenemos mucho para ofrecer”, señaló Gerardo Iturrieta.

Y detalló que “estamos esperando ansiosos ver el club con niños nuevamente.  Desde las 18 a las 21 hs. nuestro complejo estaba lleno de chicos y después, llegaban los adultos a practicar fútbol femenino, futsal femenino y masculino y hockey sobre patines. Desconocemos la modalidad del regreso, seguro no será a full. Unos días tendremos que recibir a algunos y después,  a otros. Habrá que rearmar todo con los profes para ver cómo hacemos el regreso y la continuidad”.

Una nueva normalidad y una vida de club que se pierde

Sin fecha de regreso a las actividades pero con la certeza de que habrá muchos cambios, tanto en Trinidad como en Colón lamentan lo mismo: la vida social del club tal como se la conocía no estará.

“Los papás, de acuerdo a la categoría, muchas veces se quedaban durante los entrenamientos ya sea porque los niños son chiquitos o las distancias son largas. Incluso acá tenían donde tomar algo o compartían mate en las tribunas. Suponemos que en los protocolos se marcará que deberán dejarlos en la puerta e irse. Lo que fue siempre ya no será. Ese movimiento característico de los clubes va a cambiar por un tiempo largo o para siempre. Cambió la vida de club; ya no veremos gente y se cortará ese tipo de encuentro, amistad y comunicación. Nos duele porque era parte de lo lindo y más de una vez, los padres se organizaban para hacer algo especial para el club. Eso se perderá”, enumera Galdeano.

Por parte de Colón, Iturrieta agrega  “va a cambiar mucho el escenario, las costumbres. Se van a eliminar los tradicionales bidones de agua que se compartían y vamos a tener que mirar en detalle las normas de higiene, tanto los papás como los dirigentes. Había mucha vida en la tribuna, de mate y conversaciones. Se ponía lindo y se va a extrañar. Será raro”.

Más allá de ello, ambas instituciones ya planifican para el verano que esperan poder llevar adelante pensando en un escenario pospandemia y en el encuentro postergado.

Trinidad sueña con un campeonato que tendrá el espíritu del Mundialito. “Sabemos que en lo que queda del año todo lo que es viajes y conexiones interprovinciales no se podrán concretar. Si esto levantara, con Walter conversábamos que vamos a tratar de planearlo a nivel provincial y que sea extendido. Depende del estatus de salud que tengamos en ese momento. Intentaríamos, si se puede coordinar, hacer un campeonato sanjuanino. Podrían venir chicos de Barreal, Caucete o Valle Fértil; alojarlos acá así como se hacía con los chicos que venían de Mendoza. Si nos permiten, avanzaremos en lo que se pueda”.

Y Colón, además de albergar (si se realizaran) las colonias de vacaciones del gobierno, quiere abrir una propia. “La pensamos desde el 8 y 9 de diciembre. Queremos que sea deportiva, con la pileta y poder enseñarle a los chicos las distintas disciplinas del club. La idea es sostenerla hasta febrero. Creemos que este año va a estar complicado el tema de las vacaciones también por lo que pensamos que podemos darle una alternativa a las familias”.

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