Coronavirus

Temor, ansiedad y angustia: así afecta el coronavirus a los casos detectados en San Juan

En San Juan, la enfermedad genera diferentes estados, de acuerdo a la persona. La angustia y el miedo se repiten entre los contagiados pero por cómo afecta a sus familias.
martes, 28 de julio de 2020 00:00
martes, 28 de julio de 2020 00:00

Las manos sudan, el corazón late más rápido que nunca y los nervios lo abordan. Son los 15 minutos más eternos, parado en el control de ingreso a la provincia. Fue solo un pinchazo en el dedo pero suficiente para determinar si el organismo generó anticuerpos por el coronavirus. Por la cabeza pasan mil pensamientos: "¿Y si me da positivo?", "¿y si me tienen que aislar solo 14 días?", "¿y si contagié a mi familia?", "¡mi viejita que no se contagie!". Luego, sale la enfermera y le confirma su mayor temor: el test rápido dio positivo. "Pero hay que ver si ya pasó la enfermedad o aún la tiene", le indica la enfermera para tranquilizarlo. Para eso, habrá que hisoparlo y ahí "la cabeza se convierte en otro mundo".

Ésa escena no está alejada de la realidad. Se repite varias veces en los controles de ingreso a San Juan. El temor es un factor recurrente y muchas veces el infectado con coronavirus no teme por su vida pero sí por la de sus seres queridos. En la provincia existe un equipo de psicólogos y psiquiatras que contienen a las personas que atraviesan esta situación. El camino desde que el test rápido o el hisopado da positivo genera miles de pensamientos en el infectado que van de la mano del miedo a diferentes situaciones, incluso al escrache. 

Cecilia Turiz, Verónica Rodríguez, Mónica Reynoso, Alejandra Albarracín, Laura Tamarit y Brandt, son los profesionales del área de Salud Mental de Salud Pública que trabajan precisamente en el abordaje y contención de los repatriados, casos positivos de coronavirus y contactos estrechos aislados. Su labor no es fácil porque implica llevar de la mano a las personas que sienten que la vida se les desmorona ante una enfermedad que todavía tiene muchos focos desconocidos para el mundo entero.

El contacto es telefónico, remoto, y depende de la condición de la persona con COVID-19 cómo será el abordaje. Los que están internados en el Hospital Rawson reciben la atención del equipo de salud del nosocomio mientras los que están aislados en hoteles, trabajan directamente con la División Salud Mental de la cartera sanitaria de la provincia.

"El principal malestar es el aislamiento. Si bien en un principio es de 14 días hasta que pasa el virus, a veces el diagnóstico se extiende un poco más y eso aumenta la ansiedad. Si no tienen hisopado negativo no pueden irse. Algunos han estado más de 20 días y trabajamos con la contención", explicó la licenciada Cecilia Turiz a Diario La Provincia SJ.

El equipo trabaja tanto con transportistas como con repatriados, tanto con casos positivos (sintomáticos como asintomáticos) como con personas que no lo tienen pero que deben cumplir la cuarentena para ver si se activa o no el virus. Solo con repatriados hicieron 400 abordajes desde el 24 de marzo hasta la fecha. Al principio se hacía un abordaje mental pero luego el primer abordaje lo empezó a hacer trabajo social, y después lo deriva al equipo mental si aparecen síntomas derivados de la angustia o propios de no ver a la familia.

"La mayoría de los casos asintomáticos, sienten una sensación de extrañeza. Los laboratorios confirman que tienen el virus pero físicamente no lo han sentido. Es extrañeza porque tienen el virus y no les duele nada. La idea en ellos no es de morirse. El miedo es del contagio porque es algo que siempre está presente. Al estar aislados y cumplir el protocolo están tranquilos de no contagiar y en el caso de haber generado dudas, luego los estudios confirman que ningún familiar se contagió y eso genera la tranquilidad esperada. Pero es una fantasía que tienen y da vuelta en sus cabezas. Es una preocupación", explicó Turiz.

"Tengo miedo"

El drama de una persona que da positivo en coronavirus muchas veces no va de la mano del miedo a morir sino a que un ser querido se haya contagiado y le termine costando la vida. El temor a perder a esa persona que se quiere, ya sea madre, pareja o hijo es una constante que perciben quienes los atienden en la "línea de fuego", o sea la primera línea de combate de la enfermedad en los hospitales. 

"Básicamente se preocupan por al familia. Es la reacción que más han expresado, el temor de contagiar a su familia por eso en cuanto conocen que tienen covid quieren avisar rápidamente a la familia que estuvo en contacto con él previamente", comenzó explicando la doctora Analía Ríos, directora del Hospital Ventura Lloveras.

La persona que ingresa al nosocomio con test rápido o hisopado positivo, no entra en contacto con ninguno de los psicólogos de manera física sino que es de manera remota por llamada telefónica. Se conecta el equipo de salud mental con esta persona para llevar tranquilidad y para que se pueda expresar. Ahí lo ayudan a "bajar la ansiedad" y le dan la contención necesaria. 

"Otro de los miedos que manifiestan, especialmente los transportistas, es la carga que están llevando en el camión. Eso queda en custodia policial. No hay problema y las empresas en las que trabajan se hacen cargo para brindar la seguridad de que el camión está custodiado. Pero no tienen temor de la enfermedad en sí", explicó destacando que siempre se busca también llevar tranquilidad a la familia ante una situación como ésta.

En el caso de los transportistas que son asintomáticos, que no son tomados como pacientes, se lo ve como una persona íntegramente que está "en ese momento con un padecimiento psicológico más que físico".

"Tratamos de abordar todas las áreas para que esté tranquilo y contenido. Están demasiado paliados por la situación", subrayó. 

Trabajar sobre la angustia

"Esto va a pasar". Esas palabras son las que la psicóloga Laura Nesman transmite al teléfono. No es fácil, el miedo a veces aborda y dificulta la posibilidad de ver las cosas con tranquilidad. Sin embargo las palabras ayudan a encontrar el camino. La licenciada siempre trabajó en el ámbito de la salud pública y nunca imaginó tener que intervenir en un contexto de pandemia. 

"Hemos estado atendiendo a la gente aislada que desde el hospital se le brindaba apoyo y contención. Solo tuvimos contacto telefónico con un paciente internado por COVID. Se trabaja sobre la angustia que genera y la incertidumbre. Primero aclaramos algunos temas para que sepa que las sensaciones que vive están dentro de la normalidad. Es normal sentir miedo, angustia, temor de contagiarse. La mayoría tenía miedo de contagiar algún familiar", explicó la profesional con voz pausada y transmitiendo la misma tranquilidad que busca dar en una sesión.

"Buscamos que sienta seguridad que esto va a pasar. En el caso de la persona que tenía que esperar el resultado, tratamos que lo esperara con tranquilidad porque iba a pasar, tenía solución. Se le preguntaba si quería que avise a alguien especial pero todo generando un clima dentro de todo positivo", agregó. 

Nesman nunca imaginó esto que ha ocurrido en el mundo, el cual define como "una experiencia enriquecedora" que ha hecho "crecer a todos, de una u otra manera".

"Creo que esta pandemia nos ha hecho reflexionar sobre muchas cosas. Hay muchas cosas que van a cambiar. Por ahí ha avivado la llama de la solidaridad. La parte más fea del ser humano también se avivó con lo más agresivo porque eso también despertó. Pero va a ser una experiencia enriquecedora y va a salir todo bien. Dentro de todo se están haciendo las cosas bien", finalizó.

Comentarios