Transformación

El Aldo Cantoni juega su partido más difícil: por la pandemia, el hospital de campaña sigue latente

En estos cuatro meses de cuarentena y posterior etapa de distanciamiento social, el estadio cerrado Aldo Cantoni continúa transformado en hospital de campaña, con la ilusión de volver al deporte.
martes, 28 de julio de 2020 00:00
martes, 28 de julio de 2020 00:00

Ubicado en el corazón de la ciudad de San Juan, tras la cuarentena por la pandemia de coronavirus, el estadio cerrado Aldo Cantoni quedó vacío de la pasión de los hinchas y el sentimiento de los deportistas. Es que desde que San Juan extremó medidas para tratar de mitigar el golpe de la pandemia en la provincia, siete hospitales de campaña se levantaron en distintos puntos y uno de ellos fue exactamente ahí.

La imagen impacta, decenas de camas y una transformación estructural que muchos nunca imaginaron ver, es ahora “el juego” que quienes trabajan allí palpitan a diario. Dividida en pasillos y ahora con instalaciones eléctricas, la cancha ya no tiene el sudor de los apasionados del deporte sino que engloba cerca de 100 camas esperando nunca ser usadas por positivos Covid.

“El armado de esto comenzó en marzo cuando empezó la cuarentena, ceder este espacio no es solo por la cancha sino las instalaciones completas del estadio, y poder asistir en ciertas modificaciones. Desde la secretaria de Deportes significa virar en lo que siempre estuvimos acostumbrados a hacer para acompañar en un momento como este a los otros ministerios y brindar la capacidad operativa que se necesita”, señaló a Diario La Provincia SJ Franco Chancay, responsable del Área de Salud, en medio del difícil escenario.

Al pasar por ahí las grandes pantallas permanecen apagadas y los gritos de aliento ya no se escuchan. Adentro, el silencio resuena más que la hinchada en un partido. Quienes desarrollan tareas en el estadio aseguran que ya no “les choca” ver la cancha dividida entre pasillos y camas, pero sí esperan para que llegue el día en que los colchones se cambien por elementos deportivos y al estadio le vuelva el alma.

“La cancha no es lo único que “se modificó” sino que con el Ministerio de Infraestructura se identificaron “zonas críticas” por donde entrarían los pacientes positivos Covid y tendrían baños propios por fuera del personal de salud. Además se armaron sectores para enfermería, office para médicos y hasta dormitorios. En el caso que se necesite se ocuparía el estadio entero”, detalló Franco, señalando cada una de las áreas.

Y agregó que “esto está pensado para pacientes de mediana gravedad a quienes se necesitan aislar y que no requieran de terapia intensiva. Recibirían los mismos cuidados que en una sala de cuidados normales del Hospital Rawson, acá no tenemos respiradores ni monitores pero si está pensado para la colocación de baterías y cañerías de tubos de oxígeno. En lo demás se tendrían los mismos cuidados”.

Es por eso que la transformación en varias alas del estadio es notoria no tan sólo en espíritu sino en estructura. El Aldo Cantoni ahora cuenta con un office de enfermería, estructura que fue armada hasta con piletas para la higiene de las profesionales que trabajarían allí. “Hay dos bachas ya que una es de “zona limpia” y la otra de “zonda sucia”. Se armaría un depósito de medicación y del otro lado un espacio para la dosificación correspondiente para los pacientes. Las enfermeras desde acá tendrían toda la visión de los enfermos”, destacó Chacay.

Cada armado de nuevas estructuras se realizó con paneles de durlock para que al momento de volver a los partidos, pueda haber un desarmado fácil de paredes y bloqueos de pasillos.

“La zona de triage, que es la de conocer la condición clínica del paciente cuando ingresa sería directamente por el portón de entrada de combis que es por donde entraría la ambulancia y directamente pasaría a la sala (cancha). Los chicos de la guardia también funcionarían en ese sector específico. Una vez que el paciente positivo de Covid ingresa, quienes trabajan acá pasan a ser sospechosos”, indicó.

En tanto que proveedores de alimentos e insumos médicos ingresarían por una puerta de emergencia lateral al costado de lo que serían los núcleos de baños para pacientes. Esta zona ahora delimitada se encuentra donde antes había un pasillo único y que ahora está segmentado por paredes.

“Los insumos de comida se distribuirán por una nueva barra donde antes había una salida desde la cancha hacia los demás espacios del estadio. La barra divide lo que sería el sector de nutrición y preparación de viandas y donde también habrán dos carritos, uno de “zona limpia” que sería la parte de la cocina, y el otro de “zona sucia” denominado así por ser el que estará en la distribución de alimentos entre los pacientes positivos Covid”.

Dichos elementos jamás se mezclan y también estarían sometidos a protocolos de higiene y limpieza. En tanto que ya por las lateralidades de la cancha habían sectores identificados como “de transición”, donde los médicos y enfermeros podrán cambiarse de indumentaria con los equipos de seguridad correspondientes.

“Se agregaría un tabique de durlock y dobles cortinas para que se pueda ingresar y salir. Les seguirían los dormitorios del personal de salud, comedores y salas de estar de enfermeros y médicos. Podríamos tener por turnos rotativos de ocho horas, más de quince personas trabajando”, explica Chancay.

Así mientras recorre los pasillos del estadio, acostumbrado a verlos llenos de deportistas, Chancay ahora se los imagina funcionando como un hospital y admite que el cambio lo conmueve. “Es un momento complicado, mientras se arma todo para que quede como hospital la cabeza está pensando ´por favor, que nunca se use’. Es el partido más difícil el que estamos jugando pero aún no termina, es como estar en entretiempo porque la cancha sigue vacía”.

Mientras tanto, y aunque ya pasaron cuatro meses desde que el estadio cerrado se convirtió en un hospital de campaña, todavía no hay un destino certero de lo que pasará con las camas donadas por Barrick o si serán necesarios más cambios estructurales. En este escenario y lejos de la cancha, el sentimiento deportivo de los sanjuaninos continúa ahí, esperando un poco más con la ilusión de que todo quede en “la previa” de lo que fue un encuentro suspendido con el Covid.

 

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