Día del Periodista

Fátima Nollen, la periodista sanjuanina que afronta la pandemia en Londres elevando el arte de danza

Enamorada de una carrera que la llevó a ser corresponsal para prestigiosas cadenas internacionales como Telemundo, ahora se dedica a pleno a su gran amor escribiendo para Dancing Times. Cómo llegó la "nueva normalidad" a su vida familiar y laboral y su compromiso con los argentinos varados en Gran Bretaña.
domingo, 7 de junio de 2020 07:32
domingo, 7 de junio de 2020 07:32

Fátima Nollen lleva el periodismo en la sangre desde muy joven. Dejó San Juan a los 19 años para estudiar en Buenos Aires y desde allí, su camino la conectó directamente con su pasión y tuvo la responsabilidad de compartir con las audiencias hechos históricos como la devaluación del real y el atentado a las Torres Gemelas, conocido como el 11-S. Su versatilidad incluso la llevó a cubrir las Olimpíadas de Londres 2012 con NBC/ Deportes Telemundo y ser ganadora junto a su equipo de 3 prestigiosos premios Emmy.

La sanjuanina y su equipo ganaron 3 premios Emmy por su trabajo en las Olimpíadas de Londres 2012.

Ahora, en Londres, trabaja en el escenario impensado que construyó la pandemia por coronavirus pero que la encontró totalmente preparada.

Alejada de los reportes como corresponsal desde países que atraviesan complejas situaciones políticas y económicas, está dedicada  “a lo que dicta mi corazoncito: la danza”, tal como lo definió. Es parte de staff de la revista de danza más antigua del mundo que va a cumplir 110 años en julio. Se trata de “Dancing Times” que es la absoluta referente en todo lo relacionado a ballet, danza, arte y música y para la que realiza informes especiales y críticas, acercando a los lectores de esta publicación especializada, con su mirada de periodista, profesora de danza y amante de la cultura, diversos enfoques de la actividad de compañías de danza y ballet hispanohablantes.

Dancing Times, la prestigiosa revista de la que Fátima es parte.

Diario La Provincia SJ dialogó con Fátima por el Día del Periodista y ella, como sanjuanina de pura cepa y mate virtual mediante, nos abrió de par en par las puertas a su historia profesional y cómo esta pandemia la ayudó a consolidar una nueva normalidad en su vida familiar, en un país con más de 40.000 muertes por COVID-19.

“En Argentina fui una de las periodistas fundadoras de Crónica ya que estuve en el primer equipo de trabajo. Después, entré al canal ATC donde me desempeñé como corresponsal y cubrí la visita del Papa Juan Pablo II a Río de Janeiro y también, algo muy fuerte como fue la devaluación del real”, detalla Fátima sin mencionar que además, su trabajo en el país vecino la llevó a realizar informes sobre hechos de violencia en las complicadas favelas, en 1998.

Fátima en la histórica visita de Juan Pablo II a Brasil. Trabajaba para el canal ATC, ahora la Televisión Pública.

Después, le llegaría una gran oportunidad que no la hizo dudar en armar sus valijas y volar a Nueva York, en EE.UU. Allá mientras disfrutaba de la vida diaria con su marido, no imaginaron que les tocaría ser testigos de un hecho que marcó la historia mundial: el atentado terrorista a las Torres Gemelas. “Trabajaba en una radio como parte de un programa en español haciendo informes y fue muy fuerte. Recuerdo ser la única del equipo que vivía en Manhattan, había mucho miedo y todo a nuestro alrededor era muy complejo. Era hora de tomar una decisión y nos fuimos a Gran Bretaña”, agregó la profesional que fue convocada por la cadena Telemundo nuevamente para ser corresponsal.

Fátima no dudaba en hacer sus informes desde lugares complejos como las favelas de Brasil.

Acostumbrada a estar como periodista freelance (es decir que trabaja de manera independiente) en “el frente de batalla” en momentos y lugares claves, su maternidad la conectó fuertemente con el amor por la danza. “Siempre escribí sobre el tema porque mi corazoncito está allí. Soy profesora de danza e incluso gané una beca del Fondo Nacional de las Artes. Cuando dejé de lado las coberturas grandes en Internacional y Política, porque con un bebé muchas cosas cambian, llegó el momento de dedicarme plenamente a ello. Además de “Dancing Times”, tengo mi propia página “Dance Danza” y  también mi trabajo llega al diario La Nación. Mis notas las defino con mi editora y elegimos sobre todo aquello que genere mucho interés en Argentina, pese a no ocurrir allá o lo que tiene un impacto directo en nuestro país. Tengo el orgullo de tener tapas en la sección de Espectáculos con informes que me llevaron mucho tiempo y dedicación. Me gusta muchísimo lo que hago”, nos relata.

Entrevistando a la primera bailarina del Royal Ballet, Marianela Núñez en 2018.

Más allá de ser reconocida por su labor en el periodismo especializado (fue convocada por la embajada argentina en Londres y por la Royal Opera House para entrevistar a argentinos virtuosos en el mundo de la danza), frecuentemente Fátima es consultada por cadenas y medios de varios países y sus informes sobre situaciones sociales y políticas llegan a diversas audiencias. Su conexión con esa parte de su carrera sigue viva.

Lo que nunca pensó la profesional sanjuanina era que su modo de trabajo en Dancing Times la prepararía para lo que nadie imaginó: hacer periodismo en medio de una pandemia. Es que ella se preocupó por mostrar desde distintos enfoques el trabajo o la reinvención, en este momento, de las compañías hispanohablantes y eso significaba conectarse por mail, WhatsApp y Zoom con sus entrevistados, lejos físicamente de ella pero muy cerca por la pasión artística. “En los dos años que llevo escribiendo para la revista, lo virtual fue mi redacción laboral. Me conecté con compañías de muchos países; haciendo un trabajo minucioso para sumar números y nombres a mi agenda de contactos. Incluso llevé grandes informes durante 18 meses acercando el trabajo de esas compañías. Detallaba lo que se hacía en México, Colombia, Cuba y Panamá, entre otros, siempre contactándolos de manera virtual. Incluso, en este tiempo que llevo en Dancing Times nunca fui a las oficinas de la revista. Sí tengo contacto con mi editor que incluso vive cerca de casa”, dice.

Dance Danza, el perfil en el que Fátima difunde los trabajos de las academias; aún más ahora en esta pandemia.

La nueva normalidad

Con la pandemia, esa redacción virtual es uno de los engranajes de su nueva normalidad familiar en la que su esposo también desembarcó en el home office y su hijo toma clases virtuales. “Lo único que dejé de hacer es crítica de los espectáculos porque se suspendieron. No obstante, uno siempre puede darle un giro a las cosas y me dedico desde mi página a curar contenidos, no siempre míos pero importantes para los interesados. Durante la pandemia actualizo los ballets que han ido apareciendo en streaming gratuitos y otras noticias”, expresó.

Fátima y su familia, celebrando virtualmente el cumpleaños de su papá.
Las reuniones virtuales de amigos, el punto de encuentro en cuarentena. 

En eso, confiesa que se dio “un ejercicio fascinante con la vida en casa ya que nos llevamos muy bien los tres y creo que fue clave agarrarse a la rutina que, en medio de la incertidumbre del COVID-19, nos dio certidumbre y serenidad. Respetamos nuestros tiempos para trabajar, estudiar en el caso de mi hijo y sumamos otras rutinas sociales, como salir a aplaudir a los trabajadores esenciales que no pararon en la pandemia. Eso lo hacíamos todos los jueves y era el punto de encuentro, de alguna manera, con nuestros vecinos. Ellos en una vereda, nosotros en otra o separados por dos metros, tras ese reconocimiento nos poníamos a conversar un ratito porque necesitábamos esa conexión social. Era una forma de estar juntos y darnos fuerza en un país que ya lleva 40.000 muertes”.

Las salidas de Fátima eran para comprar en farmacias o en mercados.

Fátima retrató las calles de un Londres vacío cuando se atravesaba la fase más estricta de la cuarentena y en sus fotos, es imposible no notar la tensa calma que el COVID-19 generó en el mundo. Una de las ciudades más importantes del mundo pasó de esa quietud “de ciencia ficción” a retomar lentamente sus actividades. “Desde el lunes pasado podemos reunirnos 6 personas, integrantes de distintas familias, en un espacio físico al aire libre. Por otra parte, el Gobierno también está considerando lo económico. Al inicio de todo esto, se implementó una estrategia llamada “furlough”. Tiene origen militar y se trata de una licencia especial de trabajo. En Gran Bretaña, el Estado paga el 80% del salario de los trabajadores siempre y cuando no supere las  £2500 por mes. Por su parte, las empresas se comprometen a no hacer despidos. Esto ya se extendió hasta octubre pero en los últimos meses de esta nueva etapa, las compañías tendrán que aportar fondos también. Es una ayuda muy fuerte que ha impactado por supuesto en el Estado”.

Londres, vacía por la cuarentena por COVID-19.

Y remarca que “se va relajando la cuarentena pese a que la bajada de la curva de contagios no está aún en el nivel que los especialistas hubieran querido esperar. Lo que sucede es que este es un país bastante tolerante y confía en el buen comportamiento de sus ciudadanos pero, como en todos lados, no siempre hay una responsabilidad generalizada. En un parque cerca de casa se convocaron muchas personas, por ejemplo, y llegó la policía para garantizar el distanciamiento social. No es fácil. En tanto, los chicos en edad escolar, siguen con e-learning y una vez por semana, un tutor hace el seguimiento del estado anímico y los contiene. En eso, estamos muy conformes con el acompañamiento que llevan. Los alumnos están jornada completa en el colegio y han sentido en eso el cambio de rutina. Mi hijo, por ejemplo, me pide almorzar a las 12:50 hs. que es cuando él comía con sus compañeros en la escuela”.

En parques, el distanciamiento social está demarcado.
Fátima y su hijo Mateo, en un parque. Debían usa guantes descartables.

Con los repatriados

Fátima es parte de la “charity” Anglo-Argentine Society. Se trata de una organización solidaria que afrontó un nuevo desafío con la pandemia: asistir a los argentinos que quedaron varados en Gran Bretaña. “Pasamos de reunirnos físicamente a conectarnos por Zoom para generar iniciativas para ayudarlos ya que las situaciones eran diversas y las embajadas no se hacen cargo de todo. Logramos reunir fondos para pagar alojamientos y adquirir vouchers en supermercados para que pudieran comprar alimentos. Muchos tenían que ir al médico para que les hicieran recetas porque se les había terminado medicación esencial, por ejemplo. Estamos muy contentos porque la gente ha sido muy solidaria, en medio de esta pandemia. Aunque se tenga la imagen que los ingleses son fríos, ese perfil es totalmente contrario a lo que hemos vivido con los argentinos que esperaban volver a casa”, dijo.

Fátima agregó que los recientes vuelos a nuestro país partieron uno vía Frankfurt y en el último despegaron 345 compatriotas desde Londres a bordo de un avión de Aerolíneas Argentinas. Quedan alrededor de 200 a la espera de retornar.

En cuanto a ella y su familia pudieron estar en San Juan en diciembre y, cuestión del destino o no, fue un viaje que lo tuvo todo. "Se dio que viajamos los tres ya que mi esposo llevaba 5 años sin visitar la provincia. Disfrutamos de eventos familiares y con amigos. Quién iba a decir que llegó en el momento justo, antes de esta pandemia que nos cambió a todos".

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