Ayudá

Vivían en situación de calle, consiguieron un refugio y ahora se dedican a vender pan

Se trata de los chicos que participan del Proyecto Águila, un lugar que le da albergue a hombres sin hogar a partir de los 18 años. Conocé su historia y ayudálos.
domingo, 31 de mayo de 2020 21:06
domingo, 31 de mayo de 2020 21:06

Hace dos años abrió sus puertas una casa muy especial, se trata de Proyecto Águila, un lugar que bajo la conducción de Vivi Fornés, busca brindar un calorcito de hogar a aquellos hombres que no tienen dónde vivir.

El refugio, que funciona en el garage de la casa de Vivi, está acondicionado para 8 personas, pero actualmente hay 5 chicos que están pasando la cuarentena allí. 

El lugar se mantiene con donaciones de los particulares, Desarrollo Humano, Banco de Alimentos, ONGs y la Policía de San Juan que brinda la custodia gratuitamente. Fue precisamente gracias a que un alma generosa les llevó varios paquetes de harina que decidieron poner manos a la obra y aprender a hacer pan.

"El trabajo es porque estamos en cuarentena, no podemos salir, y necesitamos juntar dinero para nuestras familias, que la mayoría están pasando mal. Nos hace bien psicológicamente, para tener algo para hacer y para que cuando el día de mañana nos vayamos de acá podamos hacerlo por nuestra cuenta", contó Carlos a Diario La Provincia SJ.

Para muchos ha sido una de sus primeras experiencias amasando. "Es mi primera vez haciendo pan, pero en dos tandas ya aprendí a hacer el amasijo. Hay un compañero que sí sabía y un policía que hace adicionales que su papá es panadero nos dio la receta y nos explicó a hacerlo. Cada vez nos sale más rico", agregó Carlos quien comparte labores con Fernando Mercado.

El más experimentado es Luis, quien ya había tenido la oportunidad de dedicarse profesionalmente a esto. "Yo trabajaba en una panadería, estuve ocho meses así que gracias a Dios aprendí a hacer de todo un poco. Por ahora hacemos panes, y nos está yendo bien. Tenemos en mente hacer semitas, pero al tener un horno muy chiquito nos limitamos al pan por ahora. Es un horno eléctrico y en cada horneada nos salen solo seis panes".

Ya están trabajando como una fábrica, se dividen en grupos de tres para hacer el amasijo y el horneado. Este trabajo les lleva mucho tiempo ya que además del amasado tienen que dejar levar la masa por aproximadamente dos horas, y luego una media hora en el horno.

"Hace como cuatro meses que llegué al refugio, antes trabajaba en la terminal de maletero en la 20 de Junio y Del Sur y Media Agua. Me alegro de poder estar acá. Un día vino Vivi si queríamos hacer pan porque le habían donado unos kilos de harina, y una chica nos donó nuevo el hornito. He compartido todos mis secretos para hacer pan con los chicos", explicó Luis. 

Tienen un horno pequeño por lo que en cada tanda pueden meter hasta seis panes.

En este nuevo emprendimiento hay varios roles, Gustavo es el encargado de ventas. "Mi función es vender. Solo lo hacemos desde dentro del refugio o la vereda porque no podemos salir. Algo se vende por suerte, más o menos una docena al día". 

"Quiero pedirles que si alguien tiene tirado en el fondo un horno, que no lo ocupa, nos lo traiga para que podamos crecer con este emprendimiento. La gente está conforme con el pan y tenemos clientes que vienen diariamente. Esto nos sirve para ocupar el tiempo y no andar renegando. Es una ayuda al bolsillo", sentenció Gustavo.

Cada pan casero tiene un costo de $50 y se puede comprar en el Refugio que queda ubicado en calle Estados Unidos 1330 Sur, en Trinidad. También se pueden encargar al 2644031119.

"Recibimos donaciones de alimentos, harina y levadura para poder seguir horneando, pero por sobre todas las cosas necesitamos un lugar nuevo, una casa más grande. El garage de mi casa es muy pequeño y queremos alojar a más personas y realizar talleres que les permitan desarrollar un emprendimiento", pidió Vivi, la fundadora.

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