Bernabé es un nombre “de familia”, de esos que por generaciones se replican en hijos y nietos de un mismo árbol genealógico y que guardan historias y cientos de anécdotas. Pero sobre todo la identidad de pertenecer, en el caso de una familia sanjuanina, de ser Ontiveros.
Teniendo en la cabeza y también en la sangre esa concepción, en la actualidad, una joven pareja decidió adoptarlo como parte de esa tradición para comenzar otra: la venta de libros usados, antiguos, clásicos para llevarlos nuevamente a cada hogar de San Juan, y darles “una nueva oportunidad”.
“Bernabé surge en base a que desde chicos, en casa somos muy aficionados a los libros y a esta compra de libros antiguos usados, y que después mi papá los llevaba a su círculo más cercano. Muchos siempre le pedían algún título y él buscaba hasta poder llevárselos, pero nada más. Entonces con mi novia le propusimos tener una mayor difusión para llegar a más lectores de los libros que él tiene. La idea le gustó y recientemente todo comenzó”, relató su hijo Marcos a Diario La Provincia SJ.
La historia de la venta de libros del ingeniero Aldo Bernabé Ontiveros, nació hace más de 30 años cuando, en su juventud, con sus amigos vendían libros y revistas católicas. Con el tiempo el proyecto creció hasta poder importar libros, pero un mal periodo económico de la Argentina interrumpió el emprendimiento. Después de eso el camino fue un recorrido cuesta arriba hasta la actualidad, cuando junto a su hijo y su nuera, la magia de los libros usados volvió a salir a la luz.
“La parte de conseguir libros usados no es fácil de concretar ya que se trata de aquellos que en su mayoría ya no se venden en las librerías, y en San Juan casi ya no existen. Entonces, cuando podemos viajar a otras provincias donde hay librerías de libros usados, aprovechamos para traer la mayor cantidad que se pueda. Lo más probable, a la hora de buscar un libro específico, es que podamos conseguir uno solo porque son libros que actualmente existen de esa manera”, contó orgulloso el propio impulsor del proyecto, Aldo Bernabé.
Es por eso que muchos ejemplares llegan a sus manos demasiado deteriorados, muchas veces hasta con la falta de alguna partecita o punta de página. Sin embargo, la familia busca la manera de restaurarlos y preservarlos hasta que un nuevo lector decida revivirlos.
“Nos sorprendimos gratamente cuando abrimos las redes sociales ya que, principalmente fue el público joven el que se interesó por estos libros. Darles la nueva oportunidad de leerlos es algo que atrae mucho ya que al no ser nuevos, muchas veces vienen con notitas adentro y hasta flores secas, que le dan un valor sentimental que la gente agradece. Son libros seleccionados a los que cuidamos hasta el momento de la entrega, los llevamos con una tarjetita y con un embalaje estilo vintage”, detalló Cristina García.
De esta manera, la familia busca evocar la conexión a partir de que el libro viene de otra persona. “El que nos consulten por tal género o temática es muy lindo y nos pone feliz ya que notamos que hacer ese asesoramiento no es nuevo, sino que viene de la familia y que es algo que nos identifica. Llena de alegría saber que hay otra persona que está disfrutando y conociendo otros autores que ya no están en las nuevas vidrieras. También dar esa garantía de vender libros cuidados en sus valores se agradece mucho en el público”, finalizó la familia.
Los sanjuaninos comercializan los libros, con entrega a domicilio, a través de sus páginas en redes sociales, en Facebook como Bernabé Libros Leidos y en Instagram, como @bernabelibrosleidos.
