Debido al protocolo de seguridad dispuesto a nivel nacional por la expansión de la pandemia de Covid-19, los hospitales del sistema público de salud de Argentina se vieron obligados a tomar medidas para cuidar a todos los pacientes internados, no sólo aquellos considerados como casos sospechosos de tener coronavirus.
Es por eso que en San Juan no es la excepción y familiares de quienes ingresan a diario a los nosocomios por distintas afecciones, se muestran realmente dolidos por no poder cuidar ni visitar a sus seres queridos, de quienes solo reciben informes médicos diarios.
“Somos de Media Agua y mi esposo está internado por un infarto que sufrió cuando trabajábamos en el local comercial que tenemos en Los Berros. Nos informan una vez al día de su estado de salud pero al no poder verlo en visitas o acompañarlo la verdad es que la pasamos muy mal”, contó Dolly Orozco a Diario La Provincia SJ, intranquila en inmediaciones del Hospital Marcial Quiroga, donde su marido se encuentra internado en la Unidad Coronaria.
La mujer, junto a otras esposas y esposos, madres y padres, hijos y amigos, a diario se presentan en el hospital para saber la evolución de sus familiares, y con la tristeza de no poder cruzar una murada, una palabra o un apretón de manos.
“Con mi hijo nos quedamos a dormir en el auto en la puerta del hospital, esperando tener noticias de él. Los primeros días no sabíamos qué le pasaba y cómo estaba, era la primera vez y después nos dijeron que iban a dializarlo por un problema en los riñones. Pero es desesperante saber que está adentro y su familia afuera pero no podemos comunicarnos”, dijo angustiada.
Fabián Villegas, esposo de Dolly, ingresó el lunes a las 18 horas, cuando se descompensó trabajando en el negocio de la familia. De inmediato sus allegados lo llevaron hasta la salita de atención médica desde donde fue trasladado a Media Agua y entonces a Rivadavia.
“Nos piden que una vez que nos dan los partes médicos volvamos a casa pero para nosotros significa un viaje de casi dos horas, solo de ida. Por eso optamos por quedarnos en el auto. Nunca pasamos por esto y mucho menos en una situación de pandemia como la que vivimos, que si bien no está internado por eso, el protocolo aplica de igual manera para todos”, aseguró la mujer, tratando de buscar alivio. "Mi hijo menor es el que me acompaña ya que la mayor tiene una nena de dos años y mi hijo del medio está trabajando en Córdoba".
Aún así, la mujer se da fuerzas para mantenerse firme por la salud de su compañero de vida, a quien asegura que extraña cuando llega a su casa y no lo encuentra. “Es un sacrificio que hacemos por ellos, sabemos que nos exponemos estando acá, pero la angustia de no verlos es lo que te mueve. Están muy bien atendidos y las medidas del protocolo son para protegernos a todos, pero se trata de mi esposo, hay padres, madres, hijos internados. Sobrellevar el momento es un cuesta arriba”, finalizó.
