Tras inspecciones en comercios barriales, personal de Medicina Sanitaria y de la división Alimentos del Ministerio de Salud Pública de San Juan secuestraron una importante cantidad de botellas de salsa casera que estaban a la venta. Ante el peligro de botulismo, fueron retiradas inmediatamente.
"Se secuestraron de más de 50 botellas de salsa, ya que no estaban registradas ni a nivel nacional ni local y eran vendidas en distintos comercios del Gran San Juan. En la provincia estamos en pleno periodo de la producción caseras de estas salsas. Se espera el precio bajo del tomate para ello y si bien es una tradición, no se puede vender algo cuya calidad no fue certificada", manifestó el jefe de Medicina Sanitaria, Roque Elizondo en conferencia de prensa interactiva.
"Los sanjuaninos creemos que somos especialistas en elaboración pero hay que tener mucho cuidado con eso. En los cursos de manipulación de alimentos se concientiza sobre esto y en 2019, después de 4 a 5 años sin novedades tuvimos un caso de botulismo. Es preciso saber que esta enfermedad es muy peligrosa", marcó.
Además, Elizondo agregó que en esos comercios barriales se han labrado varias actas de infracción en la cuarentena no porque sus alimentos no estuvieran bien conservados sino porque no cumplían con distanciamiento social al haber varios clientes esperando juntos, no había alcohol en gel ni trapos para que la gente limpiara las suelas de sus zapatos y el vendedor no usaba barbijos. "No hubo clausuras hasta el momento", dijo.
