Con el objetivo de brindar alternativas que cuiden el medio ambiente, es que en los últimos años se ha desarrollado infinidad de productos. Una problemática que no siempre se tiene en cuenta es la contaminación fruto de los residuos de los productos de higiene femenina.
Se estima que las toallas menstruales tardan aproximadamente 300 años en degradarse ya que están compuestas de alrededor de un 90% de material plástico dependiendo de la marca. Es por ello que en el mercado se pueden encontrar las copas menstruales, elaboradas de silicona médica, pero no todas las mujeres se adaptan a su utilización.
Así surgió otra opción que incluso vuelve a los métodos que utilizaban las abuelas, las compresas lavables. En San Juan hay una emprendedora que decidió comenzar a fabricarlas hace casi cuatro años. "En el 2016 llegaba hasta mi casa el agua de riego y traía de todo, desde pañales hasta toallitas. En vez de quejarme porque tenía que limpiarlo, me propuse hacer algo. Había visto que en Europa ya se estaban volviendo a utilizar los pañales de tela para cuidar la salud, la economía y el medio ambiente. Empecé a hacerlos y lo compartí con otras mamás pero muchas no tenían el tiempo para hacerlos. Así que inicié mi pequeño emprendimiento que ahora incluye sobre todo toallitas femeninas", contó en diálogo con Diario La Provincia SJ la propietaria de Consciencia Eco, Isabel Gonzalez.
Poco a poco fue ampliando la oferta de productos y se fue centrando en los pedidos que le hacían. "Escucho mucho qué es lo que necesita cada una, porque cada cuerpo es distinto, por eso es bueno personalizarlos. Investigué sobre telas, y conseguí un buen polar que por un lado deja pasar el líquido pero por el otro no lo deja volver a salir. La primera capa es de algodón blanco, después sigue una capa de micropolar, seguido de un absorvente que por lo general es de toalla y una última de polar".
Además de la suavidad, la capacidad de absorción, Isabel busca la forma de que se puedan adaptar lo más posible a cada mujer. "Decidí usar botones, porque si bien está generalizado el uso de broches, ellos no se pueden correr o reemplazar. Incluso hay gente que me ha regalado botones y por eso los saqué del precio y las hice más económicas".
¿Cómo se lavan?
Por supuesto, se trata de productos reutilizables, por lo que están pensados para ser lavados. "Recomendamos que los coloquen boca abajo en un recipiente con agua y una pizca de bicarbonato. Eso hace que la sangre se libere. Después la podés meter al lavarropas con un jabón neutro. No recomiendo jabones con mucho químico ni suavizante porque las capas no van a cumplir su función. Lo usual es dejar varias en remojo y lavarlas todas juntas. Se secan muy rápido", sentenció la emprendedora.
Estas son las propuestas, junto con sus precios:
¿Por qué son tan importantes estos productos?
Según un informe de la ONU, alrededor del 26% de la población mundial está en edad de reproducción, lo que significa que 1.800 millones de mujeres necesitan de algún tipo de producto de higiene íntima por mes.
Siguiendo con las cuentas, si cada mujer menstrúa una media de 40 años, esto supone una media de 500 ciclos y si por cada uno de ellos gasta por ejemplo 15 toallitas o tampones, estamos hablando de un mínimo de 7.000 productos usados a lo largo de su vida.
