Palabra

Desapareció hace dos años y su madre no pierde las esperanzas: "mi corazón me dice que está vivo"

En los próximos días se cumple dos años de la desaparición del joven de Neuquén que vivía con su familia en San Juan y un día desapareció tras tomar un colectivo hacia Mendoza. El dolor de su familia y la ilusión que la mueve.
sábado, 4 de abril de 2020 11:30
sábado, 4 de abril de 2020 11:30

Virginia Roquier no baja los brazos en la búsqueda de su hijo de 24 años, Cristian Santos, tras desaparecer el 10 de abril de 2018 sin dejar rastros. Al joven se lo vio por última vez tomar un colectivo de larga distancia en la Terminal de Ómnibus con destino a Mendoza pero jamás volvieron a saber de Cristian, ni tampoco él se volvió a comunicar. 

Desde entonces su familia abrió una causa judicial en el Quinto Juzgado de Instrucción pero aseguran que actualmente está parada, pese a las incansables averiguaciones que llevaron adelante. 

"Lo extraño, todos lo necesitamos en casa, mi corazón me dice que está vivo y por eso su habitación sigue intacta, tal cual él la dejó. Me cuesta trabajo creer que no se quiera comunicar cuando teníamos una buena relación, de todo me avisaba y me contaba, sabíamos que es gay y no tuvimos problema con eso. Aunque pienso no entiendo qué pasó", contó Virginia a Diario La Provincia SJ.

Fue a una consulta con una profesional en el Hospital Rawson el 10 de abril de aquel año pero después no se supo a dónde fue a la salida del nosocomio. Posteriormente las cámaras de seguridad de CISEM captaron al chico tomando el colectivo y ese es el último rastro que se tiene de su paradero. 

"Muchos me llamaron diciéndome que está muerto, que lo enterraron, pero no lo creo. El dato más reciente que recibimos fue que lo vieron en Mendoza como una chica transexual, según las imágenes es muy parecido pero ahora no puedo ir para allá y eso me desespera", señaló la mujer. 

Y agregó que "decidí estudiar la carrera de Archivística pero no acepté ningún trabajo debido a que pienso que si recibo algún dato y tengo que salir a buscarlo, trabajando no voy a poder. Estudio y estoy atenta siempre a lo que nos llega". 

La familia llegó del sur hace cinco años a San Juan y nunca se imaginaron pasar por esta situación. "Si él pudiera enterarse de todo esto le diría que por favor regrese, que acá lo esperamos, que vamos a escuchar y entender si todo esto fue a propósito. Pero necesitamos tenerlo acá, con nosotros", finalizó Virginia. 

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