El difícil escenario mundial por la pandemia del Covid-19 llevó a científicos de todo el globo a desarrollar innumerables avances en torno a la ciencia y herramientas que permiten un desarrollo viable de las prácticas contra el virus.
En este marco, investigadores sanjuaninos se unieron a estas prácticas y desde diversos campos científicos comenzaron a gestar proyectos para ayudar al avance de las medidas de seguridad sanitaria dispuestas por el Gobierno de la Nación. Es el caso de miembros del Instituto de Ciencias Básicas - ICB - de la Universidad Nacional de San Juan - UNSJ - que crearon un termómetro infrarrojo que permite tomar la temperatura de las personas a distancia.
"Nosotros trabajamos con anfibios y reptiles y lo que hacemos es tratar de entender la fisiología de estos animales y cuáles son sus respuestas ante el calentamiento global. Generalmente diseñamos nuestros propios equipos para tomar las temperaturas ambientales y la humedad, ya que los elementos necesarios muchas veces no están disponibles en el mercado. Para esto usamos plataformas libres llamadas Arduino, y a partir de eso es que decidimos colaborar con un proyecto para construir de esta manera un termómetro infrarrojo", describió Eduardo Sanabria, investigador del CONICET, y miembro del ICB a Diario La Provincia SJ.
El proyecto cuenta con dos ejes, el primer es el diseño del termómetro infrarrojo portátil fácil de usar por cualquier persona, y el segundo que toda la información necesaria esté en un repositorio digital libre para que cualquiera pueda producirlo.
"Es un producto de tamaño pequeño parecido al de un celular estándar, que funciona con una batería de 9 voltios y que lleva un carcasa que es impresa mediante una impresora 3D. Es un termómetro de "no contacto" que permite tomar la temperatura a distancia, que ofrece una lectura fiable a no más de dos metros, a la frente de una persona. De esta manera permite respetar la distancia total con quien lo utilice", señaló Sanabria.
Mediante el proyecto, los investigadores plantearon el objetivo de producir 50 ejemplares que se pondrían a disposición de la institución que los necesite en San Juan. De esta manera buscan colaborar en este contexto particular de cuarentena.
"Es un instrumento que actualmente se usa en el mundo y que con la fabricación propia tiene un costo aproximado del 20% al 30% de los que se encuentran en el mercado de similares características. Creemos que es una buena forma de afrontar la situación económica si ponemos a disposición un diseño que es realizable en general", agregó el investigador.
El equipo de investigación conformado para este proyecto se encuentra integrado por el Doctor Pablo Cremades de la Uncuyo, la Doctora Lorena Quiroga, Doctor Eduardo Sanabria, ambos investigadores del CONICET. Además la Licenciada Luciana Gordillo, Licenciada Yamil Rodríguez, y el Licenciado Juan Aragón, becarios del CONICET en el ICB de la Universidad.
"La idea nació desde el corazón del grupo de trabajo y es una forma de colaborar y devolverle a la sociedad algo del conocimiento que adquirimos en la institución pública. Además, al ser investigador del CONICET creo que es importante estar presente de cierta manera, en la sociedad cuando todos nos necesitan", finalizó Eduardo Sanabria.
El Instituto de Ciencias Básicas pertenece a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ.