El paraje de la Difunta Correa siempre fue considerado un lugar de culto no católico pero centro de la fe. Todos los Viernes Santo, desde hace décadas, se convertía en el espacio donde los promesantes realizaban diferentes expresiones para agradecer y pedir movilizados por la esperanza. Sin embargo este viernes se quebró esa tradición. Fue la Cuarentena Total por el Coronavirus lo que rompió décadas de movilizaciones y por primera vez se vio el lugar completamente vacío.
"Esta semana se reforzaron los operativos e ingresos a las arterias con la rural de Vallecito. Además hay un puesto policial en la parte del Control Forestal y por eso no ha logrado llegar nadie al paraje", informó Juan Manuel González, administrador del Paraje, a Diario La Provincia SJ.
El lugar lució desolado, con las tradicionales escalinatas sin nadie circulando y las velas apagadas. Olía a soledad pero reflejaba una fe apagada pero no ausente. Las calles vacías no significaron que la gente dejó de creer, cada arteria con un fuerte operativo policial trabando los ingresos significó el cuidado de la salud de los promesantes, que pronto regresarán.
Según informó el comisario mayor Gregorio Díaz, a cargo de la Regional Este, los creyentes no generaron "muchos problemas" a los efectivos, es que ni siquiera intentaron ingresar. "Hasta el momento todo ha estado muy tranquilo, pero vamos a continuar con el operativo hasta el domingo", advirtió.
Al mediodía, solo un pequeño "puñado" de personas habían consultado si podían expresar su fe pero la posibilidad de circular era nula y las personas lo entendieron.
Sin embargo, ante la imposibilidad de movilizarse por el avance de la pandemia del coronavirus, los creyentes recurrieron a otras vías para expresar su fe: las redes sociales.
En facebook, las páginas dedicadas a Deolinda Correa se convirtieron en el espacio de expresión de esas personas que repitieron una y otra vez un mismo pedido: que pase la pandemia del coronavirus y genere en la provincia, el país y el mundo, la menor cantidad de muertes posible.
"Protégenos difuntita", decía uno de los tantos mensajes dedicado a Deolinda Correa, en donde la fe no se detiene.