Coronavirus

Enfermero sanjuanino en Milán: "es desesperante ver morir y saber que hay 4 pacientes esperando por esa cama"

Sergio Muñoz es enfermero sanjuanino y le toca atravesar la pandemia en Italia donde ya murieron 11.591 personas.
lunes, 30 de marzo de 2020 15:40
lunes, 30 de marzo de 2020 15:40

No dio tiempo a reaccionar y se convirtió en un tsunami. Con esas palabras, Sergio Muñoz contó la locura que se vive por estos días en los pasillos del hospital de Milán, Italia. Es sanjuanino y trabaja como enfermero desde hace vario tiempo en aquel país donde se enfrentó al peor desastre sanitario: el coronavirus.

"Escuchamos hablar de una enfermedad que supuestamente era un poco más grave que una gripe, con algunos índices de mortalidad un poco más alto. Mientras lo ves de afuera lo ves como algo simple, siendo enfermero más en terapia intensiva estoy acostumbrado a ver casos graves que para mi era algo normal, que se veía todos los días, hasta que te llega esto y no te da tiempo para reaccionar. En Milán empezaron a destinar hospitales solo para pacientes con el COVID 19. Después aumentaron los hospitales, aumentaron los pacientes, aumentaron las personas y cuando te das cuenta estás en medio de un tsunami, donde jamás pensaste estar y ahora hay que salir de alguna manera", contó el sanjuanino en La990.

El enfermero se enfrenta en Italia a la pandemia que ya acabó con la vida de miles de personas no solo en aquel país sino en todo el mundo. Trabajar en Terapia Intensiva lo enfrentó a un conjunto de emociones que lo  pone al límite de la estabilidad y que se aferra a todo para hacer frente y salir adelante con todo el grupo de profesionales.

"Emocionalmente es la parte más difícil, sea para el paciente que me toca asistir, sea para el pariente que me llama y no tiene posibilidad de ver a su familiar internado, sea para mi como enfermero para volver a casa. En este momento me decidí aislarme y no ver a mi hijo por el riesgo de contagiarlo. La emoción de tener que llevar todo esto es lo más difícil, a parte de la parte asistencial porque no tenemos un fármaco, una terapia específica y tenemos casi que experimentar con este tipo de pacientes", agregó.

Por su experiencia, el enfermero está "conectado" con otros profesionales de la salud de otras partes del mundo con quienes trata de hacer un "debate para ver qué es lo mejor en estos casos" si permitir que un familiar vea a sus seres queridos antes de morir o mantenerlo aislado hasta el deceso. "Lamentablemente no tenemos que pensar solo en el que está internado en el hospital. Si tengo mis hijos, tengo que pensar en ellos y que si estuviera en contacto con mi padre que está grave, tendría el riesgo de contagiar a los seres queridos. Es difícil porque nadie se lo imaginó pero es la decisión justa. Me sentiría peor hacer saludar al pariente y que esta persona siga contagiando a otros. Sentiría culpa si hiciera eso", confesó.

Luego contó que a partir de esto se "revaloriza toda la vida frenética que teníamos antes" porque permite darse "cuenta la cantidad de tiempo que perdíamos en cosas banales, mucho tiempo para el trabajo, para la escuela y poco tiempo para decir las cosas importantes, compartir en familia, decirle a los viejos lo que sentimos y que son ellos los que hoy están en riesgo". "Esta cosa a nosotros nos va a cambiar, a mi ya me cambió y no se cuanto tiempo va a durar pero seguro no seremos los mismos al final", agregó.

Por otro lado, destacó que se "llegó a esto porque se subestimó". "Lamentablemente fuimos los primeros. Desde el primer día que se detectó el paciente 1, allá por el 21 de febrero, es probable que el virus haya estado desde hacía un mes antes. Había neunomías atípicas, yo tuve una especie de gripe que nunca me pasó haberla tenido, la tuvo mi hijo pero salimos adelante. No te puedo decir porque no hicimos los controles de la inmunidad que podemos tener ante esta enfermedad. Pero sí creo que el paciente 1 es el que dijo yo tuve contacto y probablemente lo tengo, pero hay que ver todos aquellos que tuvieron contacto con coronavirus y no se sabe", destacó.

Por último destacó que la mayor parte de las personas que se contagian sobreviven y luego hacen la vida normal, pero es tan contagiosa que "el porcentaje de personas que muere es altísimo, sobre todo personas de más de 65 años y están más en riesgo".

"Es desesperante ver morir a una persona y saber que detrás hay 3 o 4 pacientes que quieren ocupar esa cama. Saber que no das a basto, saber que lo que haces no alcanza. Por eso, por nuestra profesión me toca estar en primera fila. La gente debe estar en sus casa porque es la única forma de prevenir", finalizó.

Con las cifras informadas este lunes, Italia alcanzó las 11.591 víctimas fatales desde el primer fallecimiento registrado el 21 de febrero, de las que 6.818 se concentran en la región norteña de Lombardía..

Este lunes, el premier Conte reconoció que Italia está "en la fase más aguda" de la pandemia, al tiempo que sostuvo que "es difícil hacer previsiones exactas".
 

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