En el sexto día de cuarentena obligatoria en San Juan, la policía está lidiando no sólo con personas que circulan en la calle y no son parte de los casos de excepción sino con algunos comerciantes rebeldes que abren al público, aunque no son servicios esenciales.
"El panorama en todos los departamentos es similar en cuanto a la cantidad de infractores que están practicando deportes, salen a caminar o van a visitar familiares o a reunirse en cumpleaños o comidas con amigos, También están quienes tienen locales de venta de ropa o de venta y reparación de celulares. Nos ha sucedido en varios barrios y se resisten a no atender, pese a que se les señala que no son servicios esenciales", destacó a Diario La Provincia SJ, el jefe de Policía Luis Martínez.
En esos casos, "se les ha advertido de las sanciones y algunos casos, se ha judicializado tras la desobediencia. Los sanjuaninos están afectados por supuesto en su economía, eso es indudable, pero sólo están autorizados a abrir comercios de venta de alimentos y bebidas, bajo las normas previstas y las farmacias. En cuanto a la venta de comidas, los servicios de delivery o cadetería trabajan normalmente".
Por otro lado, destacó que "aunque son pocos episodios, se ha agredido a los efectivos policiales verbal y físicamente que han detectado infracciones; lo que constituye un agravante en su delito". Sobre esto, el panorama es similar en toda la provincia y la escalada va de insultos y amenazas hasta golpes de puño y piedrazos.
Las transgresiones a la cuarentena tienen onerosas multas que van de los $40.000 a $150.000 y los aprehendidos pueden enfrentar un juicio en Flagrancia. Hoy comienzan a juzgar a 35 sanjuaninos infractores en 17 audiencias por videoconferencia.
