En una plataforma giratoria aérea que permitía ver la inmensidad del Costanera Predio Ferial y en la noche en la que actuaba Carlos Rivera, Rubén Orozco dejó de lado sus nervios, sacó un anillo de compromiso que para él tenía el valor del amor y el sacrificio y le pidió matrimonio a Valeria Aguilera. El momento impactó por su romanticismo y quienes estaban junto a ellos en ese momento, de manera ocasional, sacaron sus celulares y filmaron todo. Al instante, la "propuesta" inundó las redes sociales y también llegó a los diarios.
Pasó un año de ese dulce momento, con una repercusión inesperada para los protagonistas y la historia que se escribió después no se concentró en la organización de la boda sino en algo mucho más fuerte y especial. En diálogo con Diario La Provincia SJ, Valeria contó que "llevamos juntos casi dos años. Fue todo muy rápido pero el amor es así. Soy estilista y peluquera y él es empleado de una panadería. Al mes de la propuesta, nos enteramos que venía en camino Isabella, nuestra bebé".
Sobre el momento de la proposición, Valeria recuerda que "teníamos muchos nervios. Me puse muy nerviosa pero a la vez fue muy bonito porque yo sé todo el sacrificio que hizo Rubén para comprar ese anillo. Nadie más que yo sabe el sacrificio que hizo para comprar algo tan caro para él. Me emociona recordarlo. Las repercusiones no las esperábamos ni él ni yo. Pensamos que iba a pasar desapercibido. Los medios se hicieron muy presentes y estábamos en las redes sociales. Nuestras familias lo tomaron muy bien y nuestros amigos nos felicitaron. Hasta el día de hoy nos recuerdan el momento. Todo fue muy positivo".
Él eligió ese lugar "porque le gustaba el artista y quería demostrarme su amor, pero nunca se imaginó que un momento tan íntimo se iba a volver tan público. No hemos podido organizar mucho del casamiento porque tuvimos un año intenso. Pero ahora planeamos algo íntimo y especial para este 2020".
Si bien el embarazo los llenó de felicidad, atravesaron 8 meses muy duros. "Fue un embarazo de alto riesgo en el que surgieron muchísimos percances y nos pasaron mil cosas; entre ellas tuve diabetes gestacional y me subía la presión. Fue bastante difícil. Cuando ella nació, estuvo en Neo. Aprovecho para dar mi enorme agradecimiento al sector de Alto riesgo del Hospital Rawson y a Neonatología. Gracias a ellos tenemos a nuestra hija en brazos. Isabella nació bastante mal y está acá gracias a los excelentes médicos del Hospital Rawson. Son unos genios, como les digo. Ella ahora tiene 4 meses, está sana y súper feliz; vive riéndose", manifestó emocionada.
Por eso, "no pudimos seguir con el casamiento pero el motivo fue mucho más bonito. Ahora estamos bien por ella y recién vamos recordando y planeando una boda más sencilla. Antes queríamos algo más grande pero ahora apostamos por algo más íntimo. Llevamos nuestra etapa de papás muy bien, a pesar de todo. Rubén es un excelente papá, muy presente en la vida de Isabella y a mí me encanta ser mamá".
Adelantándose un poco en el tiempo, Valeria afirma que a Isabella tendrán una hermosa historia para contarle. "Le voy a mostrar los videos; los guardé y son muchos. Y también las notas de los diarios en los que salimos. Ella lo entenderá porque vive en una familia hecha de amor. También le diremos que un mes después de ese momento, nos enteramos que iba a venir a nuestra vida. La propuesta fue un momento hermoso; fue algo muy nuestro. Solamente los dos sabemos lo que significa. Él hizo un esfuerzo grandísimo, tuvo que buscar otro trabajo y pasó muchas horas al sol para comprarme mi anillo".
Para que la felicidad sea completa, Valeria está en plena búsqueda de un trabajo de medio tiempo para poder estar con su bebé y ayudar a Rubén con la economía familiar. "Sé hacer muchas cosas. Tengo estudios, aparte de ser estilista, tengo conocimientos de computación, inglés y fui niñera mucho tiempo. Tengo grandes recomendaciones, gracias a Dios y agradecería mucho la oportunidad de trabajar", afirmó. El número para contactarla para propuestas laborales es 264- 4622795.