Con apenas 18 años ya sueña en grande. Por un lado, junto a sus colegas, profesores y maestros de kick boxing y chaiu do kwan, realizan seminarios de defensa personal para ayudar a las mujeres, y por otro crear una escuela de estos deportes de combate para los chicos de su barrio en Chimbas. Se trata de Karen Araya, una joven apasionada, oriunda del barrio René Favaloro.
Desde muy pequeña realiza deportes, entre ellos chaiu do kwan, pero hace seis años se despertó la pasión por el kick boxing gracias al empuje de su padre y que sus tres hermanos mayores se iniciaron en esta actividad. Es que la pasión por este deporte, en el que se mezclan técnicas de boxeo, surgió de su padre quién realizaba boxeo profesional e incluso fue preparado en La Rioja por el mismo preparador que supo estar en algún momento al alado de Monzón.
“Empecé a hacer artes marciales de chica y fui rindiendo cinturones. De hecho este año, en diciembre, rendiré negro completo. El objetivo es llegar a pelear profesionalmente y salir fuera de la provincia y porque no del país. Pero lamentablemente no podemos porque no contamos con los recursos necesarios ya que no contamos con el apoyo del gobierno ni de nadie, porque no somos profesionales, pero es a lo que queremos llegare”, expresó a Diario La Provincia SJ, Karen.
La joven es instructora y junto a su novio Sebastián Torres, quién es profesor, llevan adelante el gimnasio Chaiu do kwan, en la que realizan distintas especialidades y asisten desde chicos de cuatro años hasta adultos mayores.
El estar en la enseñanza se requiere de crecimiento y aprendizaje constante, es así que junto a sus alumnos participan de distintos torneos en la provincia, incluso en alguna oportunidad fuera de la provincia y hace un par de años en Chile, pero ahora no cuentan con esas condiciones económicas y solicitan colaboración para que en el mes de marzo puedan asistir a Villa América en San Luis a una competencia nacional a representar la provincia.
“Hay muchísimos torneos a nivel nacional e internacional, de hecho en el país hay cerca de tres torneos por mes, pero no podemos ir. La idea es viajar en conjunto ya que tenemos distintas categorías en la escuela. En total somos 60 personas que formamos parte pero no todos competimos ya que en ese número también están quienes hacen chaiu do kwan, boxeo y kick boxing tanto competitivo como recreativo. En los torneos vamos agrupados ya que no podemos con todos porque no llegamos a la cantidad de dinero necesaria para ir todos”, añadió la chimbera que aspira, junto a sus pares, a dejar a la provincia en lo más alto a nivel nacional e internacional, ya que la vez que ha competido ha obtenido galardones.
Es que la Karen es una chica que viene de familia humilde. Va a cursar quinto año de la secundaria en la escuela Jorge Luis Borges. Su papá es Ricardo Araya, se encarga de atender el kiosco en su casa de elementos varios y venta de artículos de limpieza suelto, los que vende casa por casa los fines de semana. Su mamá se llama Analía Tejada, es ama de casa y realiza semitas y pan casero para vender en el kiosco de su hogar. Es la cuarta hermana de cinco hijos de la pareja.
“Desde que empecé a hacer este deporte me cambió mucho la vida, yo lo amo. Desde que empecé me gustó y es un deporte que sirve mucho a las personas, es por ello que quiero enseñarles a los niños de mi barrio porque tiene mucha disciplina y respeto a todos, desde el alumno al profesor que da la clase y los padres”, agregó Karen, quién explicó que en el gimnasio en el que enseña junto a su pareja realizan seminarios de defensa personal destinado más que nada a las mujeres.
“Realizamos seminarios para las mujeres que quieran ir a aprender defensa personal. De hecho se hará uno próximamente y se dará a conocer en nuestra página y a través de facebook, ambos son Chaiu do kwan Concepción. Esto surgió mucho con el fin de ayudar a las mujeres porque el seminario te enseña a defenderte si un hombre te quiere atacar”, añadió la joven, quién explicó que para cada cosa hay una técnica, o sea acorde a lo que realice el atacante de robar, violar, golpear, etc. Pueden asistir mujeres de cualquier edad, no hay límites.
“Nuestro sueño es crecer y llegar a competir profesionalmente. De hecho este año iniciaré con boxeo que hasta ahora no peleaba profesionalmente y este año me gustaría hacerlo. Sólo queremos crecer a través de las competencias pero no podemos solos”, aseveró Karen, a quién se la vio con muchas garras para salir adelante junto a todo el equipo del que forma parte en el gimnasio de Concepción.
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