Paula es una mamá muy activa. No sólo es "hacer de todo" como ella misma cuenta para que en su casa no falte nada, siempre con el apoyo incondicional de su marido, sino porque en familia buscaron respuestas en todos lados para sacar adelante a Serafín, su hijo de 11 años cuya vida ya es un milagro.
Es que en el embarazo de mellizos, ocurrió algo complejo. "En un punto de la gestación, fue su hermana la que recepcionó la mayor cantidad de nutrientes y él, simplemente dejó de desarrollarse. A los 5 meses de gestación había un retraso de crecimiento muy pronunciado. Me hicieron estudios y me dieron medicación para que él saliera adelante. No se explicaron cómo llegó a vivir. No tuvo secuelas neurológicas pero sí de crecimiento", señaló Paula a Diario La Provincia SJ.
Como consecuencia de ello, Serafín, que ya tiene 11 años, pesa sólo 31 kgs. En estatura, "está justo en el límite pero no concuerda con la genética de papá y mamá", destacó. El cuadro de base del chico se llama desnutrición fetal severa. "Esto llevó a una falta de crecimiento y con ello, una desviación de columna lumbar que le impide practicar deportes de alto impacto y otros problemas de salud, como la afectación en la pigmentación en la piel por lo que debe usar cremas y protector solar en forma permanente, además de protegerse del Sol. La mayoría de sus afecciones tiene base genética", detalló la mamá, que es docente.
En la búsqueda de los mejores tratamientos, sus papás con mucho esfuerzo pero sobre todo perseverancia ("no queríamos que el tiempo pasara y resultara perjudicial para él", dijo) recorrieron consultorios de especialistas e incluso viajaron a Mendoza, donde el pequeño fue atendido en la Fundación CONIN y en hospitales. "Hicimos todo para llegar a un tratamiento efectivo y ahora, vamos transitando un proceso con la colocación de hormonas. La Obra Social Provincia no autoriza una cobertura total y los especialistas que lo tratan no reciben OSP, entonces tenemos que tener dinero para cubrir esos costos. Además, se le indican estudios médicos específicos y tiene que tener un plan de alimentación especial que también requiere una inversión de dinero. Él tiene dos hermanos que también nos necesitan y mi marido está sin trabajo estable. Sólo hace algunos trabajos de albañilería pero la plata no alcanza", señaló.
Por eso, Paula vio que un emprendimiento de costura le ayudaría mucho a generar una ayuda económica muy necesaria en este momento. "Incluso una chica está dispuesta a hacer equipo conmigo y haríamos trabajos más rápido. Por ejemplo, podríamos confeccionar sábanas, que hoy por hoy, están muy caras y dar una solución a otras familias para que accedan a ellas. Tengo muchas ideas y ganas de trabajar. Pero me falta una máquina de coser. Por eso pido a quien tenga una, ya sea antigua o de modelos más nuevos, y no la use, que por favor me la preste o done. Asumo el compromiso de cuidarla y me ayudaría muchísimo en este momento", comentó.
La mamá está muy entusiasmada con la posibilidad de concretar este sueño más ahora que Serafín progresará en su tratamiento con hormonas de crecimiento. "Hemos llegado a manos de buenos médicos. Él es un niño muy activo al que le encanta jugar y dibujar. En la escuela, si bien sus tiempos no son los de otros niños, va progresando y avanzando. Va saliendo adelante y seguiremos haciendo todo a nuestro alcance para que tenga la mejor calidad de vida posible", sentenció.
Quienes puedan ayudar con una máquina de coser a Paula, pueden comunicarse al 2646-615699.-