Historia

Estaba al servicio de los vecinos de Rawson y ahora lucha contra el covid: necesita de la oración de todos

Mónica Valenzuela es muy querida y conocida en la Villa Lerga por asistir a los vecinos colocando inyecciones, tomando la presión o curando el empacho. En ese contexto se contagió de coronavirus y ahora se multiplican las cadenas de oraciones en su nombre.
lunes, 30 de noviembre de 2020 00:00
lunes, 30 de noviembre de 2020 00:00

Siempre al servicio de los vecinos. Cuando alguno de ellos necesitaba que le coloquen una inyección, le tomen la presión o le "curen" el empacho, ella estaba ahí. Mónica Valenzuela es una querida vecina que vive a metros del Centro Valenciano, en la Villa Lerga en Rawson. El pasado lunes quedó internada en el Hospital Rawson, después que le diagnosticaran coronavirus. A los 2 días la pasaron a terapia intensiva y desde ese día lucha con fuerza contra la enfermedad.

Mónica tiene 63 años de edad, está casada y tiene 3 hijos, que por estas horas viven una verdadera pesadilla al no tener contacto con ella. "Aparentemente se contagió colocando alguna inyección. El lunes la internaron y el miércoles ya pasó a terapia intensiva. Desde ese día no hay mucha mejoría y estoy desesperada, viviendo una pesadilla. Encima te llaman desde el hospital una sola vez al día y el fin de semana no te llaman", explicó Daniela, hija de Mónica, a Diario La Provincia SJ.

El coronavirus no sólo golpea en la salud de la persona contagiada sino también en todo su contexto familiar. Es que los contactos estrechos terminan aislados y con el miedo que genera el no saber cómo va a terminar todo. En este contexto, quien quedó más afectado fue el esposo de Mónica, padre de Daniela, quien "está muy devastado" y "con depresión", además de aislado.

"La angustia que tenemos es muy grande. Mi mamá es muy buena, los vecinos la adoran porque cura el empacho, los dolores de cabeza, todos los vecinos la llaman. Ahora estamos viviendo una pesadilla, la amamos y necesitamos que vuelva", agregó.

Mónica sufre de hipertensión y temen que ése sea un factor en contra en la enfermedad. Por eso es que piden cadenas de oraciones todos los días a las 23 horas.

 

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