Cuando comenzó la pandemia, el miedo de muchos sanjuaninos era contagiarse de coronavirus y sufrir el escrache de la sociedad. La primera que quedó en el ojo de la tormenta fue una joven médica que contrajo la enfermedad en el exterior y fue estigmatizada por la sociedad, especialmente en la zona donde vivía. Hoy, con otro contexto social y en el que se confirmó que hay circulación viral, los sanjuaninos siguen temiendo a la enfermedad pero no dudan en contar abiertamente a través de las redes sociales que se contagiaron.
Facebook, instagram o whatsapp se convierten en canales de expresión desde el momento que deciden someterse al hisopado hasta que reciben el resultado de la PCR positiva. Desde intendentes hasta trabajadores de cualquier área usan lo medios para generar apoyo y acompañamiento en este momento, que muchas veces suele ser difícil.
Desde el ministerio de Salud Pública de la provincia se encuentran estudiando cómo va adaptándose la salud mental de los pacientes con coronavirus en San Juan. Desde el brote de Caucete recién se está llegando a los 3 meses y hasta ahora no se ha corroborado el efecto psicológico puntual del covid en aquellos que lo tuvieron y superaron la enfermedad.
Sin embargo sí se detectan los cuadros cuando lo van transitado, y para ello se hacen seguimientos de casos.
"Se sigue verificando cuestiones de mucha ansiedad, se redujo la tolerancia a la frustración. Con el pasar del tiempo y malestar de largo plazo, aparecen más cuadros de ansiedad, irritabilidad y enojo. Son reacciones esperables en este proceso. Son emociones que si las referenciamos, son partes muy razonables por todo lo que está pasando", explicó Cecilia Turiz, desde el área de Salud Mental.
Luego indicó que "en relación al derecho del paciente se sigue siendo confidencial" sin embargo se ha observado que muchos pacientes ya no dudan en mantenerse en el anonimato.
"En un análisis podemos determinar que en un primer momento eran muy pocos identificables y generaba mucho más rechazo y estigma. Ahora la situación que hayan más positivos, generó que eso se minimizara. El efecto de rechazo y estigma cambió. Al contrario quizás se naturalizó tanto en la gente que ya no cumplen aislamiento y protección del otro", agregó.
"Han llegado a un punto que incluso lo han negado al efecto de la patología. Lo comunican a veces en busca de apoyo y que el otro lo acompañe o busqueda de bendiciones, que es tan común en las redes. Pero por otro lado significa minimizar el riesgo", advirtió.
