Historias

Son sanjuaninos y hace un año forjaron una nueva vida en España: "nos sentimos plenos"

Claudia Segovia y su familia empezaron de cero en Málaga donde trabajan en un rubro muy distinto al que ejercían en San Juan. Son los propietarios de "Ronda Café" y disfrutan del cariño de la gente. Qué los llevó a tomar la fuerte decisión.
domingo, 15 de noviembre de 2020 12:16
domingo, 15 de noviembre de 2020 12:16

Claudia Segovia se hizo querer en San Juan. Como comerciante, tuvo el reconocimiento de sus clientes y su vida en nuestra provincia "estaba hecha". Sin embargo, hubo varias situaciones que la llevaron a evaluar junto a Tiago, su hijo de 21 años y su esposo Pablo Borches cuáles eran las cosas que realmente pesaban en su balanza. Fue así que hace un año se instalaron en Málaga y allí son los propietarios y trabajadores de "Ronda Café", ganándose a puro esfuerzo su nuevo lugar. Más allá que la pandemia les impuso un parate a meses de abrir, el apoyo del gobierno les permitió mantener el equilibrio y ahora, siguen apostando a crecer en una nueva etapa.

La sanjuanina charla con Diario La Provincia SJ luego de su jornada laboral. En España, por la segunda ola de COVID, trabajan hasta las 18 hs. y desde las 22 hs. rige un toque de queda hasta las 6 de la mañana para frenar la circulación del virus. Adaptados a ese escenario, resaltan que la gente de su ciudad colabora mayormente a tratar de recuperar la situación sanitaria.

Hace poco más de un año, Claudia recuerda que: “en San Juan, nos decían: "están locos; ¿cómo se les ocurre irse?. Si les va muy bien acá... Hoy por hoy decimos: menos mal que nos vinimos a tiempo; sobre todo antes de la pandemia y sus dificultades y crisis”. Mi hijo quería que nos viniéramos con él porque había tomado la decisión de estudiar en España. Es hijo único y muy familiero. Ahora, estudia Administración de Empresas y para poder ingresar, tuvo que rendir 5 materias. El porcentaje a sacar era muy alto y lo logró. Cursa en una universidad pública y es muy accesible el sistema, una vez ingresado".

Las hermanas Segovia y sus familias apostaron a una nueva vida en Málaga.

Acerca del proceso de dejar San Juan, tuvo sus etapas. "Fuimos hablando y hablando ya que vivíamos cosas en el día a día que nos llevaban a reflexionar. Nosotros teníamos 2 comercios trabajando muy bien, otras inversiones y nuestra casa. La decisión no pasó por el tema económico ya que vivíamos cómodos y agradecidos del apoyo de nuestros clientes. Pero la vida pasa por otro lado. Llegó un punto en que nos saturamos. La mercadería subía todas las semanas y nos agobiaba no tener una estabilidad. No nos sentíamos plenos; necesitábamos una calidad de vida", destacó.

Además, otros factores cobraron relevancia. "Cuando mi esposo y mi hijo salían, yo me quedaba intranquila por el tema de la inseguridad. Es también sumó mucho. ¿De qué sirve tener un auto o un celular, si uno no puede salir y usarlos tranquilamente? Como a los amigos de mi hijo ya los habían asaltado y hasta herido para robarles el celular, él directamente no lo llevaba. Nosotros hemos tenido la posibilidad de viajar mucho y eso te abre la cabeza y todo se articuló para que tomáramos la decisión".

Si bien lo venían analizando y proyectando, un hecho les marcó el quiebre: “hicimos una compra grande para el día del Padre y nos llegó la mitad de la mercadería y duplicada en precio. Entonces, dijimos: “basta, no tiene sentido. Esto no tiene perspectivas de cambiar”.

Soñado: Claudia, su esposo y su hijo viven en la bella y turística Málaga.

Hablaron en familia y coincidieron en que “teníamos que tomar una decisión rápida porque quizás, después iba a ser tarde”. Con las cartas sobre la mesa, asomaba una como principal y que Claudia resalta: “yo tengo ciudadanía, al ser hija directa de españoles y eso es fundamental. Acá si no tenés ciudadanía española, es muy difícil conseguir trabajo y afirmarte. Es muy difícil”. Esto le ha permitido, a esta altura, tener su DNI al igual que su hijo por vínculo directo y su esposo tiene un NIE y dentro de tres años, podrá gestionar su documentación local también.

Volviendo a cómo encararon su aventura de vida, Claudia y su hijo viajaron a España en el mes de septiembre de 2019, de cara a buscar la inscripción en la Universidad y también su futuro hogar y fuente de trabajo. En San Juan, se quedó su esposo ya que pusieron todo en venta, comercios y su casa, para así partir definitivamente.

“Mientras estuve aquí, buscamos un local pensando en abrir una cafetería. Es que algo que nos había llamado la atención era que todos los negocios de ese rubro tenían mucha clientela. Encontré un lugar a una cuadra de la playa en una zona muy transitada de Málaga. A la hora que pases hay gente en los cafés, en las barriadas, en el centro o en el muelle. Eso nos atrajo. Por eso, fui a una zona turística y me topé con ese local que me fascinó y me dije: “yo lo alquilo”. Antes de partir para Argentina, el 10 de octubre de 2019, dejé gente trabajando, fui a ver diseño de mesas y sillas; dejé decorando todo. Por otra parte, encontré el café que me gustaba y quién lo distribuía. Es decir, hice lo más que pude. Volví al país para terminar de armar todo y el 11 de noviembre viajamos los tres a radicarnos en España", detalló Claudia; muy entusiasmada y destacando que todo se dio de manera rápida, intensa y exitosa.

Claudia y Pablo en su "Ronda Café", el espacio más argentino para tomar "cafelitos".

Tanto, que no están solos en esta etapa. "Mi hermana Daniela tomó la decisión de venirse junto con nosotros. Le comenté lo que habíamos analizado y decidido. Y ella me dijo: “vos sos lo único que tengo (somos dos hermanas). Si vos te vas, se me va todo; así que nos vamos con vos”. Con su familia, está instalada aquí también y trabajamos juntos. Le agradezco a Dios, todos los días cuando sale el sol, que nos va bien. Tenemos clientes que nos visitan tres veces al día", destacó.

El café se llama Ronda, igual que la regalería que tenía en San Juan: "Ese es el nombre del pueblo natal de mi papá acá en España. Él falleció muy joven, con ganas de volver a su pueblo. No pudo hacerlo. Por eso, le puse Ronda al negocio que tuve allá y por supuesto, acá nuestra cafetería se iba a llamar igual. Tuvimos que aprender todo del café. ¡Sólo sabíamos del cortado y algo más! Pero acá en Málaga está “la nube”, “el manchado”, “la sombra”, “el corto”, “el largo” y “la mitad”. Son 15 variedades de café y en mi vida me imaginé que íbamos a estar estudiando todo sobre ellas. Es una aventura que no tiene precio", describe con pasión.

Y como todo lo que se hace con emprendedurismo y amor, sólo e puede llegar a buen puerto. "La gente es muy del cafecito, “el cafelito” como le dicen, y le agarramos la mano. Es increíble lo que estamos trabajando; nos sorprende. Hemos cumplido un año pero sentimos que estamos acá hace muchísimo tiempo. Todo ha sido muy intenso y la gente se brinda a nosotros al 100%. El tema de la seguridad, no tiene precio. Los clientes dicen: “vamos a la Argentina a tomar café” o “vente a tomar cafelito a la Argentina”. Los escucho y me emociona mucho. Tenemos la tarta de dulce de leche, algo que nos identifica, y ellos me piden: “dame la tarta argentina”. El sábado pasado fue mi cumpleaños y los clientes me mimaron muchísimo. Me cantaron el feliz cumpleaños, a la manera de aquí y me acercaron regalitos. Por supuesto, todos tuvieron su pedacito de tarta argentina. Fue una gran alegría".

También, los clientes son muy solidarios. “Cuando ven que hay familias esperando, ellos piden su cafelito y me dicen: “Claudita ven, yo me levanto y que ellos pasen para que tú trabajes”. Tienen una gran bondad y lo valoro mucho".

Ser emprendedores en pandemia

Claudia y su familia tuvieron incertidumbre acerca del escenario económico que se presentaría por la pandemia. Al mirar atrás, no se arrepentían de haber dejado San Juan pero hacia adelante había preguntas. Sin embargo, las respuestas llegaron y pueden hablar con conocimiento de causa sobre lo que vivieron como empresarios emprendedores. 

"Damos gracias a Dios que la pandemia nos encontró acá. Inauguramos el local el 17 de diciembre y el 8 de marzo tuvimos el confinamiento estricto. Al 30 de marzo recibí el ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) de ayuda del Gobierno español por 980 euros. Vale que referencie que acá, un trabajador en relación de dependencia cobra un mínimo de 1000 euros por mes y vive bien. Esa ayuda no la esperé nunca y mi hermana, que trabaja conmigo, también la recibió", explicó.

Y resaltó que el apoyo estatal sigue. "En este segundo brote de coronavirus en Europa, que está muy fuerte, existe la posibilidad que volvamos a un confinamiento. Pero debido a que ya nos afecta el toque de queda porque cerramos más temprano, el Gobierno nos dará una compensación económica. Eso hace que nos sintamos seguros".

Acerca de las medidas sanitarias, en su café, las normas son parecidas a las de nuestro país. "Debemos respetar la distancia entre mesas por dos metros y no se permiten más de 6 personas por mesa. Tampoco se puede fumar en las terrazas, que son los espacios exteriores. Actualmente, por orden del ayuntamiento, se amplió el espacio de terraza para poner más mesas ya que en el interior, no se puede tener clientes en las barras y la ocupación es del 50%. La mascarilla es obligatoria cuando no se está consumiendo al igual que la sanitización con alcohol en gel".

Sin fechas previstas para visitar San Juan, aunque en los planes iniciales querían viajar en enero, Claudia reflexiona: "a mi esposo le consultan mucho sobre cómo hacer para venir a vivir a España. Somos sinceros al contar nuestra experiencia. A mi hijo, muchos amigos le cuentan que están tramitando becas de estudio. Aquí nos sentimos plenos, tranquilos, seguros y el sistema de salud público es muy bueno. Amamos San Juan, tenemos el mejor recuerdo de nuestro negocio pero la decisión de apostar por Málaga realmente valió la pena".

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