Declaración

El dolor de una sanjuanina cuyo marido murió de coronavirus: "me quitaron la vida"

Rubén de Vita murió a los 57 años de edad de coronavirus. Fue el pasado 10 de octubre en el hospital Marcial Quiroga.
lunes, 19 de octubre de 2020 19:23
lunes, 19 de octubre de 2020 19:23

Más de 30 años juntos, de los cuales 28 fueron de casados, y con 3 hijos producto del amor. Carina vivió la peor pérdida que se puede tener en este tiempo de pandemia: su marido murió de coronavirus el pasado 10 de octubre. Su nombre era Rubén de Vita, tenía 57 años de edad y no tenía una enfermedad pre-existente. El covid-19 lo atacó y no pudo reponerse. Su familia denuncia que falleció en la guardia del hospital Marcial Quiroga y por el caso ya hicieron una denuncia en la Comisaría 13. 

El peregrinar de la mano de esta enfermedad comenzó los primeros días de octubre. Por aquel entonces, su marido empezó con dolor de cuerpo y al principio pensó que era alergia, algo que solía ocurrirle. El médico le recetó 4 dosis de Cronopem, como siempre le indicaba, para ver si con eso podía superar el cuadro. Lejos de conseguir un buen resultado, comienza a darle tos seca y más síntomas que eran coincidentes con covid.

"No era obeso, ni hipertenso, ni diabético. Hasta unos días antes trabajaba haciendo mensajería. La mayoría de sus clientes era gente grande, iba a buscar estudios y no dejaba de hacer trámite. Siempre iba con barbijo, alcohol en gel. Siempre muy minucioso con los cuidados. Era su forma de ser. No fue un descuido de él", recordó Carina a Diario La Provincia SJ.

El sábado 3 de octubre, su marido empieza con más tos y no lo dejaba hablar. Llamaron al 107 y le dicen que por tener obra social le correspondía ir a una clínica privada para hacerse atender. Así fue como va a una clínica y allí advierten que podía ser covid, con lo cual recomiendan la atención en el Hospital Rawson.

Luego de ir al nosocomio, vuelven sin poder conseguir la atención pero esta vez con un cuadro de fiebre más importante y la salud más deteriorada. Llaman al 107 y ahí la doctora lo ve y le señala que "no está saturando bien" que era necesario internarlo. Por miedo a que se contagie, la familia decidió hacer una placa en una clínica privada y a partir de eso decidir si lo envían o no al área covid del hospital.

"Toma el desayuno y va al privado. Nos dicen que los pulmones no están bien, que tiene muchas manchas y nos dijeron que podía ser covid. Lo aislan y no lo ví hasta las 17 horas que fueron a buscarlo para llevarlo al Marcial Quiroga", explicó la mujer con la voz quebrada con solo pensar lo que fue aquel día.

En el Marcial Quiroga le hicieron análisis de sangre y un electrocardiograma que salió bien. Sin embargo el hisopado le dio positivo en coronavirus y quedó internado en el nosocomio.

"Mi marido me llamó por teléfono y me dijo 'hacele estudios a los niños porque me dio positivo'. Entonces nos aislamos en la casa y desde ese día no salimos más", trajo a la memoria con dolor. 

Desde ese día hasta unas horas antes de morir, su marido mantuvo contacto telefónico con ella. Le llamaba y le decía que no tenía ganas de comer e incluso le pidió a su mujer que averiguara de internación domiciliaria y de alquilar un respirador. 

El día de la muerte

El 10 de octubre no se borrará más de la memoria de la familia De Vita. Aquel día su marido le mandó un mensaje pidiendo que le llame. "Me dice 'me estoy muriendo vení a buscar las cosas, creo que me dio un infarto. Vení a buscar las cosas. Te corto no puedo hablar más'. Fueron sus últimas palabras", recordó con detalle cómo fue aquella charla. 

Él no podía hablar porque le daba tos. A las 18.30 le llamó a la doctora que lo atendía y ella le dijo que no se preocupara porque estaba bien. Que lo había visto el día anterior: "a las 20.45 le vuelvo a llamar. Me dijo que no lo fue a ver porque el viernes estaba estable. Luego a las 23 me llamó para decirme que había muerto".

La familia de Rubén no podía salir porque estaba en cuarentena por haber sido contacto estrecho de él y por la posibilidad de portar el virus, aunque no fueron hisopados.

"Mi hija llama a mi sobrina y cuando ella va al hospital le dicen 'este señor murió en la guardia. Lo trataron de reanimar desde las 19 horas en la guardia porque en el área covid no había respirador y en la guardia sí había'", lamentó la mujer con profundo dolor.

"El dolor es por no haberlo buscado y que muera en mi casa", agregó entre lágrimas destacando que sólo pudieron recuperar de él una mochila con ropa pero no una bolsa con pertenencias como dinero, barbijo y perfumes.

"Me lo arrancaron de mis manos", expresó la mujer quien pide justicia por la muerte de su marido: "él siempre fue un hombre feliz. Me lo arrebataron, me quitaron la vida. Ésta es una enfermedad maldita y puede hacer estragos".

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